Katy fue al hospital acompañada de un preocupado Terry, estaban atemorizados, los ojos de ambos estaban llenos de lágrimas, no querían perder la extensión de su amor.
En cuanto llegaron al hospital los médicos la miraron con repulsión al ver esos ojos tan parecidos a los de los asesinos de Pearl Harbor, sin embargo, al ver que llegaba el embajador de la corona británica con ella la atendieron, había muchos prejuicios a su alrededor muchas enfermeras no la querían ni ver, pero el médico que la miro, también de ascendencia japonesa, le dio algo para el malestar que iba cediendo y algo para los nervios.
- No se preocupe señor, su esposa está bien, solo fue el susto, pero le pido que repose por lo menos un mes, en cama, si gusta voy yo ha visitarla, así no viene acá y no se tiene que incomodar con esta gente tan prejuiciosa, le recomiendo que contrate una enfermera, si quiere le busco una de confianza y sin prejuicios tontos.
- Gracias Doctor. Ya puedo respirar tranquilo.
- A usted señor por no despreciar a su esposa.
- La ama, jamás le haría eso. Decía mientras la tomaba en brazos para ponerla en la silla de ruedas y la enfermera tomaba el suero.
Mientras tanto Albert pagaba todo lo del gasto del hospital y ya el médico le presentaba una enfermera para que los apoyara con el cuidado de Katy así se fueron y dejaron atrás ese mal episodio.
La vida continuó y como el tiempo pasaba rápido, entre juegos y risas, Katy estaba estable a un que siempre conservaron a la enfermera con ellos, Candy tenia un vientre demasiado grande y dos corazoncitos latían sin parar dentro de ella, ya tenia seis meses y ese día le harían un ultra sonido para salir de dudas.
Albert entraba con ella a consulta a pesar que las enfermeras lo trataban de detener, a un que ya tenían un hijo era primerizo en eso de las revisiones médicas, púes en el embarazo anterior por cosas de la vida no pudo estar en el periodo de gestación de su pequeño y ni loco se iba a separar de su mujer después de lo sucedido a Katy, cualquier reunión la tenían en la biblioteca de la casa.
- Señor entienda usted debe esperar afuera. Decía la enfermera con voz firme para que le hiciera caso, pero nada surtía efecto.
- Ya le dije donde va mi esposa voy yo, no me separaré de ella.
- Pero señor eso no es….
- Déjelo enfermera Flamy no se preocupe que yo se como son ellos y no hará que se separen.
- El Dr. Le hizo el ultrasonido a Candy- a ver veamos ¿qué tenemos aquí?, imposible! Dijo el Dr., pasando de nuevo el aparato una y otra ves por el vientre de Candy para corroborar lo que miraba, incluso se acercó a la maquina y no salía de su asombro, señores Andrew no está gestando, ni uno, ni dos bebes, son tres.
- ¿QUEEEEEE? Pero esta seguro Dr. Dijo una Candy nerviosa.
Mientras Albert estaba asombrado y aterrado se preguntaba para sí, ¿cómo su mujer cargaría con tres bebes en el vientre y el parto no se lo quería ni imaginar.
- Dr. Mi esposa no corre ningún riesgo, decía mientras la abrazaba posesivamente.
- No, si lleva los cuidados necesarios, come bien, camina, vienen a consulta quincenal para ir monitoreando mas seguido su embarazó, no se preocupe todo estará bien.
- Gracias Dr. Decía Candy ya con lágrimas en los ojos, son una bendición, decía Candy con nervios a un que no los quería dar a demostrar.
- Si mi amor son tres bendiciones, decía mientras le daba un dulce beso en los labios y le quitaba con papel higiénico el gel del vientre.
- Se fueron y en la Mansión estaba Eleonor dando dos sorpresas por una.
- Bien chicos, George y yo debemos hablar con ustedes. Primero para decirles que el y yo nos casamos a escondidas pues no podían salir de aquí, además estoy esperando por eso no podíamos esperar más, Terry serás hermano mayor, decía Eleonor nerviosa de un solo tirón.
Todos estaban con la boca abierta, pero la de Terry era todo un poema, una especie de asombro, incredulidad, miedo y emoción cruzaban por sus ojos.
- Pero Mamá ¿no te pasara nada, estas bien, tu edad no…?
- Para hijo e inhala y exhala, claro que estoy bien y no estoy tan vieja solo tengo 40 años, recuerda que a ti te tuve muy joven y George me va a cuidar muy bien.
- Se relajo y respiro mas tranquilo, pero con la cabeza en mente de estar al pendiente de su madre también.
- Bueno como es tiempo de noticias, decía Albert algo nervioso, quiero contarles que hoy fuimos con Candy a hacerle el ultrasonido y son tres niños los que estamos esperando.
- ¿qué? ¿cómo? Decían todos sorprendidos a la vez.
- Si son tres y estamos emocionados, felices, con miedo e incertidumbre, el Dr. Dijo que con los cuidados precisos todo estará bien, nadie está en peligro.
- Todos respiraron mas tranquilos a un que el miedo no se les quitaba.
Los siguientes meses serian toda una revolución hormonal, con casa llena y tantos pendientes encima todos los hombres estaban muy cansados, ya a los ocho meses Candy reventaba fuente y tres preciosos bebes llegaron al mundo después de hacer pasara a su padre una odisea, los médicos los lograron acomodar uno por uno para que el parto fuera normal, eran dos pequeños idénticos a su madre y una pequeña igualita a su padre; los tres nacieron sanos, en cuanto nacieron y sus padres los conocieron se los llevaron a los cuneros para que la madre descansará pues después no lo podría hacer bien por mucho tiempo.
Ese mismo día mas tarde Katy inicio con los dolores de parto y fue llevada de Emergencia al hospital en el que tendría al pequeño Terrence, el resto de su enorme vientre era pura agua.
Así había seis niños en la mansión y otro por llegar, todo era una odisea, por lo que contrataron mas niñeras, pues todos eran muy consentidos,
Tres meses después nacía el pequeño George, un niño idéntico a su padre.
La verdad todos estaban muy felices con todos los miembros de la familia, entre risas, juegos, travesuras, alegrías, enfermedades, desveladas, pero mucho amor pasaba el tiempo y la guerra parecía no tener fin, pero un día la venganza definitiva estaba por llegar, una que haría temblar al mundo, en la que morirían miles de persona, pero con esta vendría la rendición.Continuara…………………….
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El Hilo Rojo
ФанфикHistoria que inicia en Japón, podrá el tiempo, la destrucción, el engaño y la desolación, vencer el poder del amor, no se la pierdan estoy segura les gustara.