Everything is Black

4 | El deber siempre es lo primero

La presentación del heredero de la familia Black no era un simple evento social. Era un anuncio de la supervivencia de su estirpe y la continuidad de su línea. Al ser la más noble y ancestral casa de magos sangre pura teníamos expectativas que cumplir y sobrepasar, de las cuales eran solo preocupaciones banales .

Cualquiera se sentiría honrado de ser considerado lo suficientemente digno como para que sea invitado a la reunión. 

Decidimos que como no queríamos interrumpir la tranquilidad de nuestro hogar se realizaría en otra propiedad de la familia en un hermoso pueblo al sur de Inglaterra. Sería una perfecta oportunidad para el primer paseo de los gemelos, cumplirían el año de nacidos pero no queríamos exponerlos deliberadamente al impredecible clima de Inglaterra. 

Después de una semana con los preparativos de traslado a la villa familiar, nos trasportamos hasta nuestro destino. En un majestuoso carruaje, cargado con nuestras maletas y reforzar los hechizos de amortiguamiento y desilusión, de madera maciza oscura sin excesiva decoración, haciéndolo aún más lujoso, tirado por cuatro Abraxan de plumas inmaculadas. Las apariciones, trasladores o los polvos flu aún no serían usados hasta que los niños puedan ser un poco más grandes y consientes. No querían enfermarlos ante tal abrupta exposición a la magia, el miedo de que nacieron prematuros aún persistía en ellos.

El tiempo que compartimos en el carruaje fue ameno y agradable. Los niños jugaron y rieron en nuestros brazos, cuando se cansaron de jugar lo acostamos en una cuna arropados. Mientras nosotros aprovechábamos para descansar y disfrutar de una buena taza de te. Orion había adelantado trabajo como Lord Black en inversiones, acuerdos comerciales y asuntos familiares para enfocarse en sus hijos por su ceremonia de presentación.

Ya acordados la fecha, la hora, el lugar y los invitados que asistirían, solo faltaba llegar a nuestro destino. Las invitaciones ya habían sido repartidas cuatro meses antes de su partida y fueron contestadas una semana después de su envío, y como se predijo no hubo ni uno solo que no confirmara su asistencia a la celebración. Lo cual alegraba su estado de animo.

- Walburga, querida, pronto estaremos llegando a la villa. Quería agradecerte por encargarte de todos los detalles sobre la presentación de los mellizos.

- No te preocupes querido, es parte de mi trabajo. 

A pesar de ser los jefes de la familia no podíamos sobrepasar ciertas reglas específicas las que controlaban a todo Lord o Lady. Como esposa del Lord y madre del Heredero era mi obligación y responsabilidad de manejar no solo los asuntos domésticos como vigilar el trabajo de los elfos domésticos, realizar acciones de caridad en nombre de la familia Black o ser anfitriona de sus propias reuniones sociales. También se debía de supervisar a todas las damas de la familia Black; sus estudios de comportamiento y conocimiento de las tradiciones como miembro de la sociedad mágica, posibles acuerdos matrimoniales y enseñarle a las esposas y esposos que tomarían el apellido Black sobre sus reglas y costumbres. Y por sobre todo la presentación del heredero del Lord. Si bien todos los hijos del Lord serían presentados ante sus aliados y familiares no se comparaba con el poder y peso de un heredero y futuro Lord de la familia.

Los papeles que su esposo debía de aprobar sobre la presentación era infinita pero gracias a sus conocimientos y la compasión que tuvo al ver el mar de hojas en las que estaba sumergido su esposo todos los días la impulsaron a ser más concreta y directa en sus pedidos. 

Los niños aún no despertaban y ellos siguieron conversando de banalidades como jamás se lo permitieron, siempre mantuvieron ese aire formal que se les había inculcado. Nunca se habían dado la verdadera oportunidad de conocerse, cumplieron con su deber y dejaron pasar varias oportunidades enfriando su lazo hasta hacerlo irreversible. Cuando había sido informada de la decisión de los mayores sobre su compromiso, no le tomo la importancia debida y acepto su destino en silencio, ignoró a su primo y lo despreció en silencio por su falta de interes en ella. Había sido infantil y arrogante condenando a su primo por mostrar el mismo interes que ella le mostraba.