𝐿𝑎 𝘩𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎 𝑑𝑒 𝐷𝑟𝑎𝑘𝑒𝑛 (𝑇𝑜𝑘𝑦𝑜 𝑅𝑒𝑣𝑒𝑛𝑔𝑒𝑟𝑠)

02: Noticias

Pov Adrik

— Ya voy, ya voy.— le respondí para después quitarme el cinturón y levantarme de mi asiento.

Venga que el viaje fue aburrido, no hice nada más que escuchar música, ver las nubes y dormir, aún no me acostumbro a esto.

— Bien jovencita, es hora de bajar.—  dijo Dimitri poniéndose recto, tanto que creo que su espalda le molestará después.

— Ya escuché.

Comencé a caminar a la puerta siendo seguida por él, hibamos en silencio hasta que habló.

— Y bien ¿Qué tal el viaje?

— Normal supongo.

— ¿Sólo normal?

— Fue algo aburrido, qué te puedo decir?— dije mirándolo con una cara seria, y llegamos a tierra.

Mientras él hiba por nuestras cosas yo me quedé a esperarlo junto a un señor que hiba vestido de traje negro, a juzgar por como se ve, supongo que debe ser uno de los guardias de papá.

— Ya está listo, andando que no quiero problemas por llegar tarde.

— Bien, vamos.

Comenzamos a caminar y a decir verdad yo hiba mirando a todos lados, era la cuarta vez que hiba a Japón, pero parecía como si nunca hubiera estado en ese lugar. Las personas nos miraban y murmuraban entre ellos, no presté mucha atención ya que hiba metida en mi mundo, hasta que claro, alguien interrumpió mis pensamientos.

— Si sigues haciendo eso terminarás en el suelo, anda y sube al auto.

— Lo siento, es sólo que sigue siendo extraño.— le dije a lo que me miró algo confundido, sólo negué con la cabeza—  Olvidalo, vámonos ya.

El chófer se acercó y abrió la puerta trasera para que yo entrara, y así lo hice, después de unos minutos Dim entró al igual que el chófer.

— Bien, ya sabes a donde es así que andando.— le dijo al chófer a lo que el sólo asintió y comenzó otro viaje.

A diferencia de los otros viajes, este se sentía extraño, el ambiente estaba algo tenso y más por la forma en la que Dimitri se veía, a kilómetros podría notarse su nerviosismo.
Pasé todo el rato viendo como movía sus manos y miraba cada cierto tiempo su reloj, a juzgar por su postura algo me dice que no se viene nada bonito.

Mientras pensaba en cuál podría ser la razón de sus nervios, miraba por la ventana, la gente caminando por las calles, las parejas que caminaban de la mano, algunos llevaban niños otros hiban solos, se veían tranquilos, por un momento mi pecho empezó a comprimirse y una lágrima salió y emprendió un viaje por mis mejillas al ver a todas esas personas disfrutar de la compañía de sus hijos, amigos o parejas, no pude evitar sentir un poco de envidia, siempre quise algo como eso, pero como dicen "No todo en la vida sale como queremos", así que debía conformarme con mi vida, aunque no me agradara del todo.

Al parecer él se dio cuenta que yo estaba llorando, ya que sentí su mano sobre mi hombro y me giré para verlo.

— Sé que es difícil, pero no estás sola, aunque no seas mi familia yo te quiero como si lo fueras, no llores por cosas que no lo valen, si?— me dijo con una sonrisa que me hizo calmarme un poco.

Quedamos en silencio durante lo que faltaba, al rededor de 30 minutos el auto se detuvo frente a lo que parecía ser un hotel de lujo o algo así. Cabe recalcar que este lugar es demasiado grande, tenía parecido a un templo antiguo, sólo que modernizado y mucho más grande.