La madre de Hyunjin lo esperaba en el mesón de la cocina con el desayuno servido, cuando este salió de su habitación con el cabello mojado producto de la ducha que se había dado.
—Pensé que llegarías más tarde anoche.
El pelinegro no pudo evitar sonreír ante el recuerdo de lo que había pasado con Felix la noche anterior. —La fiesta terminó antes.
—¿Y eso es bueno? ¿O por qué sonríes? —su madre alzó una ceja, antes de darle un sorbo a su café.
Hyunjin se encogió de hombros, mientras le ponía mantequilla a un pedazo de pan, y decidió que no le contaría todavía, sabía que lo molestaría apenas supiese y quería ahorrarse al menos unos días de ello.
—Papá vino a verme ayer.
Su madre frunció el ceño levemente ante el repentino cambio de tema, pero lo dejó pasar.
—Lo sé, estuvo aquí ayer.
—¿Estuvo aquí?
La mujer asintió. —Vino después de dejarte en tu clase.
—Ustedes... No estarán haciendo cosas extrañas —sugirió el pelinegro con una mueca de disgusto.
—De alguna forma te tuvimos, ¿No? —respondió ella, de una manera despreocupada, soltando finalmente varias carcajadas al ver la reacción que había tenido su hijo.
—Ya, entendí, me estabas jodiendo —soltó Hyunjin, mientras rodaba los ojos. —¿Algún día dejarás de hacer bromas de este tipo?
—Cuando dejes de reaccionar así, es que te ves adorable todo asqueado —dijo su madre, sonriente, apretándole las mejillas.
El pelinegro apartó sus manos suavemente, y bufó. —Me lo creo porque es posible.
La mujer le dio un pequeño golpe en su nuca mientras se dirigía hacia su habitación, dando a entender que no estaba de acuerdo con lo que había dicho. El pelinegro soltó una pequeña risa.
—Hoy tengo turno doble, así que, no volveré hasta mañana. ¿Tienes planes para la noche? —le preguntó ella, subiendo un poco el tono de voz al estar en la otra habitación.
El contrario, sobando su nuca por el golpe, terminó de mascar lo que tenía en la boca y tragó antes de responderle.
—Nada por ahora, creo que me tomaré el día para adelantar uno de los libros que debo leer.
—Asumo entonces que irás a la biblioteca.
Hyunjin asintió y agregó: —Luego iré a la clase de ballet y estaré de vuelta aquí.
—Bien, ¿Saldrás pronto? Porque me daré un baño largo, necesito relajarme antes de estar mil horas de pie.
El pelinegro revisó la hora en su celular y se dio cuenta de que no era tan temprano como creía, así que sería mejor si salía pronto.
—Me despido ahora entonces —le dijo a su madre, dándole a entender que saldría antes que ella del baño, entrando a su habitación y dejando un beso en su frente —No te sobre esfuerces.
—Cuídate, no vemos mañana, te dejaré algo para comer —le respondió su madre cariñosamente, dándole un corto abrazo antes de encerrarse en su baño, mientras colocaba música desde su celular.
Hyunjin entró a su propia habitación, suspirando, y se arrojó a su cama, recostándose por unos segundos.
Anoche, luego de llegar a su casa, se había quedado un buen rato despierto, dejando salir de vez en cuando una sonrisa cuando recordaba toda la situación con Felix.
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Relevé | 𝑯𝒀𝑼𝑵𝑳𝑰𝑿
Ficção AdolescenteHyunjin era el alma de la fiesta; Felix nunca había ido a una. Hyunjin tenía buenos amigos y una relación sana con su madre; Felix no quería molestar a nadie. Felix necesitaba hacer todo a la perfección; a Hyunjin no le podía importar menos aquello...