Almas Perdidas 🥀 [Aidan Gallagher y tu]

Capítulo 11

T/n

-¿No vas a subir?

-No.

-¿Por qué eres tan terca?

-¿Y por qué no te callas?

Escucho como se ríe, su típica risa d sarcasmo pero a la vez divertida.

Ruedo los ojos y sigo caminando. Hacía frío, y de verdad Enzo tenía razón, no era normal que una niña en bata de hospital esté caminando por ahí.

-Ya, ahora si sube, ya me cansé.

Siento como Enzo me agarra del brazo. Pero como soy orgullosa, no iba a dejarle esto tan fácil, ya que fue su culpa que haya estado en aquel hospital.

-Sueltame, y no lo voy a volver a repetir.

Silencio.

Ya no escucho la bicicleta detrás mío, ni los estresantes quejidos de Enzo.

Decido voltear, y lo veo ahí, parado, mirandome con una mezcla de rabia y dolor.

No sé por qué lo hago, pero vuelvo a donde está él. Y sin pensarlo, lo abrazo. ¿Por qué lo hago? No tengo la menor idea, pero lo conozco.

Conozco suficientemente a este chico como para saber que estaba intentando arreglar las cosas, aunque no de la mejor forma.

Lo conozco lo suficiente para saber que él no tiene malas intenciones. Sé que él es bueno, pero sin querer, con sus acciones, lastima a las personas que más quiere.

*Flashback*

Todo era risas. Nos encontrábamos en un parque de diversiones. Nuestros padres eran amigos de años, por eso nosotros eramos cercanos. Éramos como hermanos, todo lo hacíamos juntos. Comer, jugar, tareas, ir al colegio, hasta dormir. Todo lo hacíamos juntos.

Decidí subir a una montaña rusa. Aunque Enzo me dijo que no lo haga, ya que era peligroso, yo lo hice. Siempre fui terca, desde que tengo memoria, así que no le hice caso.

Ya estaba lista para subir, cuando lo veo a Patrick.

En ese momento, sentí mariposas en el estómago. Él era mi amigo y todo, pero... sentía algo por él.

Aunque había cambiado mucho, ya no era el chico tierno que conocí. La pubertad le pegó muy bien, y se hizo el popular en la escuela, dejándome así a un lado, humillando a todos.

Enzo sabía perfectamente que me gustaba Patrick, y él prometió no decir nada.

Pero ese día... no sé que se le habría cruzado por la cabeza o si algún bicho le picó.

Ahí estaba Enzo, caminando hacia Patrick, y diciéndole todo lo que sentía.

Entonces, Patrick caminaba hacia mí, pero no se veía contento.

-¿Que carajos crees que estás haciendo?

-Y-yo n-nada — me temblaba la voz —

-¿Cómo se te ocurre humillarme así ante mis amigos? ¿Acaso no sabes que eres el bicho raro de la escuela?

Quería llorar, me dolían demasiado sus palabras. Pero en ese momento, odiaba a Enzo. ¿Cómo fue capaz de traicionarme así?
Él lo prometió...

Con lágrimas en mis ojos, salí corriendo del lugar. Escuchaba como a lo lejos mis padres me llamaban, y vi de reojo como Enzo venía detrás mío.

Me subí al auto de mis padres, cerré la puerta con seguro y lloré.

Lloré como nunca, me ardía la garganta tanto gritar.

Los dos únicos amigos que tenía me dejaron en ridículo, me dolía demasiado.

Desde ese momento, no volví a hablar con Patrick. Y tiempo después (aproximadamente un año) lo perdoné a Enzo, aunque no fue mi decisión, sino la de mis padres, que me obligaron a reconciliarme con él.

*Fin del flashback*

Ahí, en medio de la ciudad, una chica en bata de hospital y un chico de jeans, estaban abrazándose.

Yo sabía que él lo necesitaba, ya que siempre se culpaba de todo.

-Ya, vamonos — intentó disimular sus lágrimas — vamos a llegar tarde.

-¿Tarde? ¿Para qué?

-Ya lo verás.

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Acá cumpliendo con la maratón checkk.

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