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En una sala se encontraba un chico en el suelo, otro cubriendo su rostro con la mano y dos señalándose enojados.
—todos al mismo tiempo— ¡¿Qué haces tu aquí?! No, ¡yo llegue primero! ¡Explícate! ¡Vete ahora!
—les tapa la boca a Dazai y Akutagawa— atsushi tu chiton
—...
—¡¿Qué creen que hacen aquí remedo de hombre y emo?!
....
—¡Hablen!
—aparta la mano de Chūya— si quitaras tu mano podría hablar
—bueno ya la quitaste , habla
—pues ahora no quiero
—rueda los ojos— ¿Y tu Akutagawa?
—viendo a otro lado—.
—ah si que...no hablaran, okey, tengo toda la noche para escuchar
—Chūya-san...
—shiton
—pero...
—Shh, atsushi ahora no
—yo solo quiero decir algo rápido
—si, que el niño hable
—gracias Dazai-san....—nervioso— bueno, yo estoy aquí por que...
—interrumpiendo— Ay Jinko, tu siempre queriendo la atención
—molesto— ¿Puedo hablar si o no?
....
—gracias....yo estoy aquí, por que luego de que Fukuzawa-san nos diera la orden de retíranos yo...—jugando con sus cinturón/cinto— los extrañaba...
Y en el lugar reino el silencio. Hace unas semanas, tres, para ser exactos, Fukuzawa y Morí notaron progreso entre los cuatro y para no correr riesgos ( si, ellos sabían que tarde o temprano explotarían la ciudad...bueno, fue una deducción pasajera de Ranpo y si Ranpo lo dice es por que es verdad ), así que con la escusa de separarlos de una buena vez, les dijeron que ya había bastado el castigo, eran libres de volver a su vida normal y así fue hasta que paso algo que ninguno de los 4 imaginaría.
Flash Back.
En un departamento tan desordenado como los pensamientos suicidas que poseía, un castaño anhelaba la compañía que tenía hace tiempo, aun que no lo admitiría frente a sus compañeros, los extrañaba, entrar a la sala y ver a Atsushi tirado leyendo, Akutagawa con un ataque de asma y no ayudarlo, mientras Chūya lo reprendía por no hacer nada y olvidándose del pelinegro, si, si que extrañaba eso.
