TE LLEVO CONMIGO

XXXVIII - La calma antes de la Tormenta (1)

En otras noticias los bosques de Yakushima han sido azotados por incesantes incendios, se desconoce su origen por el momento pero todo apunta a la intervención de villanos. Su finalidad es desconocida... Por lo pronto obtuvimos respuesta por parte del equipo de héroes de la zona: [...]

El sonido de la tv la despertó, normalmente dormía sin ningún sonido de fondo por lo que el mismo la alejo del mundo liderado por Orfeo. Se removió en la sabanas y tanteó con su mano hacia ambos costados Yagi no estaba, se enderezó lentamente y elevo sus brazos al cielo estirándolos acompañados por un bostezo; acomodó su piyama y se encamino a higienizarse. Luego de hacerlo se dirigió al living, de donde provenía el sonido de las noticias sin embargo detuvo su caminar al escuchar al rubio hablar por teléfono:

- Si, lo entiendo...Estoy viendo las noticias ahora...No te preocupes...No creo que sea correcto avisarle ahora...Ten cuidado también Maestro, gracias por avisarme - un suspiro sonoro escapo de sus labios - Esto será complicado.

Una vez que el Héroe dejó su móvil a la peligris le pareció un momento adecuado para arribar la cocina.

- ¿Qué hora es?

- Las 9.

- Buen día - se acercó a él y ambos se fundieron en un abrazo - te despertaste hace mucho tiempo?

- No realmente pero supuse que te gustaría tomar un café con leche - la peligris se acurrucó y asintió en su pecho mientras él acariciaba sus cabellos.

Ambos se sentaron a desayunar mientras charlaban sobre las actividades de ese fin de semana, que era el único momento en el cual podían pasar tiempo juntos por las actividades de cada uno. Sin embargo el rubio se veía preocupado, como si quisiera decir algo y no se animaba.

- Esta todo bien? - preguntó la joven estirando su mano hacia la de su compañero, él solo suspiró, luego de unos minutos habló.

- A partir de la semana que viene estaré ocupado en la Academia y con algunas situaciones personales.

- Esta bien, no te exijas muchos, si? - ____(/) tomó su mano y la llevo a su labios para depositar un beso, él entrelazo su mano y la atrajo hacia su persona. De esta forma la peligris terminó sentada en sus piernas en una sesión de besos intenso.

Nunca habían intimado, al principió ambos estaban avergonzados por la situación juvenil de volver a relacionarse de esa forma con alguien. Pese a ello, con el pasar de los días, ____(/) entendió que había algo más allá que retenía al rubio a la hora de concretar el acto sexual por lo que siempre terminaban ambos disculpándose, un poco incomodos, pero no llegaba nunca a más que besos y caricias.

¿ Qué podría incomodar al Héroe de la Paz? Eso era su cuerpo, aunque él no lo digiera verbalmente había cierto tipo de actitud que insinuaba que así era: nunca lo vió desnudo, ni siquiera del torso hacía arriba. Lo cual era normal por el clima que estaban transitando sin embargo tampoco se quitaba la ropa delante de ella, jamás. Lo máximo que logro ver fue un día de lluvia que el le cedió su abrigo para quedar solo con una camisa por debajo la cual era negra y tampoco le permitía dilucidar mucho. La duda siempre estuvo pero nunca se animó a preguntar, sabía que Yagi estaba acomplejado con su cuerpo pero en ese momento no sabía hasta que punto, ahora luego de un tiempo prolongado de pseudo convivencia entendía que eran las cicatrices del pasado, de su juventud, que calaban en su cuerpo y lo atormentaban, tanto las victorias como las derrotas.

El desayuno terminó y ambos fueron al sillón a ver películas, actividad que se prolongó durante toda la tarde.

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- Algo anda mal - Winry que sostenía en brazos a su hijo más pequeño que yacía dormido en los brazos de su madre, tan cómodo y tranquilo, se removió un poco por lo que la pelgiris hizo silencio. La rubia hizo señas de que iría a acosarlo y continuaban hablando.