Regreso

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Los estudiantes de la academia Kalos miraban fijamente al azabache cruzar los pasillos, aun dudaban de su inocencia, sin embargo, por ordenes de los académicos y directivos, ninguno podía hacer comentarios relacionados a él. 

Desde la perspectiva de Ash, las cosas permanecían de la misma forma. Todos los grupitos habituales se reunían, inclusive dentro de su aula la única interacción que tenía era al saludar al resto de sus compañeros. 

El joven oriundo de Kanto, parecía no afectarle los murmullos en los pasillos o ser señalado, pues el continuaba su trayecto con una sonrisa, seguro y decidido de lograr su objetivo; clasificar a la liga como competidor independiente. 

De acuerdo a la información consultada por él, necesitaba de un permiso especial emitido por el secretario deportivo de su academia para poder desafiar al los lideres de gimnasio de la región. Recorrió la academia en sus descansos, sin embargo, nunca logro dar con la oficina que buscaba incesantemente. Cansado por las clases y los bullicios de sus compañeros, camino a la salida del lugar con la mirada perdida en su móvil, sin percatarse que en la puerta una pelinegra lo esperaba.  

"Empezaba a creer que ya te habías ido..." Comentaba Moon, quien mostraba señas de haber esperado por un largo tiempo bajo el sol del atardecer. "...ó acaso ¿Prefieres irte solo?" Agregó con nerviosismo apartando la mirada. 

"¡Para nada! Me alegra que pudieras esperarme." Respondía el azabache con una sonrisa pura, que provocaba en la pelinegra que su corazón se acelerara por un momento. "Y bien ¿Cómo estuvo tu día hoy?" Preguntó al mismo tiempo que ambos comenzaban a caminar en dirección a sus hogares. 

La conversación se alargo casi todo el camino, Moon le contaba a detalle todos los rumores que se habían generado por la repentina decisión de los directores y académicos, sin embargo, eso a Ash le resultaba irrelevante. El azabache expresaba su preocupación por los próximos exámenes, pues durante la semana que había estado suspendido Sycamore había realizado múltiples practicas relacionadas a la crianza y como prueba final de ese parcial ellos deberían replicar a la perfección dichos cuidados enseñados.

"Lilie y yo podemos ayudarte en eso..." 

"¡¿Enserio?!" 

"...realmente Lilie es la que podría ayudarte en esa área en particular. El único problema es si ella quiera ayudarte." 

Ash guardo silencio por un momento, y sin previo aviso tomo las manos de Moon con rapidez y exclamo.
"Estoy seguro que si tu estas con nosotros, ella estará dispuesta a aceptar." 

Moon solo pudo afirmar con la cabeza, antes de que el azabache continuara hablando.

"Por cierto, el secretario deportivo ¿Dónde puedo encontrarlo?" 

La mente de Moon en una fracción de segundo se recupero y sutilmente alejo sus manos de las de Ash, su mirada se volvía afilada y el ambiente se volvía tan tenso que incluso para Ash se le dificultaba mantener una expresión relajada. 

"Lo que sea que estés pensando, no es la mejor idea..." Exclamaba Moon dando media vuelta para continuar con su trayecto, sin embargo, el entrenador azabache una vez más volvía a sujetar su mano para frenar su trayecto. "...no eres el primero que lo intenta. Si fracasas pondrás el prestigio de la academia en juego y te expulsaran..." 

"Pero si lo consigo, tendré reconocimiento propio sin depender de esta..." Respondía Ash con un tono serio mirando fijamente la cabellera de su compañera quien se negaba a dar la vuelta.

"Al final eres como todos..." Murmuro Moon con molestia jalando su brazo con fuerza para romper el agarre del azabache. "...fracasa en un gimnasio y la amistad que hay entre los dos terminara..." Las palabras de la joven se clavaban en el corazón del azabache, quien inconscientemente comenzaba a mostrar una expresión de preocupación. "...mañana te llevare a su oficina." 

Ash intento agradecerle, sin embargo, ella había comenzado a caminar dejando al entrenador solo en medio de la multitud de estudiantes y amas de casa que transitaban esa zona. 

Moon apretaba sus puños con fuerza, su corazón confundido no le permitía analizar las cosas con claridad. Ella estaba harta de las amistades por conveniencia, de aquellos que fingían solo para robar estrategias o crear  equipos que pudieran hacer de counter al propio. 

"¡Bienvenida!" Decía su madre al verla entrar, pero no obtenía respuesta alguna por parte de la joven, quien camino hasta su habitación. 

Una vez dentro, la joven lanzaba su mochila a su cama seguido de cada una de las prendas de su uniforme. Incluso mientras se colocaba su ropa para estar en casa, lo realizaba de una manera brusca logrando desgarrar un pedazo de su playera lo que provoco aun más su enojo. 

Molesta y alterada salto a su cama, miro el techo de su cuarto y vio el dibujo de sus doce pokeball que tenía.  Su mente se calmo por unos segundos, recordó la amistad que tenía con Lillie, quien después de un par de años no había mostrado señales de querer traicionarla o abusar de su confianza. 

"¿El puede ser igual?" Se preguntó estirando su mano al aire, en un mundo donde la mayoría de tus cercanos son rivales, las amistades verdaderas pueden contarse con solo una mano. 

Al siguiente día, Moon cumplía con su palabra. Acompañada de Lillie, ambas fueron hasta el salón del azabache al termino de las clases. Múltiples miradas de rivalidad eran dirigidas al dúo de chicas, sin embargo, estas en ningún momento mostraron debilidad. 

"¿Estas listo?" Preguntaba Moon con seriedad, Ash asentía con la cabeza. 

Lillie y Moon caminaban frente al azabache sin decir una sola palabra, llegaron al edificio de dirección y finalmente se encontraron con una mujer de la mediana edad de cabello dorado y rasgos elegantes. 

"¿Con quien desean hablar?" Preguntaba la mujer sin despegar la vista del monitor que tenía frente a ella. 

Moon y Lillie empujaron sutilmente al chico para que fuera el quien hablara.
"Quiero un permiso para desafiar..."

"Sube tus notas y la academia se ocupara de todo, si..."

"Quiero hacerlo por mi cuenta..." 

La mujer despego su vista del monitor y analizo al azabache, el sonido de las teclas siendo presionadas a gran velocidad, ponían nervioso al entrenador quien hacía un sobre esfuerzo por no despegar la vista de la mujer. 

"Ash Ketchum, notas debajo del promedió, estuviste implicado en un rumor que daño el prestigio de los profesores, tu expediente anterior alerta de tu actitud..." 

Las chicas solo se limitaban a observar, ambas se sentían nerviosas a pesar de no ser ellas a quienes analizaban, en especial una Lillie. 
"Mamá me va a interrogar en casa..." Murmuraba Lillie quien no podía de dejar de jugar con sus dedos.

"Estaré a tu lado, lo prometo." Comentaba Moon recordando el intenso interrogatorio que tuvieron con el escandalo de la semana pasada. 

"Estamos muertas..." Murmuraron al mismo tiempo al notar como la mirada de la madre de Lillie era dirigida a ellas.

"Estoy en mi derecho de solicitarlo" Replicaba Ash con molestia.

"Y nosotros de expulsarte si no clasificas, ¿Estas seguro que quieres dicho permiso?" 

Antes de que el azabache diera una respuesta, el sonido de una impresora trabajar rompía la tensión del lugar. 
"Vas a firmar estas hojas donde renuncias a todos los beneficios obtenidos por ser un estudiante sobresaliente y retiras toda responsabilidad a la academia en caso de que salgas de excursión..." Ash obedecía y firmaba cada uno de los papeles. "...tu registro como participante independiente a sido concluido, eres el participante numero 10592." 


Academia KalosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora