Capítulo 31: Combatiendo con escudos.

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En el campo de entrenamiento llegan María Fátima y el dios del hielo y ven que Alan sigue tratando de sujetar un escudo de hielo, el dios del hielo le pregunta- ¿ya pudiste sujetar un escudo Alan? -Alan le responde -no, pero en eso estoy -y mientras el dios del hielo y María Fátima observan a Alan, éste construye otro escudo de hielo e intenta sujetarlo, pero también se le cae, y pasa lo mismo con los siguientes cinco escudos, pero el siguiente escudo que construye logra sujetarlo, Christopher se sorprende y dice- ¡muy bien Alan!, ahora lánzalo a una pared vacía -Alan lanza el escudo a una pared sin nada colgado, el escudo golpea la pared, se cae y desaparece, el dios del hielo dice -te felicito Alan, lo hiciste muy bien, ok, ¡ahora prepárense con sus escudos, que vamos a realizar una dinámica en la cancha de combate! -María Fátima va por el cubo del escudo y los tres van a la cancha de combate.

El dios del hielo está frente a Alan y a María Fátima y les dice -bien, la dinámica consiste en lo siguiente, yo les lanzaré rayos congelantes, y ustedes con sus escudos se protegerán de ellos, ¿queda claro? -sí, clarísimo -dicen Alan y María Fátima, Christopher les dice -muy bien, comencemos -y todos se acomodan para la dinámica.

El dios del hielo le lanza un rayo congelante a Alan, éste construye un escudo de hielo y lo sujeta, de esta manera logra cubrir el rayo congelante, el dios del hielo le lanza más rayos, pero chocan con el escudo de hielo y no le hacen nada a Alan, el dios del hielo también le lanza rayos a María Fátima, y como ella tiene activado el escudo virtual, éste la cubre de todos esos rayos, el dios del hielo les lanza a ambos más rayos congelantes, pero se protegen de ellos gracias a sus escudos, entonces, el dios del hielo se teletransporta, quedando detrás de sus aprendices, así que les lanza un poderoso rayo congelante, ellos únicamente alcanzan a voltear y al instante se congelan.

El dios del hielo queda decepcionado del error de sus aprendices, por lo que rompe los cubos de hielo, dejando a Alan y a María Fátima libres- ¿qué pasó? -dicen los dos, y el dios del hielo les contesta -que me teletransporté y los congelé por detrás, no reaccionaron a tiempo, estén más atentos, lo haremos de nuevo -y se vuelven a acomodar para repetir la dinámica.

Ya acomodados, el dios del hielo les lanza muchos rayos congelantes de frente a Alan y María Fátima, pero ellos se cubren de todos gracias a sus escudos, así que el dios del hielo se teletransporta, quedando detrás de sus aprendices, pero ellos se voltean y se cubren de todos los rayos congelantes que les lanza, por más que el dios del hielo se mueve de lugar, sus aprendices siempre se cubren de sus rayos, esta dinámica dura unos minutos hasta que el dios del hielo decide detenerla.

Son las 4:40pm y el dios del hielo informa- ¡atención! Como han ejecutado de maravilla su entrenamiento de hoy, los dejaré salir temprano, los espero mañana -María Fátima se teletransporta para irse a su casa, mientras que Alan se queda alistándose para ir a la casa de su amigo Esteban.

Alan y El Anillo Mágico De HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora