Saint había salido de la tienda, con su bebé en brazos despidiéndose de sus compañeras que también eran sus amigas, Saint era el dueño de la Repostería y cafetería Mackenzie.
Él trabajaba, aunque no hubiese necesidad de hacerlo, pero hacer pasteles y pudines siempre había sido lo que más le gustaba hacer, desde siempre. Y además la Repostería quedaba a sólo 5 casas de su casa y por eso Perth no tuvo problemas de comprar lo que había sido una pequeña zapatería y construirle una Repostería a su lindo esposo.
Llegó a su casa y entró dejando a el bebé en su cuna con algunos juguetes, faltaba poco para las tres de la tarde y los gemelos estaba por llegar de la guardería. Preparó unos bocadillos para los niños sin dejar de mirar a Gavin en la cuna jugando con un muñeco de Toy Story.
Cuando terminó se lavó las manos y tomó a su bebé y se dispuso a darle del pecho, cuando sonó su celular, acomodó a su bebé en su pecho y este no demoró en succionar, y contestó la llamada; era su madre.
— Hola mami — contestó feliz, sus padres estaban de viaje, teniendo una segunda luna de miel después de muchos años juntos.
— Hola cariño, ¿Cómo estás?, ¿Cómo están los niños?, y Perth. — sonrió, su mamá siempre le hacía esas mismas preguntas.
— Estoy bien los bebés están bien y Perth está en la empresa. Llegará un poco tarde hoy — hizo un puchero, aunque su madre no podía verlo. — Y ¿Cómo van en su viaje en donde están ahora?
— Oh cariño, estamos en México, no sabes lo bonito que es todo, la gente, la comida, llevamos muchos regalos para ti y para los niños, papá dice que los ama mucho, los extrañamos.
— También los extrañamos mucho.
Quince minutos después la llamada finalizó y Gavin se había quedado dormido, pero cuando Saint lo aleja de su pezón este lo aprieta de inmediato, haciendo a Saint gemir de dolor, los tenía sensibles y estaban pelados; su bebé no toleraba la fórmula por lo que lo único que lo alimentaba era la leche materna y la papilla. Aunque Saint no se quejaba le gustaba mucho darle del pecho a su bebé, para él era un vínculo especial, ver a su bebé alimentándose mientras reía o simplemente lo miraba con esos ojos hermosos iguales a los de su padre era realmente hermoso. Le gustaban sus momentos así donde no existían más que él y su bebé.
Resignándose a que su bebé dejará su seno por las buena lo separó muy a su pesar y lo colocó en el caminador ya que al parecer su sueño se había desvanecido y encendió la tele dejándolo en Bluey, a su hijo le encantaba ese programa, y bueno para que mentir a él también, en realidad a toda su familia le gustaba Bluey.
A las tres de la tarde cuando había aseado un poco la casa y hecho una pequeña merienda, salió para esperar a sus gemelos, ni dos segundo tardó cuando la miniván blanca con dibujos infantiles apareció en la entrada de su casa; la maestra de los niños bajó y abrió la puerta para así ayudar a bajar a sus dos retoñitos, con sus respectivos uniformes se miraban preciosos.
La maestra les dio la mano y los acercó hasta Saint.
— ¡¡Mami!! — gritaron al unísono abrazando a Saint, este se agachó quedando a su altura y les dio un beso en la mejilla a cada uno.
— ¿Cómo les fue a mis bebés más precioso? ¿se portaron bien? — ellos afirmaron. Saint se incorporó mirando a la maestra que tenía una sonrisa en sus labios mirando a sus gemelos Sebastián y Bastián.
— Son unos niños muy juiciosos — dijo la maestra Natasha. — En unos meses es el festival de la escuela y me preguntaba si le gustaría que participen, nuestro salón al ser los más pequeños sólo haremos una rutina.
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Una Familia De ¿Nueve? [Finalizada]
FanficSaint y Perth tienen 6 hijos. sus pequeños Gavin de 8 meses sus gemelos Sebastián y Bastián de 2 añitos su bebito Matt de apenas 4 años su pequeña April de 5 años Y Mackenzie la primogénita de 10 años, la cual le está sacando canas verde a su padre...