4 PROHIBIDO

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Había llegado al club a las ocho de la noche, no era como si llegara temprano, ya que el lugar siempre estaba repleto de gente a todas horas. Los gorilas de la puerta me catearon para cerciorarse de que no trajera nada extraño en mí.

Entre, me dirigí a la misma mesa de la esquina, donde me sentaba a observar a él príncipe enmascarado y esperar que el dueño del lugar me diera trabajo. Lo que daría por estar cerca de él, de ver sus ojos de cerca, que estaba seguro de que eran mucho más de hermoso si los miraba de frente.

Una figura masculina se acercó a mí, mirándome fijamente.

--De verdad quieres morir, Valent no puedes seguir viniendo y quedártele viendo de esa manera, alguien más lo podría notar y definitivamente le irán con el cuento a Zico y tu vida estaría terminada.

--Ya te dije que él no le pertenece. Y no me importa.

--A que viniste hoy, a verlo solamente a él o...

--Sabes a lo que vine, acostúmbrate al hecho de seguirme viendo por aquí.

--Está bien, al menos pide algo, para no levantar sospechas. Si no consumes ni pides te echaran de aquí y no volverás a entrar jamás.

-- Oh, no te preocupes, Jaja entrare de nuevo y será permanente, ya lo veras. - aparto la mirada de su amigo fijándola en el hermoso enmascarado en el medio de la pista. Su delicado cuerpo, esta vez se movía al ritmo de river de big shop, una canción simple, pero muy caliente y una letra de igual porte. Nuestras miradas se conectaron en todo momento hasta el último movimiento que dio hasta que la canción termino. Los borrachos se pararon gritando y aplaudiendo fuertemente. Todo normal, hasta que uno se atrevió a tomarlo de la cintura y atraerlo hacia él. Me bastó solo un parpadeo en llegar a él, tomarlo de la cintura y girarlo para que quedara detrás de mí, mientras mi mano se estrellaba en la nariz del idiota que se atrevió a tocarlo.

Me volví de inmediato para saber si se encontraba bien, pero sus guardaespaldas ya se lo habían llevado. Necesitaba saber si se encontraba bien, pera era imposible acercársele. Pero el calor de mi brazo en su pequeña cintura se sintió caliente al tacto, una sensación que definitivamente tenía que sentir.

Vi a Jackson acercarse a mí con cero expresiones en su rostro. Negó con la cabeza y me dijo.

--Ven conmigo idiota. - no pregunte, solo lo mire y lo seguí, hasta perdernos en una puerta negra al final de un pasillo.

...

Primer día de trabajo. Todo tenía que salir excelente. De este trabajo dependía mi futuro. Llevaba ropa completamente negra, estaba todo cubierto lo único se veía eran mis ojos.

Mi trabajo por el momento era de seguridad dentro del club. Todo estaba muy tranquilo. Para ser sincero más que bailes en pelotas y borrachos calientes, era todo lo que observaba. Hasta que Salió, el pequeño rubio con mascara a escena. Me habían dicho de él, era el único que tenía tratos especiales, él no era uno más del montón, nadie podía pedirlo, tocarlo, ni siquiera acercársele.

Siendo sincero nunca pensé que un hombre, podía ser tan delicado. Él, era hermosamente caliente y sensual. Al final de su baile un idiota quiso tocarlo. Todo paso muy rápido, el borracho en el suelo con la nariz, rota y el rubio enmascarado en la seguridad de su camerino, escoltado por sus gorilas personales.

El tipo sangrante fue llevado fuera del club, y si los rumores eran reales, con suerte terminaría con los dedos rotos, pero yo no todavía no tenía esa tarea. La noche siguió su curso, yo fui llamado a la oficina de Zico. No había nada que este hombre no viera, tenía cámaras en cada rincón del club. Lo sabía por que al entrar a su oficina lo primero que notabas era la pared llena de monitores mostrando en tiempo resal cada movimiento del club.

SUICIDED LOVE KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora