you are the only one

A tu lado

Rin aún no lo podía creer, ¡Era la novia oficial de Sesshomaru Taisho!. No podía evitar dar vueltas y vueltas de felicidad por toda la casa. Sus padres estaban sorprendidos de verla con tan especial buen humor.

Después de regresar de la Mansión Taisho llamó inmediatamente a Kagura y a Bankotsu para contarles lo sucedido el día anterior, sobre cómo fue su primer beso con el peliblanco y como después él confesó amarla con las palabras más bellas que hubiera escuchado jamás. Claro que omitió a propósito el episodio con Inuyasha en estado etílico, por lo que sólo se limitó a contarles que Inuyasha ya sabía sobre la situación y que les daba la bendición para continuar con su nueva y floreciente relación.

Sin embargo la duda y la preocupación no tardaron en embargar al par de amigos, ya que Sesshomaru Taisho era un conocido mujeriego rompecorazones y era famoso por su trato grosero con las mujeres que querían llegar a ser algo más que sólo una simple aventura. En cambio Rin era un pequeño rayito de sol que nunca lastimaría a nadie y estaba dispuesta a ver el bien en todos.

Los amigos no se preocuparon cuando la pequeña Rin les contó que pasaba sus almuerzos con el peliplata, ya que consideraban a Rin una chica lista que no se dejaría seducir por una cara y cuerpo sexy, además de que veían muy reciente el acontecimiento con Inuyasha y no creían que la castaña persiguiera una relación amorosa en ese preciso instante.

Así que, ante las nuevas noticias, no tardaron en expresar sus dudas y preocupaciones, pero la castaña les aseguró que no tenían por qué preocuparse, ya que ella estaba segura que las palabras y acciones del peliplata eran sinceras. Ante esto los amigos no protestaron, ya que aunque la pequeña Rin se empeñaba en ver el bien en todas partes no era ninguna ingenua y sabía leer bien a las personas. Tenía una sensibilidad especial, así que cuando se le acercaban con malas intenciones, era la primera en alejarse.

De cualquier manera, tanto Kagura como Bankotsu le pidieron el número de teléfono del Taisho a Inuyasha una vez finalizada la llamada con su amiga y ambos le mandaron mensajes muy amenazantes de lo que le podía pasar si llegaba a hacer llorar a su amiga alguna vez.

Sesshomaru sólo rodó los ojos ante el estúpido pensamiento de que él le pudiera llegar a hacer daño a Rin. Preferiría morir protegiéndola de cualquier peligro antes que lastimarla él mismo.

El lunes muy temprano por la mañana el auto del Taisho se aparcó a las afueras de la casa de Rin.

La castaña salió muy entusiasta con su mochila al hombro a saludar al peliplata con un apasionado beso en los labios, cuando el sonido de alguien aclarándose la garganta en el asiento trasero llamó su atención.

Se trataba de Inuyasha. La chica observó sorprendida a su amigo, a lo que éste sólo declaró que ya se había cansado de tomar el autobús y que su padre no dejaría que el chofer de la mansión lo llevara, siendo que podía viajar perfectamente con su hermano. Pero Rin lo conocía bien y sabía que esta era su forma de tratar de hacer las paces con su hermano y de cerrar la brecha que lo separaba de su buena amiga.

El camino hacia la escuela ya no fue silencioso como antes ya que ahora fue Sesshomaru el primero en romper el silencio preguntándole a Rin como había pasado la noche, luego Rin e Inuhasha se adentraron en una conversación banal y Sesshomaru se limitó a escucharlos con una expresión serena mientras respondía eventualmente las preguntas que Rin le hacía para incluirlo en la conversación.

Rin también pudo notar que su amigo se dirigía a ella en un tono un poco más rudo. Por lo general a ella siempre le habló en un tono delicado, como si fuera una delicada flor que se podía romper fácilmente, pero ahora su tono era distinto, sin sutilezas y muy directo, pero en lugar de entristecerse o sentirse ofendida, Rin se alegró, ya que Inuyasha no trataba de ser grosero, era simplemente la forma en la que le hablaba a sus amigos cuando les tenía mucha confianza, y así se dio cuenta que Inuyasha ya estaba dando los primeros pasos para seguir adelante empezando a tratarla como solo una amiga más.