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Domingo por la mañana, un dia perfecto para cualquiera, menos para Aizawa, su dia recién empezaba y ya sentia que le estallaba la cabeza, nada que un cafe no arreglara. Trato de pararse pero un pequeño quejido lo alertó, dirigió rápidamente la vista al lugar del que provenia, casi sobre el se encontraba su mejor amigo, ¿como no lo notó antes?, empujo al rubio levemente para despertarlo pero termino tirandolo de la cama sacandole varios quejidos, fue entonces que también se dio cuenta que solo traían ropa interior, trato de recordar lo que habia pasado la noche anterior, lo ultimo que recordo fue empezar a beber con la liga y despues todo estaba en blanco.

En el suelo el rubio seguia quejandose hasta que el pelinegro le lanzo una almohada en la cara.

-¿Me puedes decir que carajo estas haciendo en mi habitación? - pregunto algo nervioso por la respuesta

-No lo se - respondió el rubio poniendose de pie y observando al pelinegro, poniendose nervioso al verlo casi desnudo

-¿Sabes que paso anoche después de que regresamos? -

El rubio nego con la cabeza y el pelinegro comenzó a maldecir en voz baja.

-Dime que no hicimos nada - dijo el pelinegro de nuevo, el rubio sonrió, - no puedo creer que estes casi desnudo en mi habitación

-Tal vez........ - respondio el rubio dandole la espalda para que el pelinegro no viera su sonrisa, jugarle una broma seria muy divertido

-¿Tal vez?, ¿es una jodida broma cierto? - ya no estaba nervioso, ahora mas bien parecía molesto

-Bueno, recuerdo que me abrazaste toda la noche, pero no entiendo porque te molestas - dijo gateando en la cama hasta quedar sobre el pelinegro - dormíamos asi cuando eramos estudiantes

-Vete a la mierda Hizashi - respondio el pelinegro tratando de tirar al rubio de nuevo - y largate de mi habitación

El rubio se negó y comenzo a acercarse mas al pelinegro, tratando de besarlo mientras se burlaba internamente del sonrojo de su amigo, hasta que unos golpes en la puerta detuvieron a ambos, se separaron y el pelinegro se vistio rápidamente, abrio la puerta solo un poco, era Vlad.

-¿Que quieres? - pregunto von su característico tono cansado

-Nezu nos quiere a todos en su oficina, por cierto ¿has visto a Mic?, no lo encontré en su cuarto - respondió el mas alto cruzando los brazos

-Ya salgo, y no, no lo he visto - dijo cerrando la puerta justo antes de que el rubio comenzara a reirse de su amigo - deja de reirte y vístete tenemos que ir con Nezu

El rubio no dejo de burlarse de las reacciones del pelinegro mientras se vestia, despues salieron del cuarto primero Shota, casi chocando con Vlad, quien se habia quedado afuera, despues salio el rubio.

-Dijiste que no lo habias visto - comento el mas alto

El pelinegro ignoro el comentario y comenzó a caminar hacía la oficina del pequeño roedor, el rubio lo siguió de cerca, dejando solo al peligris. Al llegar a la oficina ya estaban los demás profesores, solo faltaban ellos dos, Nemuri y Vlad, se sentaron sin saludar, poco despues entraron los otros dos profesores y la reunion comenzó.

Despues de casi tres tediosas horas, la reunion termino, solo hubo un tema de discusión, la desaparición de Bakugo, el pelinegro fingio decepción al oir que no habia resultados, ahora sabia que su alumno estaba bien, aunque el lugar no le agradara, por otro lado pudo notar que lo que decia Hizashi la noche anterior era cierto, nadie estaba preocupado por el rubio, ni siquiera el director fingía estarlo, mas bien parecian muy alegres por la ausencia del menor, a Shota le daban ganas de golpearlos a todos. Regresó a los dormitorios a paso lento, siendo seguido de cerca por el rubio que no paraba de hablar, antes de poder entrar a los dormitorios una voz lo detuvo, era Kirishima, el pelirrojo se veía preocupado.

-Sensei, ya saben algo de Blasty? - pregunto frotando sus manos en espera de una respuesta positiva

-No, aun no tenemos nada, pero seguiremos buscando, ahora regresa a los dormitorios - el pelirrojo solo asintió, parecia a punto de llorar.

Shota suspiro y entro al edificio en silencio, siendo seguido, nuevamente, por el rubio, trato de encerrarse en se habitación para volver a dormir pero el rubio no lo dejo, resignado lo dejo entrar tirandose sobre la cama, sin darse cuenta el mas alto puso el seguro de la puerta y se acerco a el borde de la cama, sentandose junto a el.

-Has estado muy tenso Shota - comentó pasando una de sus manos por la espalda del pelinegro

-Dejame en paz Hizashi - respondió entre gruñidos alejandose un poco

-Te vendría bien un masaje - dijo ignorandolo e inmediatamente se subio en la espalda del pelinegro, ya que sus intenciones eran mas que hacerle un masaje

-Bajate ahora! - grito tratando de tirar al rubio que comenzaba a bajar el cierre de su mono con una sonrisa

El pelinegro dejo de quejarse unos segundos despues, sabiendo que su amigo no se detendría, cuando dejo de hacerlo el rubio deslizó la parte superior del mono hasta la cintura del pelinegro comenzando un masaje desde los hombros hasta la cintura, el pelinegro se relajó y cruzó sus brazos bajo su cabeza, estaba tan relajado que no se dio cuenta en que momento su amigo comenzó a besar su cuello sin detener el masaje, solo disfrutó las carcias que luego el mismo continuó con un profundo beso siendo segundos después el se quien se encontraba sentado sobre el otro mientras el rubio deslizaba sus manos dentro del su ropa interior, acariciando su entrada, se estaba dejando llevar, a pesar de que nunca le gusto su amigo en este momento no queria separarse, ni dejar de sentir las manosdel rubio sobre su piel.

La ropa de ambos termino en esparcida sobre el piso y parte de la cama mientras ambos adultos seguian besándose, solo que ahora Hizashi penetraba el pelinegro con dos dedos mientras este le masturbaba, pocos segundos pasaron antes de que el rubio comenzará a penetrar al pelinegro, muentras los jadeos y gemidos quedaban ahogados entre los labios de ambos. Terminaron sudados y cansados, quedandose dormidos de nuevo.

Mientras, en la guarida de la liga, Bakugo esperaba ansiosamente el juguete que le prestaria Tomura, queria hacer sufrir al bastardo, despues se encargaria de Momo.

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La depresion de un ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora