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Advertencia :este capitulo sera un poco violento si no te gusta este tipo de contenido puedes saltar los parrafos bajo y sobre la flor.

Abrio lentamente los ojos, le dolia el cuerpo, su mente trato de recordar completamente lo que habia pasado, recuerda entrar al callejon, y jugar con los listones que colgaban de su mochila, recordaba haberse desesperado despues de muy poco tiempo, un monton de cajas cayendo frente a ella, el rubio cenizo al que tanto odiaba atacandola, fuego azul y un peliceleste cubriendo su cara con un pañuelo. Quiso moverse, pero sus manos estaban atadas, trato de crear una navaja para cortar la cinta que mamtenia sus manos en el respaldo de la silla.

Nada.

No podia crear nada y lo descubrio rápidamente cuando intento con su objeto favorito : una matrioshka, talvez usaron alguna droga para que no pudiera usar su don, penso tratando de soltarse aun. Se desespero y comenzo a jalarse mientras algunas lagrimas bajaban por sus mejillas, cayendo por su barbilla y mojando sus piernas por sobre las medias de mariposas. Una fuerte sensación de miedo se apodero de su cuerpo entero, haciendola temblar y sollozar mientras se jalaba con mas fuerza rompiendo solo un poco de cinta, siguio intentando hasta que sin haberlo notado antes a la persona frente a ella un vaso de agua caliente fue lanzado sobre su cuerpo, haciendola gritar.

-No es muy educado tratar de escapar rompiendo la cinta - susurro acercando su cara a la chica conectando los ojos negros de ella con los rubíes de él.

-B-Bakugo... - dijo entrecortada, los labios del rubio se curvaron hasta mostras una muy grande sonrisa

-Esa cinta es cara.....

Se alejo de la chica tomando una taza de manos del peliceleste, tomando lentamente un poco de su contenido.

Dejo la taza en la barra y se acerco a la chica, esta vez con una delgada caja forrada en gamuza negra, puso la caja en el piso frente a la chica.

-Creo que eres la indicada para probar el regalo que me dio Chisaki - menciono, sacandole un pequeño gruñido al peliceleste y una sonrisa de burla a Chisaki

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La pelinegra temblo, su mente divago y considero muchos juguetes sexuales que podrian caber en esa caja, pero no espero ver un latigo de metal con un par de guantes de cuero con la palma descubierta

La pelinegra temblo, su mente divago y considero muchos juguetes sexuales que podrian caber en esa caja, pero no espero ver un latigo de metal con un par de guantes de cuero con la palma descubierta

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(el latigo es como este, imaginen que es de metal)

-Sabes este látigo es un poco diferente a los comunes - digo el cenizo colocandose los juantes y tomando el latigo - El pajarraco dijo que extraeria la glicerina de mis manos dirijiendola a la punta para que cuando lo deseara hiciera una pequeña explosion en mi mano y esta se dirijiera a la punta, ¿Quieres saber si funciona? - la pelinegra nego con la cabeza sin atreverse a hablar

El cenizo se alejo un poco lanzo el primer latigazo pero la explosion sucedio antes, aun asi la chica grito

-Suponfo que seguire intentando - dijo preparandose para golpear otra vez - pero antes dime, ¿porque lo hiciste?

La depresion de un ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora