Layla buscó la mirada de Namjoon durante el vuelo, más él optó por guardar cierta distancia, rumiando la decisión que había tomado al traerla consigo. Se arrepintió de haber rechazado el jet privado que ofreció la Madame. Aún en primera clase quizá no tuviese la discreción necesaria para su situación. Con Layla al lado, la tripulante asumió que era su hermana menor y cualquier actitud sospechosa les traería atención innecesaria. Al desembarcar, palideció al encontrarse con Taehyung caminando directo hacia ellos.
—Por nada del mundo vayas a hablar ahora —farfulló Namjoon dirigiéndose a Layla—. Demonios, no pensé que nos vendría a buscar.
Ella divisó a un hombre alto y bien parecido abriéndose paso entre decenas de personas en el aeropuerto hasta llegar a ellos. De por sí, la menor estaba inquieta por el cambio drástico de entorno, ver el rechazo de Namjoon hacia este nuevo caballero le dieron ganas de salir corriendo. Devoraba los detalles, tratando de conservar una buena imagen mental. Le resultaba hilarante ver a todas esas personas, en su mayoría asiáticas, andando de un lado a otro arrastrando su equipaje; la mano de Namjoon entrelazada a la suya; su nueva ropa, ya no llevaba un vestido de seda y tul, usaba pantalones de mezclilla, camiseta y abrigo largo de lana; la tensión entre su acompañante y el recién llegado; por último, lo atractivo que le resultaba el desconocido.
Taehyung sonrió mostrando una perfecta hilera de dientes. Retó a Namjoon con la mirada mientras se acercaba a la chica.
—No estás nada mal, pequeña, aunque debo examinarte mejor para tener un veredicto.
—¿Esa es tu mejor forma de ligar, Taehyung? Ya veo porqué metes a tantas prostitutas a tu casa.
Otro hombre apareció en el campo de visión de Layla, quien no podía decidir cuál de los tres le resultaba el más apuesto.
—Quítense de mi camino, ha sido un viaje largo —espetó Namjoon.
Los dos hombres se hicieron a un lado mientras el mayor hacía correr a Layla en dirección a la salida.
—¡No vayas a dejarla para tí solo, Hyung!
—Jimin, cállate y sube al auto. Estamos cansados.
—¿Tuvieron acción en el avión, eh?
—¡Que se callen los dos! Nos reuniremos todos en mi casa y discutiremos cómo vamos a manejarlo.
Dejó el equipaje de mano en los asientos traseros de la Range Rover y le ayudó a Layla a subir. Por su parte, la menor estaba mareada ante la brusquedad de la transición, los nuevos rostros y el contexto que desconocía en la conversación de estos tres hombres. El más alto, quien dedujo su nombre era Taehyung, conducía y el otro, Jimin, iba en el asiento de copiloto.
—Ya llamé a los demás, llegarán en media hora a tu casa.
—¿Que no pueden esperar un poco? Acabamos de cambiar de continente, necesita descansar.
—Te tomas muy en serio eso de ser su albacea. Relájate.
Si no estuviera tan agotado, Namjoon hubiese sacado a Jimin del auto en movimiento con una patada.
—Cuando aprendas a deletrear "albacea" hablamos. Necesito que se callen o me encargaré de que lo hagan.
Entre comentarios mordaces, Namjoon meditó la manera más apropiada para abordar la situación. Cuando estacionaron en su edificio, ya el panorama se iluminaba ante él. En un parpadeo, se vio acorralado por Taehyung y otros cinco hombres en cuyas manos estaría puesta la integridad de Layla. Le sorprendió verla arrodillarse sobre la moqueta y hacer una pronunciada reverencia ante los siete pares de ojos famélicos, la llama en su interior bailó al considerar su exquisita presencia entre ellos.
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A Votre Merci [En curso]
Fanfiction«Tu vida se resume a este instante, cuando la profecía se cumple y de una vez por todas estás a mi merced. Como siempre debió ser». 🖋CONTENIDO EXPLÍCITO. 🖇#3 en la categoría "MEJOR ESCENA HOT" de THE CMA'S. 🖇#3 en "MEJOR HISTORIA HOT" de THE CMA...