SUICIDED LOVE KOOKMIN

15 ZICO

          HOLA MIS CORAZONES ESPERO QUE ALLAN TENIDO UN LINDO SAN VALENTÍN 💋💙💛💜

     SE VIENEN MOMENTOS DE MUCHA TENSION 😓

      

--La llamada provino del este de Busan, más precisamente de las afueras, pero e investigado el lugar y no hay nada más que campos desiertos, ni una sola casa en un radio de 3 kilómetros cuadrados, que es lo que alcanza la antena más cercana, sea quien sea quien allá echo la llamada, es muy inteligente.

--Oh muy idiota- dijo Zico enojado, furioso por no poder encontrarlo.

--Si me permite señor, puedo decir algo?.- dije,que haría cualquier cosa para ganarme su confianza.

--Habla.

--Lo que se puede hacer es poner un rastreador de llamadas, para cuando y si vuelve a llamar, encontremos su ubicación.

--¿Qué tan efectivo es eso?.

--Un 95% señor. No estamos seguro de que vuelva a llamar o de que use el mismo dispositivo la próxima vez. Es creer y esperar, o darse por vencido.- dije con toda seguridad.

--Intentemos esto, y esperemos que funcione para atrapar a ese hijo de puta.

Le cedi el celular a Valent para que aga lo que tenga que hacer. Nadie iba a venir a cagarme y mucho menos a amenazarme. Ese idiota lo iba a pagar de cualquier  forma.

Después de cargar todo, nos fuimos del lugar, yo rumbo al club, necesitaba ver cómo estaba todo y unos fuertes tragos para aclarar mi cabeza. Mientras los camiones iban a mi nuevo búnker en las afueras del club, lejos pero lo suficientemente cerca para mantenerlo a la vista.

En mi oficina, después de casi dos días fuera, me senté en mi escritorio, con una botella de Jack Daniels y un vaso con hielo.

Era sábado, casi las ocho de la noche, cuando entro César, uno de mis hombres,en mi oficina con una caja.

--Señor, disculpe la intromisión, acaba de llegar esto para usted.

--¿Quien lo trajo?.

--Una mujer, lo dejo en la entrada, se lo dió a uno de los guardias. Dijo que la abía mandado un hombre, que usted sabría quien es apenas abra la caja.

--¿Dónde está esa mujer? Tráiganme la de inmediato.

--Lo siento señor,cuando la quisimos atrapar, varios hombres con armas salieron detrás de la camioneta donde vino, para protegerla, y para no armar un alboroto, los guardias la dejaron ir.

--inútiles, incompetentes todos y cada uno. Al menos revisaron la caja, quiero creer.

--Esta sellada señor, si desea que la abra por usted.

--Déjalo y lárgate antes que te vuele la cabeza por idiota.

Cesar deja la caja en mi escritorio y salió sin decir nada más. Estaba algo curioso, pero a la ves temeroso del contenido. Era una caja mediana, más o menos del tamaño de una caja de zapatos. Era de madera, y si definitivamente estaba cerrada con un candado.

La sacudí para escuchar lo que había dentro y nada, no escuché nada.
Abrí un cajón de mi escritorio y saque de allí un abre cartas de punta fina. Lo introduje en el candado e hice juego hasta que se abrió.
Saque el candado y me quede mirando la caja por lo que pareció un buen tiempo.

Lo abrí lentamente, escéptico de lo que pudiera aver allí. Cansado e intrigado tire la tapa de una ves.

Una carta con algo envuelto de bajo es lo que se veía a primera vista.
Tomé el papel, lo abrí y leí.