My Sweet Dad

"Capítulo 21 "

The Times (Diario de Londres)

Han pasado tres semanas desde que el actor Tom Holland sufrió un accidente automovilístico bastante aparatoso. Según fuentes, el actor británico de 22 años está en coma y fue sometido a distintos exámenes clínicos y observaciones.

—T/N: Tres semanas han pasado desde que Harry llamó a mi celular diciendo que estabas en el hospital. Harrison está avanzando positivamente, pero a veces entra en un estado de depresión por tu situación. Tu madre me ha estado ayudando a cuidar a Kiara mientras estoy en el trabajo y tu padre trata de animar a todos, pero no son las mismas sonrisas de siempre —rió bajo—. Tessa también te extraña; me mira con esos ojos de ilusión buscándote, pero su mirada muestra tristeza al no verte —acaricié una parte de su mano—. Cada que duermo en tu habitación, Kiara te busca, y un dolor en el pecho aparece al escucharla romper en llanto —tomé su mano con miedo de no sentirla cálida—. Sobre mí... no ha pasado nada nuevo. La semana pasada, Paddy pidió dormir en tu departamento, pero no pudo soportar no sentir tu presencia. Cada día, al salir del trabajo, vengo directo al hospital, y aunque esté cansada, no me iré hasta que despiertes y puedas venir conmigo a casa. Tus fans han mandado muchos mensajes y regalos; están muy preocupados por ti. También conocí a Zendaya, y la verdad, nos estamos llevando muy bien. Louis estará en el reclusorio un tiempo antes de irse a [tu país]; pedí una orden de restricción para mi familia. No me gustaría enterarme de otro accidente —seguía tomando su mano—. A veces, al entrar a tu departamento, siento un vacío... ese vacío de que tú no estés en él. Solo quiero que estés conmigo, junto a mí, junto a tu hija. Amor, no le puedes fallar a Kiara —unas lágrimas corrieron por mis mejillas y recargué nuestras manos en mi frente—. Por favor...

Sentí un pequeño apretón de su parte y miré atentamente su mano.

—¿Tom? —sus hermosos ojos comenzaron a abrirse. Trató de hablar, pero los tubos lo detenían, y al parecer empezó a entrar en pánico, ya que su apretón en nuestras manos se hizo más fuerte—. Ey, ey, tranquilo. No hables, voy por el doctor —salí corriendo de la habitación. Era muy de noche, así que no había muchas personas.

Treinta minutos después, sometieron a Tom a tres exámenes. Le quitaron los tubos, dejando solo uno en la garganta, ya que era el que le brindaba oxígeno. Al salir, el doctor me dijo que tendría que estar cuatro días en observación y, si todo salía bien, podría ir a casa en silla de ruedas. Le agradecí y volví a la habitación.

—Hola —susurré. Él me sonrió, ya que aún no podía hablar. Me senté en la silla de al lado y tomé un pizarrón que las enfermeras habían dejado para que pudiéramos comunicarnos. Le sostuve el pizarrón y él tomó un plumón para escribir con dificultad.

Tom: Te ves cansada. ¿Fue mi culpa? —señaló mis ojeras.

—No, bueno... en parte. Estuve muy preocupada las últimas semanas.

Tom: Lo lamento.

—No tienes por qué lamentar nada, amor —me regaló una sonrisa, le costaba por el tubo.

Tom: *¿Puedo ver a Kiara? :) *

—Tal vez mañana. Está con Harrison y deben de estar dormidos.

Tom: Deberías descansar, amor.

—No me quiero separar de ti —susurré con lágrimas. Tom también me miró con sus ojos cristalizados—. Perdóname por todo —tomó mi mano y la acarició con ternura.

Tom: No tuviste la culpa. No llores, por favor.

—Deberías dormir un poco. Yo me iré a descansar, ¿sí? —me miró con tristeza. Me levanté y dejé un beso en su frente—. Ya estás aquí, amor. Ya estás aquí.