Emociones en Pearl Harbor

197 29 18
                                    

El ataque tuvo lugar antes de que el Imperio del Japón hiciera ninguna declaración de guerra formal, aunque esta no era la intención del almirante Yamamoto, quien en un principio estipuló que la ofensiva no debería dar comienzo hasta treinta minutos después de que Japón hubiera informado a los Estados Unidos de que las negociaciones de paz habían llegado a su fin. Los japoneses intentaron respetar las convenciones de la guerra al tiempo que lograban una sorpresa decisiva, pero el ataque comenzó antes de que se pudiera entregar ningún aviso. Tokio transmitió una notificación de 5000 palabras en dos bloques (comúnmente llamada el «Mensaje de 14 partes») a la embajada japonesa en Washington, pero la transcripción del mensaje llevó demasiado tiempo al embajador y no pudo entregarlo a tiempo (de hecho, los criptógrafos estadounidenses habían descifrado y traducido la mayor parte del mensaje horas antes). La parte final de las 14 que lo componían es descrita a menudo como una declaración de guerra, pues, aunque no la declaraba abiertamente y no rompía relaciones diplomáticas, numerosos funcionarios y militares del gobierno estadounidense lo interpretaron como un indicador claro de que las negociaciones se romperían y de que la guerra estallaría en cualquier momento. En su edición del 8 de diciembre de 1941 muchos periódicos japoneses publicaron en su portada una declaración de guerra, pero esta no fue enviada al gobierno norteamericano hasta un día después del ataque.
Durante décadas la creencia general ha sido que Japón atacó sin ninguna advertencia oficial de la ruptura de relaciones por culpa de los incidentes y la torpeza que retrasaron la entrega a Washington de un documento que hacía alusión a la guerra. Sin embargo, en 1999 Takeo Iguchi, profesor de derecho y relaciones internacionales de la Universidad Cristiana Internacional de Tokio, descubrió documentos que apuntaban a un fuerte debate en el gobierno sobre si informar y de qué forma a Washington de las intenciones de Japón de romper todas las negociaciones e iniciar una guerra. Un documento del 7 de diciembre hace alusión a la guerra: «Nuestra diplomacia engañosa conduce al éxito». Sobre esto dijo Iguchi: «El diario muestra que el ejército y la armada no quisieron entregar una declaración de guerra o un aviso de la finalización de las negociaciones… y claramente se impusieron»
--------------------------------------------------------------
-Miro alrededor y mi amada Candy esta preocupada, me ve y dice – amor debemos ayudar, los niños se pueden quedar con las niñeras o turnarnos ellas y nosotras para cuidarlos y apoyar, pero esto es un desastre, recuerda que tenemos conocimiento de plantas quizás infusiones ayudan en algo en lo que lleguen las medicinas; además nadie tiene la culpa solo es una lucha de poderes y riquezas pero a los líderes de los países lo único que desean es beneficiarse de algo sin que les importen en lo más mínimo la gente que pierde la vida, si sus familias sufren o si los necesitan.- Amor debemos de ayudar de una u otra manera.- Está bien, amor por lo menos por mi parte.- Es evidente que ya lograron su objetivo que era hundir todo el poderío naval de América y de paso llevarse muchas vidas, ya no regresaran por otro ataque.
Miraba el hospital, estaba golpeado pero no se había caído, mire a las enfermeras que utilizaban de todo para atender a las personas, incluso se quitaban las medias para hacer torniquetes y salvar vidas, vimos como una con un bisturí abría la garganta en el hueco que esta abajo del cuello a un hombre, le quitaba la tinta a un lápiz para usar el cartucho y este respirara, estaban en emergencia, gritaban pidiendo donación de sangre, Terry y yo donamos pero no permitimos que nuestras mujeres lo hicieran pues por el embarazo, pero las niñeras se apuntaron y donaron sangre, no podíamos permitir que ellas se mataran apoyando pues nuestra prioridad es que nuestra familia se encuentre bien, él escenario era espantoso, no había manera de comunicarme con George para que contraté a gente para que venga a ayudar con los heridos.
Realmente se sentía un sentimiento mezclado de dolor e impotencia al ver tanta gente que necesitaba ayuda tirada por toda la calle y uno imposibilitado para hacer mas de lo que ya hacemos, en algunos lados el fuego estaba arrasando las casas, realmente este fue un ataque muy duro y cruel, dudo mucho que el presidente Roosevelt se quede de brazos cruzados, miro a mi mujer que ya ha regresado y trae agua para dar a las personas que están tiradas en la calle, el sol quema y hace mas calor de lo habitual gracias al fuego, a lo lejos se escucha una explosión y es un aeródromo que exploto, no sé qué repercusiones vaya a tener este ataque pero esperó que no vayan a pagar inocentes, por desgracia así se paga por lo general.

El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora