Mis fosas nasales seguían congeladas ante el frío; el climático y el de mi alma en aquellos momentos. Digamos que aquellos cuerpos sin vida a mi lado no ayudaban a que mis ánimos se eleven a pesar de que aquel hombre de cabellos de fuego me dirija sus más cálidas sonrisas.
Intenté enunciar palabras, tratar de por lo menos agradecerle a aquel hombre el gesto de salvarme la vida sacándome de ese lugar, pero no pude. Podría decirse que la situación me dejó en estado de shock. Mi cerebro no daba ni siquiera para caminar más de 3 pasos, ya que un golpe de la realidad hizo que quedara inconsciente.
Desperté en sus brazos, estaba siendo cubierta por su enorme capa blanca. Ni me esforcé en hacerle notar que había despertado, simplemente disfruté del cálido e indirecto abrazo que me estaba dando. Al sentir que aquel hombre había frenado su caminar, cerré los ojos y fingí estar dormida, tal vez por el miedo a que me suelte. Escuché voces, muchas voces, y sentí calor.
Al sentir que nos adentrábamos en una casa, pensé en mi gran inocencia que despertaría y todo lo sucedido habría sido un muy mal sueño, pero la vida no es así de generosa.
Me recostaron en una cama, y aquel hombre comenzó a acariciar mis largos cabellos. Una mujer entró al lugar y se dirigió a él con un tono bajo de voz.
"Rengoku-san, ¿está seguro de que la niña querrá entrenar para ser mata-demonios cuando crezca?"
Mi respiración se congeló como todo esta mañana, pero antes de poder pensar mal, el hombre habló.
"Estoy seguro de que esta niña tiene el potencial necesario para vencer a Kibutsuji ella sola, sólo necesita motivación y una buena crianza"
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As the world caves in... (Rengoku Kyojuro)
Hayran Kurgu"Si te vence tu debilidad, calienta tu corazón, aprieta los dientes y sigue adelante. Aunque tu cobardía te frene, eso no detendrá el paso del tiempo; todos llegaremos a nuestro fin tarde o temprano, no te sientas triste por ello..." -Rengoku Kyojur...
