Una semana había transcurrido desde que en el Receso de las Nubes un aura malévola se había hecho presente por segunda vez. Los estudiantes que ahí residían cuchicheaban entre ellos acerca del posible origen de tan extraña energía.Mientras el mundo de afuera seguía su curso y las bocas hablaban en voz baja, un par de ojos ambarinos se ocultaban tras los párpados cerrados, haciendo de guardianes ante la luz y los disturbios que restaban energía de su cuerpo. Cuanta no había gastado tratando de sanar a ese que no le traía más que nostalgia hacia una persona que no lograba encontrar. A pesar de que el segundo Jade tenía la particularidad de no mostrar un rastro de emoción a menos de que estuviera al borde de la desesperación o la locura, su mente era una tormenta que no había encontrado calma desde hacía tantos años.
Dos golpes en su puerta lo desconcertaron, una amable pero preocupada sonrisa se encontraba tras de esta.
-¿WangJi?
No hubo respuesta, la cálida voz tras la puerta llamó de nuevo.
-WangJi, lamento importunar. Los conejos se están esparciendo por los Recesos de las Nubes, hay algunos perdidos. Los discípulos se encuentran en meditación a esta hora ¿Puedo pedir tu ayuda para regresarlos a sus campos?
Momentos después la puerta se abrió, revelando al segundo jade de Gusu, ese impecable caballero que parecía estar en su completa fuerza, por su apariencia actual nadie adivinaría que hace apenas una semana estaba en un estado crítico.
Zewu Jun cedió el paso a su hermano y ambos iniciaron una tranquila caminata hacia los campos de conejos. La elegancia y tranquilidad de los movimientos con los que se transportaban a través del paisaje montañoso podría engañar a cualquiera, haciéndole creer que se encontraba ante dos divinidades paseando en los jardines del cielo sin ninguna clase de preocupación mundana.
-Veo que hoy te encuentras mucho mejor -Comentó el líder
-¿Cómo salieron?
-¿Te refieres a los conejos? Oh, lo lamento, me temo que fue mi culpa. Esta mañana me ofrecí para ayudar a alimentarlos, sin embargo, creo que algunos me siguieron de regreso a la biblioteca y no han podido encontrar el camino de vuelta a casa.
Mientras comentaba esto, un conejo blanco brincó de entre los arbustos, aterrizsando justo en medio del camino que transitaban los Gemelos de Jade. Al verlos, el animalito levantó sus orejas y se apresuró a colocarse tras Lan XiChen. Momentos después, apareció otro conejo como copo de nieve que daba brincos tranquilos y pausados. Sin mover siquiera la nariz observó atentamente los alrededores, buscando a su compañero. Tras este pequeño amigo apareció un tercer conejo, más grande que los anteriores, que saltaba desesperado hasta que se abalanzó tras el segundo conejo, que aún estaba quieto en medio del camino. Zewu Jun los miró divertido.
-Parece que están jugando - Dijo mientras cogía entre sus manos a la pequeña bola de pelos que tenía tras de él. A pesar de que lo agarraba con delicadeza, el conejito comenzó a retorcerse hasta zafarse del agarre del Líder para unirse a sus compañeros, que parecían estar peleando ferozmente. Lan Zhan fue hasta ellos y los separó, tomando en el regazo solo los primeros dos mamíferos que habían aparecido, ignorando por completo al conejo más grande.
-¡WangJi! Espera, olvidas a uno.
Lan Zhan volteó a ver al pequeño animalito que ya daba brincos hacia él.
-No es mío - Dijo con voz firme, y tras decir esto, dejó a su hermano y al tercer conejo atrás.
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No eres a quien llamaba
Fiksi PenggemarLuo Binghe busca el alma de Shen QingQiu, Lan Zhan busca el alma de Wei Ying. En un cruce de destinos, la persona que encuentran no es justamente la que estaban llamando, aunque parecen traer algo que calma su anhelo. La imagen de portada es cortesí...