Sunoo infló sus mejillas y frunció levemente su ceño cuando su hermana mayor le dio un regalo al verlo salir de su habitación. Pensó que su regalo sólo sería la comida que ella iba a pagar, no esperaba algo aparte, era suficiente con que le dejara invitar a sus amigos.
—Espero que te guste, estoy casi segura que compré los adecuados—sonrió ampliamente, ansiosa por ver que su pequeño hermano abriera el regalo.
—Yeri, te dije que solo la comida estaba bien—hizo un puchero, sintiéndose inevitablemente emocionado por el regalo.
—Sé que amas los regalos, quita esa cara y ábrelo.
Sunoo sonrió con emoción y se sentó ahí mismo, a la mitad del pasillo con el regalo entre sus piernas; rompió el envoltorio y sacó la caja que había dentro, reviso la caja y la movió para tratar de adivinar que había dentro, segundos después la abrió por fin, y una expresión de felicidad se instaló en su rostro.
—¡Yeri, Son zapatos!—exclamó con emoción, se puso el zapato derecho para verlo mejor y le quedó a la perfección.
—¿Te gustan?
—¡Me encantan! ¡Gracias, gracias, gracias!—se acercó a abrazarla con fuerza.
—Ves, sabía que te gustaría. Pero busca más, aún falta.
El menor se soltó rápidamente y se sentó de nuevo, buscando que más había adentro, y el brillo en sus ojos apareció al encontrar una linda sudadera lila con estampados de colores. Le encantaba.
Yeri sentía que quería llorar, ver a su hermano tan feliz la ponía sensible. Desde que el padre de él lo dejó sin siquiera preocuparse, había decidido darle todo el amor que no pudieron darle a pesar de ser sólo casi tres años mayor que él; muy diferente a la relación de ella con su padre, se veían de vez en cuando y estaba pendiente, no quería ni imaginar cómo sería ser echada a un lado por su propio padre, a lo mejor Sunoo no pensaba mucho en eso, o al menos eso esperaba.
—Eres la mejor hermana del mundo—sonrió desde el suelo, mirándola con un toque de tristeza en sus ojos.
—Lo dices porque soy la única hermana que tienes.
—No quiero otra de todas formas, no importa que seas muy mandona, igual eres la mejor—levantó su pulgar con aprobación y rió.
Tal vez a Sunoo su padre lo haya abandonado, pero con el amor de su hermana y el de su madre, lo tenía todo, no se quejaba, estaba agradecido a pesar de que vivieran momentos muy difíciles, no cambiaría a su familia por nada en el mundo.
Y es por eso que ver a su hermana lo hacía sentir culpable.
《🍪》
—Te veo más tarde, mamá—se despidió el pelinegro luego de sacar el pastel y las galletas que había preparado el día anterior.
—¿No crees que deberías llevar el auto? Vas un poco cargado.
—Yo puedo, además, creo que Heeseung me esperará fuera de su casa.
—Bueno, llévale esto a Sunnie, dile que feliz cumpleaños y le mandas un abrazo de mi parte—le colgó en la muñeca un a pequeña bolsa de regalo decorada con una chonga color rojo— Y también dile que necesito más galletas, por alguna razón siento que me las estoy terminando demasiado rápido.
Sunghoon rió nervioso, se despidió y salió rápidamente de ahí antes de que empezara a cuestionarlo por si tenía alguna sospecha. A mitad del camino, se arrepintió por no escuchar a su madre, tuvo que llevarse el auto porque ya los brazos le dolían, los sentía débiles, ¿en qué momento creyó que sería buena idea hacer un pastel tan grande? Solo hubiera hecho uno pequeño para Sunoo y ya, pero a lo mejor solo se emocionó y por eso terminó haciendo grandes cantidades.
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「ᴄᴏᴏᴋɪᴇs」- sᴜɴɢsᴜɴ
FanfictionA Sunoo le gustan las galletas. A Sunghoon no. 🌷Adaptación autorizada ✔ . Todos los créditos a @minsungxhyunin. 🍪SungSun. 🍪JakeWon 🍪HeeKi 🌷Fluff