Los Destinos del Amor

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Al día siguiente yo me prepare para ir con ese hermoso hombre a visitar a las personas que le venderian las cosechas de arroz, así como la tierra para plantar y otra más seca para colocar una fábrica de embalaje para el arroz, no fue una tarea fácil, a un que el ya tenía nombres y dirección los granjeros estaban renuentes a hacer tratos con extranjeros. Simplemente en mi cultura no son bien recibidos pues por años nos han querido someter, a un que yo también soy rechazada por ellos les entiendo, comprendo la necesidad de sentirse seguros y que puede hacer una persona en un millón, nada.

- Señor, disculpe que me meta, dije incandime y besando los pies deis mayores como reverencia, me pare- se la aprención que sienten, pero si le vende al señor Andrew, no le estaría faltando a nuestra patria, más bien le estaría ayudando, pues con esto usted no tendría perdidas y obtendrá más ganancias, podría alimentar mejor a su familia y tener un nivel de vida más acomodado.
Además estaría ayudando a que crean más fuentes de empleo, por lo que otras familias tendrían para la comida, el señor aquí presente, solo ha venido ha ayudarnos, no tenga miedo.

El señor me vio y sin temor ya en su mirada dijo, está bien, pero me promete no dañará a nadie.

- No señor contesto serio el señor Andrew, yo solo le ví los ojos y me aumergi en ese cielo, embelesada por la claridad que reflejaban, el trato se firmó y así sucedería durante toda la tarde, logramos cinco contratos,nada mal para iniciar pero necesitaría más.

- ¿ Cuando parte a su país? Me atrevo a preguntar.
- no se, me dijo, tengo mucho por hacer aquí, me dijo viéndome con insistencia y profundamente, yo me  sonroje y mi cuerpo tembló de pies a cabeza y se que el lo noto.
- no tienes porque sentir vergüenza, tu también me gustas mucho y la verdad no sé si es amor lo que siento por ti.
- Lo mire y mi mundo cambio, ya no sentí miedo a enamorarme pues mi corazón alocado me pedís con impaciencia que creyera en el, que confiara, su mirada cristalina, me decía que lo que decía era verdad, mi razón me decía que íbamos demaciado rápido, que no lo conocía lo suficiente, que pensará bien las cosas, entonces me vino la negrura de una noche sin estrellas, sentí el frío de un invierno tempestuosa, entonces empeze a desconfiar, a tener de nuevo,tenía miedo a que jugarán con migo, tal co mi padre lo hizo con mi madre, tenía miedo a entregar todo de mi y salir herida, tan ensimismada estaba en mis pensamientos que no lo podía creer cuando sentí unos labios gruesos, bien formados y audases a poseer los míos, el beso inicio lento, pero yo abrí la boca y el me la exploró, luego yo inicie a copiar el movimiento de su lengua con ardor, el beso que había iniciado dulce, como la miel, se volvía a un más apasionado, más urgente, yo sentía que estaba en el cielo y que un millón de estrellas sentellantes nos iluminaban, a un que no era de noche y el sol brillaba con todo su esplendor.
Entonces lo supe, lo amo, me he enamorado, espero no sufrir pero no puedo evitar entregarme a este amor, uno que no estaba preparada a sentir pero que allí está, no me importa el mañana, seré feliz hoy lo que vaya a pasar solo el destino lo sabe, debo de aceptarlo y ser fuerte como lo ha Sido mi madre.
Albert
Este beso lleno de entrega me ha hecho ver qué al fin encontré a la mujer de mi vida, a la que se que pase lo que pase, nunca dejare de amar, es tan dulce, con un corazón bondadoso y generoso, es la mujer que he andado buscando y que Dios coloco en mi camino, no puedo hacer otra cosa más que agradecer, no se que pasara en el mañana, pero se que lo quiero vivir con esta hermosa mujer.

Nos subimos al coche y somos llevados de vuelta ha Tokio, a un que compraré una casa en magasaki, para la que se será mi familia, su esposa, su madre y los hijos que tendremos.
Mi mente empieza a soñar, mientras la llevo abrazada, le digo. - amor quiero casarme con Tigo, quiero que seas, mi esposa, mi mujer, porque el amor de mi vida ya lo eres.

- pe...pe..Ro... Nos venimos conociendo y si. ¿ No te gusto?, Además no podría dejar sola a mi madre.

- no la dejaremos sola, además mi ci me lo exije¿ O acaso no sientes tú lo mismo por mi?
- Si Solo tengo miedo.
- Escúchame bien, jamás, jamás te dejare o te cambiaría por nadie en el mundo, para mí eres lo mejor y más sagrado que me pudo haber pasado
- Candy... Te Quieres casar con migo, le digo colocando uno de los anillos que me hacen compañía pues eran de mi madre
- entre dulces lágrimas me dice, Si, ¿ Cuando?
- pues lo antes posible, para casarnos por lo civil.
- ahora me debea enseñar tus costumbres y tu religión, pues me debo a mi prometido y mi prometido se debe a mi.
- Claro que si, así se hará.
Ese mismo día le pedí la mano a la madre de la que sería mi esposa y ella accedió, es el momento más feliz de mi vida, fuimos a iniciar los trámites y en una semana nos casaríamos, al fin dejaría mi soledad, al fin la vida me sonríe, al fin seré feliz con el amor de mi vida.
Tendré un matrimonio como siempre lo he querido por amor.

Una semana paso rápido y ya George tenía toda la información del duque de Grandchester, me la enviaría en urgencias, llegaría por barco en quince días.

El día de mi matrimonio había llegado y fuimos con Cornwuel, la madre de Candy, su única amiga en este país, con su madre, todo fue rápido, pero hermoso, nos juntamos amor eterno y sentí que al fin había encontrado mi hogar en la tierra
La recepción fue sensilla pero hermosa, después de la cena , con nerviosismo Candy me halo, me llevo a la que ahora sería nuestra recámara, ella me empezó a quitar el kimono y la doblo, le dije- no es necesario que hagas eso, le dije y la empese a besar, le arrebate el aliento, la ropa sobraba, se la quite, le acaricie con debocion cada segmento de su piel, ella gemía con cada una de mis caricias, e inicio a susurrar, Te amo, entre jadeos de plaser, se dejó venir u supe que estaba lista para recibirme, nos miramos con amor a devoción mientras yo abría por primera ves la hermosa flor, que tenía en botón, ella gimió con dolor por un momento, para después vibrar con cada uno de mis movimientos, nos venimos juntos a la vez, así fue toda la noche, en la madrugada saque la sábana blanca afuera, así sabían que esa hermosa mujer ya tiene dueño y nadie la puede siquiera voltear a ver.
Fue la noche más hermosa de mi vida, pues no solo entregamos nuestro cuerpo, si no nuestras almas. Así seguiríamos amándonos por mucho tiempo más

En Escocia

-Hola Señora Elroy, decía Anny McBritter, ¿sabe cuándo llegar William?
- no niña, pero debes de tener paciencia, además el no sabe del contrato matrimonial que firme en su nombre y que dice, que eres su prometida.
- Está bien señora, decía entre dientes maldiciendo a esa vieja metida, como la nombraba para sus adentros.

- Tendré paciencia pero...

Continuará......

El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora