David pasó el día llamándola y pasándole mensajes, pero ella le ignoró todo el tiempo. Anne intentó concentrarse en su trabajo, pues le correspondía estar al frente de la clínica. El barco había llegado a Marsella, su penúltimo puerto antes de Barcelona. El viaje estaba llegando a su fin, y Anne tenía sentimientos encontrados. Por una parte, deseaba que los Preston se fueran y todo volviera a la normalidad... Por la otra, sabía que una vez que se hubiesen ido, habría perdido la oportunidad de arreglar las cosas. A pesar de sus dudas, Anne se mantuvo firme en su posición.
En la tarde, la enfermera le dijo que una paciente aguardaba por ella. Anne la hizo pasar, aunque se petrificó cuando notó que se trataba de Alice.
—Anne... —la mujer se veía bastante demacrada, al parecer había dormido muy poco.
—¿Cómo está Annabelle? —fue lo único que preguntó.
—Está mejor.
—Entonces no tiene nada que hacer aquí —respondió—. Este es mi trabajo y está interfiriendo en él.
—No me has dejado alternativa, Anne. David te ha llamado y...
—No quiero hablar con ninguno de ustedes —respondió cortante.
—Necesito que me escuches, aunque sea un minuto —le imploró—. He venido a este viaje para conocerte, Anne. No hubiese querido que te enteraras de esa manera, pero...
—Por favor, no continúe —le pidió Anne en voz baja—. No deseo saber más de lo que ya conozco. Tenía el derecho a decidir si quería o no relacionarme con usted, del mismo modo que tengo el derecho de elegir si continúo o no escuchándola ahora. Le pido que se marche, Alice, por favor.
La mujer asintió, abrumada. Anne acababa de ser muy dura con ella, pero ya fuera por vergüenza o respeto hacia lo que deseaba su hija, se marchó sin replicar.
Anne se dejó caer en la silla, y sus ojos se humedecieron. Se sentía mal por lo sucedido, por la manera en la que le había hablado a Alice, pero no podía sostener esa conversación con ella. Estaba demasiado herida, y lo único que deseaba era distancia de los Preston.
Llegaron finalmente a Barcelona, y las familias comenzarían a descender a tierra. Los Preston tenían reservadas varias habitaciones en un hotel de la ciudad condal, para permanecer un par de días allí y descansar antes de tomar su vuelo a San Francisco.
Alice estaba muy triste por lo sucedido, y apenas hablaba. Annabelle estaba más recuperada de su gripe, y Julie era la que mejor estaba de todos, incluso había mejorado bastante de su pie y se movía con más libertad por el barco.
La chica estaba ajena al hecho de que Anne fuese la hija biológica de Alice, pero su amiga Alex sí le había contado que David estaba saliendo con una chica. Julie había puesto todo su ingenio para descubrir quién era y revisó el celular de David una noche mientras se bañaba. Ahora que sabía la verdad y tenía las evidencias, se encargaría de darle su merecido a la doctora Taylor.
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Disney Magic ✔️
RomanceAnne Taylor trabaja como médico en Disney Magic, un crucero de la compañía Disney que cubre el viaje desde el puerto de Civitavecchia, Roma, pasando por las islas griegas, ciudades italianas, Marsella y terminando en el puerto de Barcelona. Antes de...