El monstruo devora almas (parte II)

867 167 43
                                    

El Segundo Jade se encontraba aún procesando los acordes escuchados, tratando de descifrar el significado detrás de este complicado acertijo. “Personaje temporalmente inhabilitado. No encontrado en la base de datos”. ¿Significaba que las almas se encontraban reposando en otro lado?  ¿Quién o qué era la entidad que le había respondido? Tan distraído en formular una nueva pregunta con las cuerdas que no sintió el frío acercándose a las heridas que jamás sanarían, pero tampoco pudo identificar el calor emanando del cuerpo posicionándose detrás suyo, protegiéndole mientras escuchaba atento la respuesta de la citara.

Luo Binghe apareció detrás de él, cubriendo su espalda con nada menos que su propia carne, la sombra voraz redirigiendo su ataque a esa herida sin sanar en el musculoso pecho del joven hasta que una espada con aura demoniaca disolvió una parte de la entidad.

—¡WangJi! ¿Estás bien?

Preguntó preocupado mientras con una mano tomaba el hombro del cultivador, volteándolo para ver directamente a sus ojos ambarinos que permanecían inexpresivos a pesar de la confusión en su cerebro.

—WangJi ¿Son ellos? ¿Te han dicho algo?

Con cada palabra el rostro del mitad demonio se acercaba a la piel del Jade, quien al sentir la proximidad salió de su trance.

—No

—Entonces sigue tocando

—No están aquí

Lo primero que se leería en el rostro de Luo Binghe sería incredulidad, pero sus ojos se clavaron profundamente en la mirada del otro, como tratando de leer sus pensamientos, queriendo ver más allá de esa gélida expresión, acercándose decididamente a su prisionero favorito par desenmascarar cualquier posible engaño, pero sabía que este cultivador estaba tan tercamente decidido en encontrar esa otra alma, no dejaría ir tan fácilmente esta oportunidad si algo no le hubieran dicho esas cuerdas que aún se retorcían en la citara.

—¿¡Cómo estás tan seguro!? ¡Sigue preguntando! Shizun puede estar atrapado en esa cosa.

Pero el joven Jade solo negó con la cabeza mientras emitía un sonido repitiendo la negativa con la cabeza.

La decepción en los ojos de Luo era evidente, la fuerza acumulándose en todo su cuerpo, haciéndole temblar de furia e impotencia hasta que toda esa emoción retenida estalló en su brazo derecho que sostenía a Xin Mo, dirigiendo un poderoso ataque hacia atrás para cortar dos extremidades oscuras que venían a toda velocidad, la tristeza remplazándose con ira profunda. Otro golpe certero y Xin Mo atravesó la sombra por el medio. Una, dos, tres tajadas fueron suficientes para hacer explotar a aquel ser, evitando que se regenerara. Algunas almas se dispersaron como ráfagas de viento perdiéndose en la distancia, otras desintegrándose junto con el ser extraño, tan digeridas que se encontraban sin fuerza suficiente para volver al círculo de la reencarnación.

Durante un instante, Lan Zhan miraba las luces descomponiéndose, como luciérnagas diminutas que alzaban el vuelo en un ocaso mágico, hasta que sintió el filo de una espada tocar su cuello.

El medio demonio apuntaba a Xin Mo a la garganta del Segundo Jade, mirada furiosa, energía resentida desbordando de su cuerpo.

—¿Qué te dijeron las cuerdas? ¿Sabes donde está mi Shizun?

Pero Lan Zhan no hizo intento de responder, apartando la hoja despreocupadamente con dos dedos, negando con la cabeza.
El cansancio y hartazgo llevaron a Luo BingHe a lanzar todo el peso de Xin Mo contra la blanca y fina figura del contrario, pero el Segundo Jade sacó a Bichen y, ayudado por la descomunal fuerza desarrollada en sus brazos, bloqueó el ataque, quedando frente al enfurecido mitad demonio que no dudaba en destrozar el pueblo que recién habían salvado para sacarle información a ese cultivador traicionero.

—¿Qué estás planeando?

—Encontrarlos

—Eso es lo que yo intento cada vez que abro un nuevo portal, contigo o sin ti el avance era el mismo, así que ¿Por qué no mejor te quitas de mi camino?

—Iré contigo.

—¡¿Qué?!

Luo Binghe no esperaba una respuesta como esta, pero no hacía falta que pensará más allá, por la mente del brillante cultivador cruzaba la misma idea que había llegado a él años antes, en su primer brote de desesperación: Buscar en cada dimensión existente, agotar cada fuerza y recurso en devolver el alma de su amado.

De ahora en adelante, ambos tenían un objetivo en común. Xin Mo se estremeció en el agarre de su dueño, Luo Binghe frunció el ceño, él tampoco deseaba llevar ningún estorbo.

—¿Y si no deseo llevarte? 

Lan Zhan se lanzó hacia adelante, su mano extendida para tratar de arrebatar a Xin Mo, tenía claro que su amado también se encontraba perdido, tal vez en una dimensión distinta a la de ambos, en su mente solo tenía un par de frases repitiéndose “Favor de realizar la búsqueda en una nueva base de datos”. Esa espada podía ser la llave para encontrarlo, no estaba dispuesto a tomar un No como respuesta.

El medio demonio no era lento, respondiendo con un paso atrás y agarrando con una mano la muñeca blanca a mitad de su trayectoria, jalándola hacia sí mientras una barrera de energía oscura los envolvió, dejándolos aislados de los habitantes que comenzaban a salir uno por uno. En el movimiento sus rostros quedaron a centímetros uno del otro, la marca demoniaca que había aparecido en medio de la frente del Lord quedaba perfectamente alineada a mitad de la cinta del Clan Lan, tan cerca de tocarse, cada uno sintiendo la respiración a penas agitada del otro.

Lan Zhan se estremeció ante el recuerdo de un sueño que parecía desvanecerse, pero se había sentido tan vívidamente real. Tener esa mano firme sujetando su muñeca como en aquel pasaje onírico le hacía estremecer, deseaba liberarse, atravesar al monstruo frente a él con Bichen, sin embargo, su cuerpo parecía indispuesto a retirarse y podía sentir sus orejas arder al rojo vivo ¿Por qué su cuerpo no quería alejarlo?

Y como una cruel broma del destino, en menos tiempo de lo que dura un pestañeo, Luo Binghe colocó sobre sus blancas túnicas un talismán igual al que él mismo había colocado en el cultivador del palacio. Congelado en su posición sin hacer más que escudriñar las pupilas ajenas, su mirada captó un movimiento extraño en el rostro frente a él. Una sonrisa que se le antojaba seductora mostraba dientes afilados, un colmillo que se clavaba en el labio inferior con fuerza, un punto rojo emanando, como una gota de rocío sobre el pétalo de una flor. Teniendo al Segundo Jade de Gusu inmovilizado, BingHe tomó con fuerza la quijada y parte del cuello de WangJi, obligándolo a alzar su rostro, apretando lo suficiente para ser presa de la sensación de ahogo, pero sin obstruir el paso del aire por completo.

Después la sensación húmeda que Lan Zhan ya conocía bien, acompañada de un sabor metálico en su boca.

Lan WangJi forcejeó sin éxito, degustando el sabor de la sangre demoniaca en su lengua, la boca ajena evitándole escupir. Un momento después los dientes del protagonista aprisionaron el fino labio inferior del Lan, perforando la suave y frágil carne, haciendo brotar un punto rojo que lamió descarado para sellar un pacto de sangre.

La furia retenida en Lan WangJi no le permitió captar el pequeño segundo en el cual Luo se separó de sus labios con mirada perdida y expresión confusa, como el gesto con el que uno se acaba de levantar y aún discierne si sigue dormido o ha despertado, la sensación de haber sido ultrajado en vez de ser el ultrajador. Con la mano que aún sostenía la quijada del otro empujó al Segundo Jade fuera de su vista y le dio la espalda, un movimiento con la mano y Lan Zhan pudo sentir algo revolverse en sus adentros, la barrera de energía se dispersó en forma de neblina sofocante.

—Veo que estás determinado, WangJi, tal vez casi tanto como yo. Te acepto como compañero. Con esto podré vigilarte.

Y tras decir esto, soltó el talismán que retenía al Jade, quién enfurecido retomó la pelea anterior, la hoja de Bichen sonando al cortar el viento, pero no pudo tomar por sorpresa al otro que evadió el golpe, el cuerpo de Xin Mo bailando ligero al evadir los ataques, una pelea que parecía una danza bellamente coreografiada que los alejaba del centro del pueblo y los adentraba al bosque de los alrededores, donde las poderosas estocadas eran lanzadas y evadidas con incomparable maestría mezcladas en el follaje y el atardecer que caía sobre ellos, una lucha salvaje que no parecería tener fin o ganador alguno hasta que Luo Binghe quiso mostrar su superioridad, dirigiendo el filo de su espada hacia la parte trasera del peinado de WangJi, apuntando a esa delicada cinta que planeaba partir a la mitad.
Cuando Lan Zhan se dio cuenta de esto la furia dentro de él aumentó, dando un toque de adrenalina que le permitió derribar a su contrincante, aplastándolo contra el duro suelo, apuntando a Bichen hacia el cuello del medio demonio.

—Jajaja, ¡Eso es WangJi! Anda, perfórame ya y permíteme reunirme con Shizun. Pero te reto a siquiera cargar esta espada maldita, quiero que sientas como te consume el cerebro mientras drena esa pureza y voluntad de ayudar a los otros. No pierdas mi tiempo, si vas a vengarte por algo ¡Mátame!

Bichen se movió veloz, su ataque preciso y letal fue a parar a un árbol cercano, partiéndolo limpiamente por la mitad. Luo BingHe sonrió.

—Como los sospeché, el poderoso HanGuang Jun también necesita de mí.

Con una sonrisa victoriosa, Luo BingHe estuvo a punto de levantarse cuando un par de manos fuertes volvieron a empujarlo al suelo, volteándola con tanta rapidez que el mitad demonio no pudo más que dejarse hacer, como una marioneta en manos de su titiritero. sintiendo el empuje y una sensación cálida y calmante en la espalda. Energía espiritual fluyendo, dispersando los rastros de Xin Mo en sus pensamientos.

—Me necesitas —dijo en un susurro

Con su orgullo magullado, Luo Binghe frunció la mirada. Lan Zhan comenzó a sentir un hormigueo extraño dentro de su cuerpo que poco a poco aumentó en molestia hasta llegar a ser un dolor agudo como nunca había sentido, este malestar le distrajo de dar energía y le hizo retirarse. Luo entonces lo encaró, evidentemente molesto.

—Preocúpate por traer a Shizun de vuelta, del resto me encargo yo.

Con cada palabra, el dolor dentro del Lan aumentada, como aguijones punzantes que perforaban la carne desde adentro. Aunque Lan Zhan sentía la agonía dentro de él, no hizo más que recargarse en un árbol cercano, su gesto luchando por mantenerse neutro hasta que un sonido gutural salió de su garganta, escuchándose muy parecido a los sonidos que usaba de afirmación en cualquier conversación. Después, el dolor cesó.

—Perfecto, una vez aclarado eso deseo que descanses unos momentos antes de seguir con nuestra búsqueda, no tenemos tiempo que perder para encontrar a…

—Tengo una petición —Interrumpió WangJi.

Luo BingHe no esperaba ninguna petición ¿Quién se creía esa cara bonita para dar órdenes al que se convertiría en el supremo gobernante? Normalmente él orgulloso medio demonio no negociaría con nadie, pero, si había algo que detestaba admitir era que él también necesita del Segundo Jade.

—Habla

—Debo visitar a alguien en Gusu – Luo BingHe alzó las cejas, sorprendido y curioso

—Oh, y ¿quién es esta personalidad tan importante, digna de tu visita en medio de la búsqueda tan esperada por el Segundo Joven Lan?

—Alguien me necesita

Y como si de sus propios recuerdos se trataran, en la mente de Luo Binghe apareció la imagen de un niño pequeño, abandonado en el lugar maldito por la energía resentida, ardiendo de fiebre, inconsciente, al borde de la muerte. Después la imagen de un retoño de cabellos de tinta, un loto que había perdido todo cuánto le importaba, llorando sobre una tumba improvisada.

—Oh, ¿Te refieres a ese pequeño Wen?

Lan Zhan apartó el rostro, odiaba que este tipo supiera tanto de su pasado, pero Luo pudo leer su asentimiento silencioso

— Bien, lo traeré para ti. Shang Shishu podrá cuidarlo mientras no estemos.

Si el Hermano Avión pudiera escuchar eso seguro transmigraría nuevamente. Para su (extraña) buena suerte, Lan Zhan negó.

—Mn, solo verlo. Hermano lo cuida en mi ausencia.

La ceja de Luo hizo un arco que le daba una apariencia atemorizante. Si el pequeño se quedaba en Recesos de las Nubes significaba que habría algo más que ataría a su nuevo compañero a ese lugar, algo que siempre le haría querer volver. Le sería más cómodo tenerlo en el castillo, que sus subordinados lo protegieran, él mismo se encargaría de que ese retoño no volviera a vivir la precariedad ni la tristeza, sin embargo, Lan Zhan sabía muy ben que Lan Yuan podría ser usado en contra suya. El lugar más seguro era Receso de las Nubes, donde confiaba que se quedaría esperando el alma del Patriarca en caso de que él mismo se encontrara lejos en algún momento.

—Bien, veremos a tu pequeña mascota en Gusu.

Y tras decir esto un corte en el espacio se hizo presente.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------¡¡Bienvenidas todas las personitas que están llegando a este fic! :3 ¿Un técito para aco...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------¡¡Bienvenidas todas las personitas que están llegando a este fic! :3 ¿Un técito para acompañar la lectura? 🍵

Hoy no teng mucho que decir, solo que esta autora está cansada y aunque el capítulo es corto prefiero que sea así pero con un poco más de actualizaciones a que le hagan de gongs de MXTX y me esperen por años o décadas, ustedes diganme qué prefieren: capítulo corto pero más seguido o largo pero cada milenio. Tomaré en cuenta su opinión aunque igual tardaré porque esta autora es lenta (u.u)

No menos importante, agradezco a mi hermoso novio que lee estos desvaríos a consciencia para ayudarme a pulir algunos detalles aunque no esté mínimamente interesado en los chinos gays voladores. Eso es amor y apoyo, nunca se conformen con menos   ♡\(* . *\ )

No eres a quien llamabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora