Capitulo 25

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Capitulo 25

Lan Xichen es un hombre de muchas virtudes.

La paciencia, amabilidad y una calma permanente eran ampliamente conocidas por sus amigos y familiares, así que, verlo revisar su teléfono tres veces en el lapso de dos minutos mientras forzaba una sonrisa tratando de aparentar que todo estaba bien era... poco usual, aunque no desconocido.

Meng Yao no era ajeno a esta faceta de su amigo, anteriormente, cuando MingJue, Xichen y él vivían juntos, pocas veces había demostrado un descontrol en sus emociones, era perfectamente entendible cuando convivían tres personalidades distintas en un espacio compartido, además del constante estrés de ser estudiante y practicante a la vez.

Xichen era la voz de la razón en las frecuentes peleas que tuvieron Nie MingJue y Meng Yao hasta por la más mínima razón. A veces, cuando pensaba en ello, se sentía un poco mal por hacer que su amigo perdiera tiempo valioso en arreglar las diferencias de todos.

Al menos había funcionado. Algo. Aún tenía problemas con MingJue y puede que actualmente estén en una especie de ley de hielo debido a su elección de trabajar para la familia Jin, pero pasará eventualmente.

Ahora mismo Xichen necesita un poco de orientación y calma frente a una situación completamente inesperada.

Solo alcanzó a quitarse del camino cuando Jiang Cheng pasó de él camino a la salida, su brazo, de forma inconsciente, se colocó enfrente de la joven Su, quien se mantenía a una distancia prudente detrás de él.

Una vez que el veterinario salió de la tienda, una voz a su espalda le llamó con un tono suave.

—Señor Meng, cree que seria prudente si...— la joven vendedora señalo hacia Xichen, quien estaba en el mismo lugar con un gesto desconcertado, Meng Yao retrajo el brazo y con una sonrisa tranquilizadora, negó con la cabeza.

—Señorita Su, deje me encargo de esto, le llamaré si necesitamos ayuda— la joven asintió con un leve asentimiento, haciendo que parte de su cabello se deslizara suavemente por sus hombros.

Meng Yao hizo un ruido con la garganta para disculparse y posteriormente, retirarse hacia donde estaba su amigo, tratando de concentrarse en lo que era prioridad ahora.

Cuando llegó hasta donde estaba Xichen, el hombre le veía con disculpa escrita en su cara, pero también, podía notar una leve irritación en la forma en que su sonrisa se veía un poco falsa y sus ojos denotaban molestia contenida.

El hombre nunca había sido bueno para enojarse por la sencilla razón de que no explotaba como todo el mundo.

Era algo que les había costado mucho comprender tanto a él como a MingJue cuando vivían juntos, la forma de lidiar con el estrés de tenerlos como amigos o alguna situación molesta pasajera, se manifestaba de formas un poco extrañas.

Se ponía a hornear —Meng Yao estaba seguro que la mayoría de sus éxitos culinarios nacieron a partir de la táctica de mediar entre él y MingJue.

Ejercicio— Una actitud muy sana, debe reconocerlo, pero cuando intentaba arrástralo a dar diez vueltas al parque y una sesión maratónica de cardio, Meng Yao bien podía pedir piedad y ser el primero en disculparse con MingJue por lo que sea que hubieran discutido a pesar de que no era su culpa. MingJue no tenía problema con esa forma de lidiar con el estrés.

Liebing— La música tradicional siempre era relajante y estimulante, pero cuando Xichen liberaba estrés a través de ella, la flauta pasaba a ser un despertador nada alentador a las cinco de la mañana. Esperaba que la hubiera dejado en Gusu.

DEPARTAMENTO 35 A/BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora