Mírame (NamJin)

2: Bonito y tierno

Cuando Namjoon se fue, Seokjin buscó a Jungkook y a Taehyung para contarle sobre el invitado especial. En el camino se encontró con el elfo gris que había hablado con Namjoon y dejó que se subiera a su mano para preguntarle sobre el líder.

-Está conversando con los duendes y hadas sobre el relato de los primeros acerca de extraños gritos pero seguro vuelve en un rato, mientras tanto, me encargaré de vigilar al silfo - analizó la postura de Seokjin por unos largos segundos- te vi seguirlo hace un rato, no te confíes demasiado, aún no sabemos por qué huyó de su casa.

Los ojos se iluminaron ante las palabras del pequeño -¿Puedo encargarme yo de vigilarlo?

-¿Acaso escuchaste algo de lo que dije? -suspiró sin mirarlo y luego saltó de la mano hacia un árbol cercano- bien, acepto únicamente porque vi tu nombre dentro de la lista de guardianes esta mañana.

-Nunca te había visto en las reuniones, ¿cuál es tu nombre? Yo soy Seokjin.

-Mi nombre es Eru, guardián de los bosques y soy el encargado de controlar que todos los elfos y elfas cumplan con las normas de nuestra comunidad.

El mayor sonrió por el entusiasmo de Eru al hablar, era extraño no tener una mínima idea de su existencia, estaba consciente que eran muchos y por lo general son bastantes reservados pero le hacía muy feliz hacer nuevos amigos.

Eru se fue corriendo hacia la tienda de comercio que disponían en la aldea y él decidió seguir buscando a Jungkook y Taehyung. ¿A dónde se habrán metido estos niños? Tras dar unas vueltas por el lugar, los encontró cerca de las plantaciones de verduras y vaya impresión le dio verlos dándose besos entre medio de risas tontas.

-Ya no tienen ningún respeto por las pobres almas solitarias y tú, Tae, no es muy caballeroso de tu parte quitarme a mi hermanito frente a mis ojos -su sonrisa cuadrada lo hizo sacar de quicio- te estoy hablando enserio, ¿no piensan esperar a la primavera? son unos descarados.

-Jin... solo nos estamos besando, te juro que no hemos hecho nada más, también estoy esperando a la primavera. -Jungkook se acercó para abrazarlo y Taehyung también se unió, dejando al mayor sin aire- ya, ya, ya, vengo a contarles algo -los tres se sentaron en el suelo y Jungkook no dudo en sostener en su mano una pequeña mariquita- Hay un silfo en la aldea, apareció esta mañana de la nada, al parecer huyó de su casa y pidió quedarse un tiempo. Es hermosísimo, alto, con cabello morado y...

-Jin, estás hablando de un miembro del primer sector, así que... olvídalo -Jungkook comentó mientras dejaba a la mariquita volar lejos de su mano.

-No seas tan negativo cariño.

-Tu comentario estuvo de más, no quise insinuar nada, solo resaltaba las evidentes cualidades de Namjoon.

-¿Namjoon? Así que el silfo tiene nombre y tú ya lo sabes, mmm... -Jungkook negó- ¿Por qué mejor no invitas a Jae Hwan a la celebración? Estoy seguro que no lo hiciste cuando te lo pedí.

-¿Por qué yo? Son ustedes los protagonistas de ese día, hazlo tú.

-Pensábamos que a Jae Hwan le haría feliz recibir la invitación de tu parte -Taehyung comentó mientras se levantaba, seguido de Jungkook- avísame si al final no quieres.

-Nos vemos luego Jin, tenemos que entregar un mensaje a las comunidades vecinas y cuando tengas tiempo, deberías hacer lo mismo o el líder podría molestarse -Jungkook tomó la mano de Taehyung y ambos se alejaron.

Aburrido, se levantó y salió en busca de Namjoon, quien quizás ya estaba desocupado. Lo buscó en los alrededores, cerca del lago donde conversaron e incluso por alguna que otra zona más alejada pero no había rastros de él. Cansado, volvió al centro de la aldea y se dispuso a leer los avisos que el líder había escrito con las claras advertencias de las normas infringidas por miembros del tercer sector, que serían entregadas por los guardianes, de los que claramente Seokjin era parte.