Mi Evans (James Potter Y Tú)

Capítulo 49

*Narra James*
Eran alrededor de las dos de la mañana cuando ______________ volvió a despertarse sobresaltada. Desde hace dos semanas le ocurría, desde que había nacido Harry.

La abracé para que se calmara un poco, ella se aferró a mí y sollozaba en silencio, no quería despertar a Harry, que dormía en su cuna. Acaricie su espalda mientras se calmaba; últimamente volvía a soñar que ambos íbamos a morir y le atareaba la idea de dejar solo a Harry, aunque sabíamos que estarían los demás con él.

Yo también tenía miedo de no estar con él, pero si podía salvar la vida de mi esposa para que esté con él, lo haré.

—Perdón por despertarte —me dijo con una sonrisa triste.

—No me importar —le di un beso en la frente—. ¿Quieres volver a dormir? —al hacer esa pregunta vi que la idea la aterraba—. ¿Qué tal si hablamos de algo? Puede ser lo que tú quieras —le dije con cariño.

Ambos nos sentamos en la cama, recargando nuestras espalda en la pared y empezamos a hablar nuestros momentos en Hogwarts. Cuando yo estaba tras ella y me rechazaba, haciéndola reír un poco.

Hablando cuando nos casamos y en ciertas ocasiones de Sasha, que sabía que la extraña tanto como Remus.

—A ella le hubiera encantado Harry —me dijo con una sonrisa—. Y te hubiera golpeado porque se parece a ti —me hizo sonreír.

—Y a Sirius lo hubiera golpeado por ser la madrina —ambos reímos.

—Pero debemos admitir que está siendo un buen padrino.

Y era verdad. Sirius se había tomado muy en serio ser el tutor de Harry por si nos pasaba algo. Le gustaba estar con él cuando despertaba, le contaba sobre nuestras aventuras en Hogwarts y solo nos lo regresaba cuando tenía hambre o teníamos que cambiar el pañal. Remus tampoco se quedaba atrás, él también cuidaba de Harry, aunque con algo más de miedo, pero ahí estaba. Y ora sorpresa de todos, Regulus también estaba al pendiente, aunque no lo aparentaba tanto.

—Si algo nos pasa, están capacitados para cuidarlo —siguió ella y la mire—. Harry no sufriría a estar con Petunia y Lily podría visitarlo con Emma, tener una familia que de verdad lo ame y...

—Alto ahí, pelirroja —le dije y ella me miró—. Yo no voy a dejar que estemos lejos de él. Al menos intentaré que tú estés con él.

—Tenemos que estar los dos —frunció el ceño—. Yo no podría hacerlo sin ti.

—Claro que podrías —sonreí—. Tenias a cuatro niños a tu cargo en Hogwarts.

—Y vaya que se comportaban como niños —sonrió un poco—. Pero James, ambos sabemos que el momento de enfrentarlo está pronto —me dijo sería.

—Lo sé —también me puse serio—. Y cuando sea la batalla...

—Yo voy a estar ahí —me interrumpió, haciéndome sonreír.

—Nunca dije lo contrario. Iba a decir que cuando se la batalla ambos pelearemos juntos. Por Harry.

—Por Harry —me sonrió.

Sin más la bese, sellando nuestro trato para mantener a salvo a nuestro hijo cueste lo que cueste.

Nos separamos cuando Harry se despertó llorando. Así que me levante por el, meneando un poco cuando lo tenía en mis brazos y volví al lado de mi esposa; ambos mirábamos a nuestro hijo, que había dejado de llorar y nos miraba para luego sonreírnos.

—No puedo creer que hasta tu sonrisa saco —se quejó ella en forma divertida.

—Agradece que le di buenos genes —bromee.