16

1.9K 170 35
                                    

Holaaaaa.

Lamento demorarme en actualizar, pero para compensar eso aquí tienen un capítulo muyyyyy largo, el más largo hasta ahora y estoy muy orgullosa de él. Me quedé hasta las dos de la mañana escribiendo, aproveché mis recreos para escribir y cada tiempo libre que tenia y hoy cuando llegué a mi casa me senté a editarlo y por fin lo terminé.

Puede que Aegan tenga un cambio drástico de personalidad de los otros caps a este, pero quise escribir a un ser humano realista, con sentimientos, pero aquel Aegan Cash juguetón, salvaje y sexy seguirá siempre.

No olviden comentaaaarrrrr, amo leer sus comentarios y responderlos. Ahora que subí el cap responderé los coments del cap anterior.

Lxs amoooo, espero que amen el capítulo tanto como yo.

AEGAN CASH

—Aegan —una voz tan dulce como la miel, pero al mismo tiempo tan venenosa se escuchó a mis espaldas, llenando el silencioso vacío que era mi habitación, sus pasos resonaron, cada vez se escuchaban más cerca. Levanté la taza de café y la llevé a mis labios, no despegué mi vista de la ventana, sentía que el cristal estorbaba la vista, desvié la mirada con una mueca de disgusto—. ¿Qué hacías? —mi cuerpo se tensó ante la sensación de sus manos acariciándome los hombros y bajando lentamente hacia mi espalda. Me sentía extrañamente abrumado y cansado.

—Nada.

Apoyé la taza en el suelo, preparé mi mejor sonrisa juguetona y me volteé hacia ella.

—¿Qué haremos esta noche? —sus delicados brazos rodearon mi cuello, añadiendo más carga de la que ya llevaba encima, solo que esta se podía tocar. Sus largos y finos dedos acariciaban mi cabello.

—Cenar, dormir, talvez estudiar —un bufido salió de sus labios y quité sus manos de mi cuerpo con disgusto. Caminé hasta el closet y saqué una camiseta negra, la cual pasé por mi torso para cubrirme, no estaba de humor para berrinches.

—Eres aburrido —Ella comenzó a hacer un puchero de niña pequeña, la frustración que sentía creció.

Era como un vaso vacío y las cosas y personas poco a poco me llenaban, pero no de una buena manera, porque mientras más lleno estaba más vacío me sentía. Estaba rebalsando.

—Me vale mierda, tú y tu aburrimiento, Artemisa, estoy y estaré ocupado, si quieres hacer algo "divertido" espera a que Aleixandre llegue. —le pasé por un lado y salí de allí.

Ser un Cash a veces no era tan bueno, menos ser Aegan Cash.

Vivía mi propia obra de teatro, actuaba frente a todos, pero una vez que se cerraba el telón volvía a ser yo.

Salí de la casa y comencé a caminar, adentrándome en el frondoso bosque. Las ramas crujían bajo mis pies al romperse, el silencio y la humedad me rodeaban, me sentía tranquilo, liviano, no quería estar en la llegada de T/n. Estaba algo oscuro, pero no me importaba, saqué una moneda del bolsillo de mi pantalón, la yema de mi dedo la acaricié, dos caras que nunca se miran, pero que siempre están juntas.

Sentí la vibración de mi celular, lo saqué del mismo lugar de la modela y contesté aquella llamada que hizo que una sonrisa cálida, una de verdad, se dibujara en mis labios.

—¡AEGANNNNNNN! —su voz chillona se escuchó al otro lado, aparté el aparato de mi oído rápidamente.

Una sensación agradable de instaló en mi pecho, un calor tranquilo, una sensación de volver a casa.

—Scarlett ­—saludé.

Mi apoyo desde que era adolescente, el lugar al que podía volver sin importar las circunstancias, quien me hacía sentir como un mal tercio y mi mejor amiga, la cual estaba enamorada de Adrik desde que lo conoció.

Jaque mate [Aegan Cash y T/n]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora