Prólogo

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— Amor ya llegué — gritó Saint al entrar a su casa con las bolsa del super en sus manos. Perth que se encontraba en la cocina, se limpió las manos con el trapo de la cocina y salió a recibirlo con un beso en los labios.

— Te dije que no era necesario cariño, iríamos los dos hacer la compra — le dijo ayudándole con las bolsas, Saint estaba a punto de decirle algo cuando sus pequeños terremotos salieron de repente gritando.

— ¡¡Mami!! ¡Mami! — se escuchó las vocecitas de sus cuatro bebés que se le tiraron encima haciéndolo tambalear, Saint sonrió con su corazón lleno de amor y luego se agachó hasta ellos quedando a su misma altura.

— ¿Y ustedes no estaban de paseo con sus tíos? — habló mientras les repartía besos en sus rosadas mejillas. Perth los dejó solos dirigiéndose de nuevo a la cocina con las bolsas que Saint había traído con las compras.

— No, mis tíos son aburridos — habló su pequeña de 5 años, Saint no pudo evitar reírse porque sus pequeños siempre le decían lo mismo; que sus tíos eran aburridos, Y preferían quedarse en casa a jugar con su padre.

— Mami - susurró su pequeño de 4 años en su oído, Saint puso total atención en su bebé — Papá está muy enjodao por que Macke tiene movió - e hizo un gesto adorable con su manito. Saint Agarró su pequeña mejilla y lo beso, su bebé Matt aún no decía las palabras correctamente, y confundía aún las letras y las cambiaba siempre.

sus dos gemelos de 2 años y medio querían igual mimo de su parte por lo que Saint se los dio gustoso. Ya dándoles un beso y abrazo a todos, los mandó a el cuarto de juegos, que él les avisaba la hora de merendar.

Se dispuso a ir tras de Perth en la cocina cuando el llanto de su bebé lo hizo ir a la sala donde estaba colocada la cuna de su bebito de apenas 8 meses y lo cargó.

— ¿Qué le pasó a mi bebé más hermoso? — dijo con la voz chiquita mirando la bonita carita de su bebé que tenía un puchero por el llanto y se llevaba un dedito a su boca en señal de hambre, ya con su bebé en brazos fue directo donde su esposo y este estaba preparando algo en la estufa. Se sentó en una de la sillas y colocó a el bebé entre su pecho y abriendo la camisa descubrió uno de sus pezones para darle del pecho a su bebé, que apenas se colocó en posición; comenzó a succionar haciendo que siseara por el escozor ya que tenía los pechos muy sensible.

— Cariño, — habló Saint llamando la atención de Perth — ¿Qué pasó con Mac?

Perth suspiró y lo miró apagando el fogón — Sólo tiene 10 años amor, sólo tiene diez años, no puede haberse enamorado aún, y ya tener novio.

Saint sonrió con ternura — Son sólo niños cariño no se van a casar, además no tienes que enojarte con ella, tienes que hablarle porque eres su padre y no va a querer contarte nada más en adelante, y harás que te pierda la confianza, y tu no quieres eso verdad — Perth le dio la razón afirmando con la cabeza — Entonces ahora vas a ir a su habitación le hablaras como el padre amoroso que eres y la traerás aquí para que le dé un beso a su madre.

— Porque tienen que crecer tan rápido — Perth se acercó a Saint y le dio un beso en los labios acarició los cabellos de su bebé y después le dio un beso en la frente; este no dejaba de succionar como si su vida dependiera de ello, aunque si, si dependía. — Tu no crezcas mucho eh — sonrió admirándolo, — Quiero que seas un bebé por siempre — dijo mientras se iba alejando.

Saint sonrió y miró a su bebé con amor mientras le susurraba.

— ¿Creo que hoy tampoco pudimos decirle a tu papi que pronto vendrá otro bebé?

Una Familia De ¿Nueve? [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora