Academia Kalos

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El día de la excursión había llegado, aproximadamente sesenta alumnos se encontraban en la entrada de la academia esperando indicaciones para abordar las diferentes unidades de transporte.
El viaje tendría una duración de tres días, partiendo el día jueves para regresar el día domingo por la madrugada.

La emoción entre los estudiantes era de tal magnitud, que llegaba a contagiar a los maestros y padres presentes. La liga de nivel preparatoria, era la más demandante y competitiva a nivel académico.

— Moon, ¿Crees poder ganar en el primer intentó? —preguntó Lili mientras observaba a su amiga que no dejaba de morder los puños de su sudadera.

— No lo sé —Respondió con claro nerviosismo en su voz— Mi cabeza no está del todo centrada en el desafío del gimnasio...

Lili miro incrédula a Moon, ella era alguien con una perseverancia y determinación inquebrantable, nunca la había visto nerviosa de desafiar a un gimnasio.

—... haz oído los rumores, Ash está a nada de ser expulsado de la Academia.

— Si, escuché eso al llegar hoy. —contestó con un tono de decepción— No conozco los motivos, pero escuche al Profesor Sycamore hablar con mi mamá sobre que un estudiante suyo se había involucrado con una pandilla.

Moon agachó la cabeza, agitó su cabello con brusquedad y lanzo un grito al aire.
— ¡No tiene sentido preocuparme por él!—Dijo en voz alta mientras trataba de arreglar su peinado— Si él está involucrado con una pandilla entonces su expulsión es totalmente justificada. —agregó caminando al autobús que los llevaría a su destino. Lili camino detrás de ella sin hacer ningún comentario.

Clemont, Dawn y Rosa habían visto aquella escena protagonizada por Moon, sólo uno de ellos entendía el grito dado por ella.
— ¿En verdad está involucrado con una pandilla? —preguntó Dawn mirando fijamente a su compañero que mantenía la mirada fija en el suelo.

— ¡No lo sé! —respondió fríamente mientras levantaba su mirada a sus compañeras— Él nunca me dió la impresión de pertenecer a una pandilla...

— Sabes el dicho ¿No? —comentó Rosa volviéndose el centro de atención— Existen lobos disfrazados con piel de cordero, piénsalo un poco. ¿Por qué otra razón trataría de no llamar la atención de los maestros?

Los rumores habían empezado a circular el día martes por la mañana, Ash no había desmentido ni negado las acusaciones de estos, simplemente sonreía y te pedía cambiar de tema. Ese mismo día testigos afirmaron haber visto a Ash Ketchum ir al distrito industrial a altas horas de la noche con una vestimenta poco ordinaria y demasiado llamativa. El día miércoles él no asistió a la academia aumentando las sospechas y rumores, al preguntarle a sus compañeros del salón si conocían el motivo de su inasistencia, una chica respondió con lo que sería el último clavo de su ataúd: “El me preguntó si quería ir con el delfín oscuro."

El delfín oscuro era el pseudónimo de un ladrón de poca monta, constantemente asaltaba pequeños comercios y acosaba a estudiantes en las calles más solitarias de la ciudad. Habían múltiples órdenes de captura, pero debido a que algunos de esos crímenes no eran denunciados, el salía a las calles en cuestión de días.

Todos en la academia hoy hablaban de la inminente expulsión del forastero, algunos maestros tenían un rostro de decepción por el chico, ya que había mostrado múltiples habilidades pero no había nada que pudiera defenderlo.

★ 

Los días pasaron y el desafío del gimnasio termino. Los resultados sorprendieron a propios y extraños, Moon conocida por ser la número uno en la academia había terminado en el lugar 25 de desempeño.
Ella mostraba una expresión triste pero no era por los resultados del gimnasio, pues durante el mes que trato a Ash, su vínculo se hizo más cercano al punto que le dolía la sola idea de que sus estudios se vieran frenados.

— ¿Estás bien, Moon? —preguntó Lili mientras tocaba su hombro— En el próximo gimnasio te irá mejor, ya lo verás.

— Si —respondió sin animos— el próximo obtendre un mejor lugar.

Lili quería hacer algo por su amiga, pero no lograba entender del todo el motivo por el cual ella estaba en esa situación emocional. Todos en el autobús miraban discretamente a Moon, quien continuaba mirando a través la ventana los paisajes nocturnos de la ciudad. 

Cuando todos los autobuses habían llegado al estacionamiento, los estudiante empezaron a descender lentamente y buscaron a sus familiares para ir a sus respectivas casas. Lili acompaño a Moon hasta donde se encontraban los padres de ella, quienes al ver la expresión de Moon sólo la abrazaron sin decir nada.
Ella conocía muy poco a la familia de Moon, pero había algo de cuál no tenía duda; sus padres la amaban más que su propia vida.

— ¿Estás bien hija? ¿Te paso algo? —Preguntó el padre de Moon mientras tocaba sus mejillas.

— ¡Quedé en el lugar 25°! —Respondió Moon mientras se aferraba a los brazos de su padre. Ella quería decirles de la situación de su amigo, pero no tenía idea de cómo sería la reacción de ellos, así que simplemente guardo silencio y dejo que las lágrimas salieran de ella sin decir ni una palabra más.

— ¡Está bien cariño! Es el primer gimnasio —Contestó su madre acariciando su cabeza.

— Tu madre tiene razón, piénsalo antes solo competías dentro de la academia así que conocer nuevos métodos y estrategias de otros entrenadores te pudo poner nerviosa. —Agregó su padre aferrando más el cuerpo de Moon— ¿Qué te parece si los fines de semana vamos a los parques a entrenar?

Moon que tenía el rostro lleno de lágrimas simplemente asintió con su cabeza y dejo a sus padres que la continuarán consolando.
Pasaron alrededor de cinco minutos hasta Moon había parado de llorar, ella acompañada de sus padres fueron hasta las afueras de la academia y tomaron un taxi para ir a su hogar.

★

— ¡Recuerda que el domingo entras desde las siete de la tarde! —gritaba un joven moreno desde un carro a Ash.

— Si lo sé, gracias por traerme Dalton. —respondió Ash con un tono cansado.

— Gracias a tí, por cubrir todo el fin de semana. —replicó Dalton mientras subía el cristal de su ventana y se marchaba.

Ash agitó su mano en señal de despedida y giro a la puerta de su edificio para entrar en este.
Ash había conocido a Dalton en el parque, él trataba de conseguir un lugar donde poder competir sin que sus compañeros de clase se enteran pero Dalton había respondido que en Kalos no era posible.
Le contó de un bar donde en ciertos días había algunos combates amistosos de alto nivel e incluso le ofreció trabajo en dicho lugar, Ash emocionado por la descripción acepto.

"Pésima idea trabajar en un bar." —Pensó Ash mientras llamaba al elevador.— "Todos los días termino apestando a alcohol, tengo que soportar a esa bartender que se cree superior y el uniforme es el de una pandilla... —las puertas del elevador se abrieron y este entro en él, llevo las manos a la bolsa de su chamarra—... pero he de admitir que las propinas son excelentes, con lo que gane hoy ya podré comprar mi celular."

Las puertas volvieron a abrirse una vez más, Ash dió un paso fuera se este y se topo al padre de Moon con un aspecto serio e intimidante en medio del pasillo.

— ¡En este edificio están prohibidos los pandilleros! —Dijo con un tono de voz fuerte, tratando de intimidar aún más al azabache.

— ¿Me estás llamando pandillero? —Contestó Ash con molestia, continuó caminando hasta quedar a solo un metro del padre de Moon.

— ¡Eso es lo que eres!

El azabache al escuchar las palabras del señor, sonrió de manera burlona y empezó a reír sin desviar su mirada del hombre frente a él.