"Prólogo"

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Los rayos del sol se impregnaban en mi piel, la sentía arder, pero no me importaba, ni siquiera me preocupaba quemarme , yo solo quería estar junto a el, admirar su belleza, sentir su presencia.

Estaba sentando a mi lado, sobre el césped de un verde vivo, hermoso, lleno de esperanza, de repente, así, de un momento a otro, sin esperarlo sentí la calidez de su mano sobre la mía, en el mismo instante que hicieron contacto me olvide que el mundo, que las personas que teníamos alrededor existían. Dios, estaba loca por el, llevaba muchísimo tiempo esperando este momento y hoy, justo hoy se hizo realidad mi más deseado sueño.

-Perdóname bebé, se que piensas que nada es real, que lo que te voy a confesar ahora es mentira, te va a parecer increíble pero no aguanto más, tengo que sacarlo ya. - dijo el con su voz temblorosa y pude observar como de su frente se asomaba una gota de sudor, tal vez por el calor o por los nervios, no se.

- ¿De qué hablas? ¿Qué me quieres decir con sacarlo ya? - dije aturdida y hasta un poco nerviosa y por qué no? ansiosa también .

- Llevo años aguantando esto, este sentimiento que quema las entrañas, aguantando estos deseos de besarte, verte y no poder acariciarte como miles de noches he soñado y me he imaginado , me jode, me jode y mucho porque quiero que de algo en este vida estés completamente segura.
El tenía razón , no me creía nada, y no es porque pensara que mentía, sino porque el, ese chico que se encontraba a mi lado, que me hablaba con esa voz, esa voz que me hacía vibrar todas las partes de mi cuerpo, ese chico era el amor de mi vida , y era para mi un sueño, ese momento tan épico en mi vida nunca lo iba a borrar de mi memoria.

-Liz yo te amo , mierda, yo te amo más que a nada en este mundo, más que a mi propia vida, quiero estar junto a ti y no separarme nunca, me muero si te pasa algo, me estoy muriendo ahora mismo por dentro por estar reprimiendo estos enormes deseos de besar tus hermosos labios. - decía Raúl con una lágrima escapándose de sus bellos ojos azules.
Y ese día, ese 28 de agosto del 2020 Raul Sosa Rangel me besó por primera vez en 10 años de conocernos, 10 años en los que teníamos una amistad inquebrantable pero que ambos sabíamos en el fondo que nuestros sentimientos iban más allá, ese día nunca lo olvidaría, porque bajo ese sol radiante y vibrante de calor comenzaba una nueva historia, que prometía ser inolvidable.

"Lo que nos une". ( En Proceso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora