❝ϙᴜɪɴᴄᴇ❞

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Jungwon terminó de amarrar la última pequeña liga en el cabello de Jake, ya tenía casi una hora haciendo pequeñas colitas en todo el cabello, encontró que esa era una buena forma de entretenerse y no pudo evitarlo cuando el mayor se recostó en sus piernas, su cabello tan sedoso y largo le daba la invitación de hacerle miles de peinados.

—A ver, levántate—pidió el castaño con una enorme sonrisa.

Jake tocó su cabello y supo que sus amigos iban a burlarse. Se levantó hasta quedar sentado en la cama y suspiró al ver las muecas burlonas de los presentes.

—¡Te ves hermoso, Jake!—exclamó entre risas, Heeseung.

—Si, muy adorable—dijo Niki, aguantando la risa mientras veía como Jake tocaba su cabello lleno de ligas de colores.

—Sé que me veo ridículo, no saben disimularlo—rió brevemente— Envidiosos—se cruzó de brazos, fingiendo estar molesto.

—Te ves muy lindo, Jake, no les hagas caso—defendió el menor de todos, dándole un tierno beso en la mejilla que lo sorprendió, haciéndolo sonreír hasta el punto de que sus ojos se cerraron.

—Ugh, ustedes son muy empalagosos—dijo Sunoo desde el suelo, mirando la escena con diversión y ternura.

—¿Vas a decirme que con Sunghoon no eres así?—preguntó el castaño, moviendo sus cejas de manera sugerente.

—Sunghoon odia lo empalagoso, es muy gruñón y aburrido—dijo Jake, tratando de imaginar cómo se vería su amigo siendo así, porque si bien lo había visto sonreír mucho con Sunoo, no sabía que tan cursi podría llegar a ser. Simplemente no se lo imaginaba de esa manera.

—De seguro, Sunghoon es todo un romántico y sensible, pero Sunoo no nos quiere decir.

—Silencio, Wonnie—frunció el ceño el castaño, haciendo un puchero. Su amigo tenía razón, Sunghoon podía ser muy dulce y atento, se lo había demostrado muchas veces, pero hablar de eso lo ponía muy nervioso, no sabía exactamente qué era lo que tenían, ya se habían besado una vez y no hablaron de eso, así que se sentía en un punto medio, y eso no estaba bien, porque estaba seguro de que le gustaba, pero no sabía como se sentía Sunghoon, quería que fuera claro con él— Iré por algo de comer, vuelvo enseguida—se levantó y salió de su habitación, pensando en mil cosas debido a su agitado y enamorado corazón.

《🍪》

Sunghoon tiró todas sus cosas dentro de su habitación sin mucha preocupación luego de llegar esa tarde a su casa, eran alrededor de las seis, debía ir lo más rápido posible hasta la casa de los Kim.

Debido a que había estado demasiado ocupado con trabajos y reuniones de universidad, las horas ya no eran suficientes, tenía alrededor dos semanas en esa situación, a penas veía a Sunoo unos pocos minutos antes de tener que regresar a su habitación y encerrarse como un ermitaño. Por fin, ese viernes, terminó con todos sus deberes y adelantó otro para tener más tiempo, por lo que cuando supo que sus amigos estaban en casa de Sunoo, sabía que debía ir inmediatamente, haciéndolo sentir ansias por ver a su lindo castañito.

Peinó su cabello, se puso una ropa más cómoda y salió de su casa rumbo a la de Sunoo. Cuando por fin llegó, tocó la puerta, sintiéndose cada ves más emocionado y nervioso, porque Sunoo le generaba miles de sensaciones que lo harían sentir de esa manera. Tocó la puerta un par de veces más hasta que por fin fue atendido.

—Sunghoon, hola—sonrió la castaña con amabilidad— Pasa, los demás chicos están en la habitación de Sunoo—se hizo a un lado para dejar pasar al peli-negro.

「ᴄᴏᴏᴋɪᴇs」- sᴜɴɢsᴜɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora