Alan y El Anillo Mágico De Hielo

Capítulo 24: La invitación.

Al día siguiente, martes 12 de septiembre, Alan se levanta de madrugada para ir a la preparatoria, igual que como ayer, Alan se arregla como puede y va discretamente a su casa a tomar otros $300 sin despertar a sus padres y sin dejar evidencias de su visita, también se lleva su patineta y se va en ella a la preparatoria. Al llegar a la preparatoria, Alan guarda su patineta en su mochila y entra a su salón de clases.

En la preparatoria, en la clase de educación física, el maestro Edwin pone a la clase a jugar basquetbol en la cancha de la preparatoria, primero juegan chicos contra chicos y después chicas contra chicas. Al momento de jugar chicas contra chicas, los chicos se sientan en la banqueta a descansar, en eso, Alan ve que Esteban y Samuel están platicando, así que se acerca y dice- ¿de qué están platicando? -Esteban le contesta -nada, solo le pedí a Samuel que me esperara a la salida, tú también espérame Alan, no preguntes para qué -esto deja a Alan confundido.

Al momento de salir de la preparatoria, Alan se va con Esteban, y con él están Samuel, Ramiro, Federico y Antonio; Alan le dice -ahora sí, Esteban, ¿a qué nos mandaste llamar? -Esteban le contesta -los mandé llamar para invitarlos mañana miércoles a mi casa -Ramiro pregunta- ¿y a qué? -Esteban le contesta -pues a platicar sobre nosotros, nuestra vida personal, nuestros pasatiempos, entre otras cosas -Federico dice -posiblemente yo no pueda ir, todo depende de las tareas que me dejen mañana -yo iré si puedo, me llama la atención la dinámica -contesta Ramiro, Esteban les contesta -bueno, los espero en mi casa mañana a las cinco de la tarde a los que vayan a ir -y los seis muchachos se van a sus respectivas casas, Alan saca la patineta de su mochila y en ella se va a la guarida de hielo.

Cuando Alan llega a la guarida de hielo, le dice al dios del hielo -ya me voy Christopher- ¿a dónde vas Alan? -pregunta el dios del hielo, Alan le contesta -con unos tíos, voy a ir a comer para ahorrar más dinero y no quedarme un día sin comer -me parece muy buena idea, que te vaya bien Alan -dice Christopher -gracias, no me tardo -responde Alan, va a cambiarse su uniforme deportivo por ropa de salir y se va en su patineta a casa de sus tíos. Como sus tíos viven más allá del centro de Teluanpic, Alan se tarda cuarenta minutos en llegar.