T/N D'ANGELO
Mi día iba de mal en peor, estaba furiosa con Hades, pero lo necesitaba para la fiesta de Aegan.
—Tienes cinco minutos para estar aquí. —ordené al telefono cuando mi mejor amigo contestó, no esperé respuesta, colgué.
Cuando yo daba una orden se cumplía, así funcionaban las cosas, pero con Aegan Cash no es así, él mandaba en Tagus, si él ordenaba algo todos lo cumplían. Joder, teníamos una personalidad tan parecida que chocaban entre sí, cada uno quería tener poder sobre él otro.
A los cuatro minutos escuché como alguien tocaba la puerta de mi apartamento, fui a abrir para encontrarme con Hades, su pelo negro estaba húmedo y estaba agitado, vino corriendo hasta aquí.
—¿Qué pasó? —me miró, venía con ropa de deporte, perfecto.
—Estoy enojada, furiosa, contigo, conmigo, con Aegan, mueve tu culo a la sala y prepárate, voy a romperte el cuello —caminé hasta la sala.
—Ya veremos quien le rompe un hueso al otro primero —sonrió y quise borrársela.
El comenzó a vendar sus manos, las mías ya lo estaban.
El entrenamiento era una de las cosas más importantes, a mi nosotros no nos entrenaron de la manera más normal, sino de una manera sádica y peligrosa; los entrenamientos se acababan cuando el instructor moría o cuando el aprendiz tenía algún hueso roto o una lesión grave. La excusa de eso era "cuando pelees de verdad esa persona no parará cuando estés mínimamente herida, peleará hasta matar, tu harás lo mismo, así que tus entrenamientos serán pelear hasta matar". Me quebré el brazo izquierdo, el tobillo, la nariz, el codo y la muñeca, pero maté a más de diez instructores, mi padre cada día parecía más orgulloso de mí, pero todo eso se fue a la mierda cuando asignaron a Marco como mi entrenador, me negué completamente, no iba a matarlo.
Al principio fue difícil, me sentía culpable por golpear a alguien, aun cuando ellos me golpeaban sin culpa, a los meses la culpa desapareció dando paso a una maquina destructora.
Todavía hay días en los que quería desaparecer, en los que quería volver a nacer, pero en otra familia.
—Comencemos.
Caminé hacia él y me detuve frente a mi mejor amigo, esperé a que me atacara, pero él no era tonto, tenía que hacerlo yo primero, pensé mis movimientos, él también lo estaba haciendo, tuvimos un mismo entrenamiento, tanto mental como físico.
Mi mano impactó contra su garganta en un golpe seco, con la fuerza suficiente para dejarlo sin aire, pero no para matarlo, comenzó a toser mientras su mano rodeó mi muñeca y comenzó a doblar mi brazo, mi codo dio con su abdomen.
Golpes, llaves, sangre.
Después de lo que creo que fue una hora ambos estábamos en el piso, jadeando, agitados y adoloridos.
—Joder —murmuró en un jadeo.
—Hijo de puta, mañana voy a despertar morada —llevé una mano a mis costillas y gemí del dolor.
—Fue tu idea —nuestra respiración agitada comenzaba a calmarme—, además, casi me matas —su mano acariciaba su cuello, el cual estaba rojo.
Miré el techo.
—¿Cuánto falta para la fiesta de Aegan?
—Como dos horas —habló él.
—Aegan va a querer que esté vigilada y va a dejarle ese cargo a Aleixandre, en su fiesta se va a vender más droga que nunca, pero hay en fingir que no sabemos, Aegan sabrá que estamos fingiendo, pero no sabrá él por qué, tu vas a averiguar algo, lo mínimo, algo que sirva para el objetivo, yo me encargaré del cumpleañero, Adrik no será un problema, pero hay algo —solté un gruñido de frunstracion mientras me pasaba las manos por la cara—... no sé qué es, pero hay algo que se me está escapando.
—¿algo que tiene que ver con Aegan?
—Sí... no... no sé —me puse de pie y le extendí la mano, él la tomó y se puso de pie—, ya lo recordaré, ve a bañarte, das puto asco.
—Al menos estoy mejor que tú —subió y bajó las cejas y comenzó a caminar hacia la habitación de invitados.
—¡Ya quisieras! —grité al entrar en mi habitación.
+++
Me miré en el espejo, por el reflejo vi a Hades recostado en mi cama ya vestido con una camisa negra y un pantalón del mismo color, se veía bien.
—¿Está bien o muy... no sé? —musité, el vestido rojo era elegante, pero perfecto para la ocasión.
—A Aegan le gustará, si eso es lo que buscas.
—Busco información, no me importa Aegan Cash —mentí.
—Ajááááááá.
—fick dich scheiße. —le dediqué una mirada asesina.
—ich liebe dich auch —sonrió, pero lo dejó de hacer al instante, se tensó—. Mmh, se te ve la espalda —recordé que el vestido tenía la espalda descubierta y me sentí incomoda.
—Me voy a cambiar —murmuré buscando otro vestido dentro del armario. Sentí las manos de Hades en mis hombros, me sentí vulnerable.
—Debes dejar de enconderte, este vestido es perfecto para la ocasión y lo sabes, cubre tu espalda con tu cabello, así no se verá, pero son marcas de guerra, T/n, no te escondas. —dentro de toda la vulnerabilidad sentí rabia, rabia hacia él por recordarme eso.
—Ya.
Decidí dejarme el vestido, solo me peiné, me maquillé y terminé de arreglarme, miré la hora, solo faltaban treinta minutos para que comenzara la fiesta, Hades me esperaba acostado en el salón. Su cabello negro desordenado, la camisa ya estaba arrugada. Caminé hacia el sofá y me tiré sobre mi mejor amigo, el vestido rojo ajustado no se movió ni un milímetro, recosté la cara en mi pecho y Hades me envolvió en un abrazo.
—Te odio —susurré.
Su risa hizo que su pecho vibrara.
—También te odio —sonreí ante sus palabras.
Nos quedamos así unos minutos.
Hades era mi mejor amigo, mi alma gemela, era un imbécil, un estúpido, un hijo de puta, pero era mi hijo de puta favorito, él me rompió la muñeca el día que nos conocimos y yo le rompí el tobillo, desde ahí nos volvimos inseparables. Él estuvo ahí para mí cuando recaí, cuando volví al hospital, él nunca me dejó como lo hizo mi padre. Nuestro primer viaje juntos fue a Chile cuando teníamos 16, ahí conocimos a Sofía, una de mis mejores amigas y exnovia de Hades, ellos salieron por un año, pero no funcionó.
Todo el mundo decía que nosotros íbamos a acabar juntos, pero jamás hemos sentidos nada romántico el uno por el otro.
¿nos hemos besado? Sí, por supuesto que sí, pero no era por amor, era por la estupidez del momento, no era un problema para nosotros.
¿nos hemos confundido? No, jamás, al menos yo nunca he sentido nada por él y estoy segura de que Hades tampoco.
Nos teníamos tanta confianza que para él no era un problema que yo me besara con el chico que le gustaba, también teníamos nuestras reglas.
1. Si nos gusta la misma persona cada uno lo intenta y el destino decidirá.
2. Defendernos siempre.
3. Amar The Vampire Diaries.
—¿Vamos? —susurró y sentí sus dedos acariciar el centro de mi espalda, sabía lo que estaba recorriendo.
—Vamos.
++++
¿Qué opinan de la extraña relación entre Hades y T/n?
¿Qué tal el cap?
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Jaque mate [Aegan Cash y T/n]
Teen FictionLa llegada de T/n Leroux a Tagus hará que la curiosidad de Aegan Cash despertara. A ella no le gustaba que le dieran ordenes. Él amaba dar ordenes. Ella era una líder. Él también lo era. Una guerra constante comenzó entre ellos. Una bomba de se...