Academia Kalos

CLASE 103

La primera actividad de la academia era la ceremonia de inicio de curso, dónde maestros, secretarios académicos y administrativos, el director y como invitada de honor, la campeona de Kalos, nos daban la bienvenida junto con un discurso inspirador.

Todos tenían sus lugares ya ubicados en la explanada, sin embargo yo me quedé en las escaleras. Momentos antes una chica me había ayudado a levantar mis libros, quise preguntarle sobre dónde me podía formar pero cuando trate de hablar, ella se despidió y se marchó junto con sus amigos.

— ¡Tiene que estar formado! — Comentaba alguien detrás mío con furia en su voz.

— Me transfirieron, no sé dónde tengo que ubicarme. — Respondí despreocupado sin girar a ver de quién se trataba. — Si quiere, puedo meterme entre los estudiantes y desordenar sus filas perfectas. — Comenté con tono de burla, recibiendo un gruñido lleno de molestia como respuesta.

El resto de la ceremonia nadie más me molestó, aprovechando la situación decidí mejor dirigirme al salón que me tocaba.

Entre al salón y note un nuevo problema, los asientos estaban enumerados.

— Puedes elegir el asiento que quieras, más tarde los sentaré por número de lista.

— ¿Eh?

— Soy el maestro Sycamore, seré su tutor este semestre. — Comentó entrando al salón deteniéndose frente a mi. El maestro parecía no ser mayor a 30 años, tenía el cabello largo y vestía de camisa morada y pantalón de vestir negro. — Adelante pasa y siéntate. El resto de tus compañeros no debe tardar en llegar.

Obedecí al maestro y me senté en medio del salón, el maestro saco unos papeles del escritorio junto con plumones y empezaba a escribir en el pizarrón reglas. Pasaron alrededor de cinco minutos y el resto de la clase llego, como imaginaba todos ellos se conocían entre si.

— Ya que están todos aquí, voy a sentarlos en orden de lista. — Comentó el maestro antes de que el resto de la clase se sentará.

— ¡Es necesario profe! — Reclamo un chavo con cabello algo largo, su uniforme parecía desalineado y su corbata la tenía toda suelta. — Todos aquí nos conocemos desde hace tiempo, no creo que sea necesario hacer esas rutinas de siempre.

— ¡Es obvio que no estoy pidiendo opinión, Calem! — Replicó el maestro golpeando el escritorio atrayendo la atención de todos. — Así que no me hagan repetirlo ¡Vengan enfrente!

Me levanté de la silla y pase al frente, todos mantenían distancia de mi, ignore la actitud de todos y me pare frente del pizarrón para fingir leer las reglas.

— ¡Hey! Ya no dejas caer los libros. — Comento una voz femenina mientras ponía sus manos en mis hombros.

Gire rápidamente y ví nuevamente aquellos ojos azules acompañados de una sonrisa tierna.
— Me llamo Serena, creo seremos compañeros. — Añadió estirando su mano.

— Soy Ash, me transferí apenas este semestre. — Respondí estirando mi mano para responder el saludo, sus manos eran muy suaves, ella seguía sonriendo y me perdía cada vez más en ella.

— Ash, asiento 18. — Comentó el maestro sacándome de mi trance.

Solté la mano de Serena y camine a dónde estaba el asiento. Estaba en la segunda fila casi al final del salón.

Todos ya estaban en sus asientos, Serena estaba tres filas a la derecha de mi, ocasionalmente veía a dónde estaba.

— ¿Te gusta Serena, forastero? — Preguntó una chica detrás mío, gire a ver de quién se trataba y ví una chica de cabello azul.