13: Problemas y más problemas 卍

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—¡Abuelo Shin! ¡Date prisa, tardas demasiado!— gritó la peliblanca mientras lanzaba piedras a la ventana de la habitación de Shinichiro, este se asomó y le tiró un zapato en la cabeza.—¡Oye!

—¡Deja de lanzar piedras, te dije que ahora voy!— dijo haciendo un puchero, y cerrando de nuevo la ventana.

—¡Entonces apurate, anciana! ¡Dijiste eso hace horas!

—¿Ri-chan?—dijo una voz detrás suyo, ella se giró y se encontró con Emma, esta hiba acompañada de Ken y Mikey.

—¡Emma querida!—dijo con una sonrisa mientras se acercaba a la menor.

—¿Porqué estabas gritando?—preguntó Ken mirándola serio, ella rodó los ojos y pasó un brazo por los hombros de la Emma.

—Shin es un anciano tonto, llevo casi una hora aquí esperando a que salga.—al decir eso una vena se marcó en su frente y se notaba algo irritada.

—¿A dónde van?

—No tengo idea, sólo dijo "Quiero que me acompañes a un lugar"—dijo tratando de imitar la voz de Shinichiro, quien ya estaba parado frente a ella cruzado de brazos.

—No hablo así.

—Nunca dije que lo hicieras, anciana.

—Calla, la única anciana eres tú.

—¿Perdón? Tardaste mucho en vestirte, no jodas.

—Como sea, y hola chicos.—dijo saludando a los otros tres que sólo negaban con la cabeza mientras se reían de ellos, y es que estos tenían la vaga costumbre de discutir por todo y por nada. — Bueno, los veré más tarde, vámonos ya, anciana loca.—dijo mientras comenzaba a correr fuera de ahí.

—¡Alto ahí Shinichiro Sano!—gritó la peliblanca y salió corriendo detrás de él, no tardó en alcanzarlo y se le lanzó encima haciendo que ambos cayeran al suelo.— En tu vida vuelvas a llamarme anciana.

—Como digas.—la tomó por la cintura y la ayudó a levantarse—Andando, viejita.

—¡Shin!

—JAJAJAJ lo siento, vámonos ya.

Ambos caminaron por un largo rato, hiban en silencio, no era un silencio incómodo ni molesto, era uno agradable, Shinichiro por su parte hiba haciéndole bromas en todo el camino, y ella simplemente se aguantaba las ganas de golpearlo.
Su camino fue así hasta que llegaron a un local ubicado en el centro de la ciudad.

—Shin.—lo llamó mientras se detenía frente a ese lugar.

—¿Hmm?

—¿Qué hacemos aquí?

—Sigueme, ya verás.—le respondió con una sonrisa en su rostro, tomó unas llaves y abrió el candado, se acercó a ella puso una venda sobre sus ojos.

—¿Qué me haces?

—Sólo cierra los ojos y relajate mujer, es una sorpresa.— ella lo hizo y él terminó de abrir ese lugar, luego de ello se puso detrás de ella y comenzó a avanzar cuidando de no quitar su vista del camino.

Al estar dentro se aseguró de que todo estuviera en su lugar y se acercó de nuevo a Adrik, quien esperaba impaciente, le quitó la venda que le había puesto anteriormente.

—Tadaaaaaaa.— ella abrió los ojos lentamente y su vista se iluminó al ver ese lugar.

—¡Wooaaaaaa! ¿Qué es este lugar?

—Es mi taller, hace un tiempo quería traerte pero apenas tuve oportunidad de hacerlo.

—Wow, ¡es increíble!— dijo ella mirando a todos lados con curiosidad y atención en cada detalle de ese lugar.

𝐿𝑎 𝘩𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎 𝑑𝑒 𝐷𝑟𝑎𝑘𝑒𝑛 (𝑇𝑜𝑘𝑦𝑜 𝑅𝑒𝑣𝑒𝑛𝑔𝑒𝑟𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora