Una Lección

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Llegó la tarde y  se fueron a bañar llenos de caricias, besos y te amos, para volverse a entregar en la bañera, el acariandole las piernas hasta llegar a su perla adorada, jugo  con ella mientras la besaba y atraía hasta su cuerpo, ella lo envolvió con sus piernas hasta que el sintió que estaba lista para volverse undir en ella, la coloco sobre el y mientras ella llevaba el va y ven de los cuerpos, acariciándose, uniendose, devorandose y amándose, el degustaba el sabor de esos pechos,completamente nuevo para el porque llevaban la esencia de la vida y el amor que desde que se conocieron se profesaban, el le ayudaba con las manos a mantener el ritmo de sus caderas, el sentía satisfacción y devoción por esa mujer que se le estaba entregando dejando de lado el pudor y los pre juicios de esa época. Su amada era de el y el era de su amada, el amor se notaba por cada por de la piel de los jóvenes amantes, que ferrilizaban la semilla que sería el fruto de su amor. Al terminar descansaron en la bañera uno en los brazos del otro, para tomar aire y regresar para arreglarse y  bajar con su familia.

Albert estaba feliz pues sus hijos no lo rechazaban, solo se entristecía y se sentía un poco culpable por no haber podido estar  con ellos y para ellos en el momento que Candy los dió a luz, sus primeros meses, tampoco había estado  durante sus primeros meses, acompañar a su esposa durante los desvelos, verlos la primera ves que abrieron sus ojos, cuando se dieron vuelta, le habían robado atesorar momentos preciosos con sus hijos, el derecho de verlos nacer  y eso  lo tenía algo mal, le devastava haberse perdido todo por un  compromiso todo y mal entendido. Pero nadie había podido aplacr las llamas de su amor por su esposa, jamás se olvidó de su mujer, pues su unión era tal que uno no era feliz sin el otro, se entendían, complementaban, su unión iba más allá de sus cuerpos, sus almas se buscaban y se encontraron pues siempre estaban unidad por ese hilo invisble, ¿ Cómo podría perdonar que los hallan intentado matar?, No podía, simplemente no podía. Pero su corazón debía sanar para que pueda sanar.

- Bien, muchas gracias por recibirnos en su casa madam Eleonor, espero no estemos causando molestias y  que no seamos inoportunos con nuestra estadía aquí, dijo Albert. Por otro lado y ya que estamos en confianza, la Reyna me envió para dos cosas.
1 dijo mostrando un dedo, yo interrogare a la mujer que intento matar a mi familia, 2 vengo a entrenar a Terry para que pueda tener el ducado, 3 el y yo nos haremos cargo de la representar aquí la corona inglesa 4 y lo más importante estar con mi familia.

Entonces Terry podré ir a hablar con tu jefe en el l teatro hay mucho de que hablar e indagar, si podemos ir mañana mismo sería genial.

- claro Albert no hay problema hermano y creo hablo por mi madre cuando  digo que es un placer tenerlos aquí y claro no hay problema con nada, ser duque es mi realidad y algo que debo asumir.

Así pasaron la noche contando lo que habían pasado después de su cruel y abrupta separació. Albert realmente se sentía enojado con su tía cada ves que se acordaba de sus intenciones le hervía la sangre, pero controlaba sus pensamientos ahora que están juntos y recuperaría el tiempo perdido, el se encargaria de no desperdiciar esa nueva oportunidad. al siguiente día se levantaban temprano y se disponían  Terry y Albert a primer ir con el embajador que le daría información tanto se Susana, como se los documentos a analizar.

Se fue despidiéndose de su esposa e hijos con besos y abrazos, muchos Te Amos, contristesa se subió con su cuñado y George al vehículo pero debía iniciar por ir a la embajada y ver a la caso de esa mujer Susana.

El embajador los estaba esperando, pues debían iniciar a trabajar, además necesitaba que le ayudarán a revisar la l Proyecto Filadelfia, uno en el que la corona invirtió pero no había salido tan bien.

Albert tomo ambos informes y los ojeo, había quedado espantado con respecto al proyecto philadelfia y el documento que hablaba de esa miserable mujer. Se despidieron y decidieron reunirse día de por medio, pues cada quien haría la investigación de Susana por su lado.

Se fueron al  teatro para hablar con Robert, las actrices, modistas todas las mujeres parpadeaban, no podían creer que hombres tan sensuales estuvieran en el mismo lado. Las mujeres no dejaban de pestañar, reían de manera nerviosa pero ninguna se atrevía a hacercarse a esos Adonis. Bueno una castaña si se acercaba como un depredador a su presa y Dijo- Terry no nos vas a presentar, dijo de una aptitud sugerente- Claro, el es mi cuñado William Albert Andrew, dijo serio y molesto con su compañera.- mucho gusto, Karen Kleis, dijo dando la mano para que la besara. - señorita Karen, dijo seco Albert sin tomar la mano, brindada, no por falta de cabellerosidad, si no para evitar problemas, así que está casado. - así es felizmente, compromiso señorita, dijo mientras ingresaba acompañado de Terry al teatro.
Con un brillo en la mirada la cara de Karen cambio de coqueta a sería. Esto no lo dejaré pasar, pensó, mientras su mente planeaba como ella se podía acercar a ese hombre que debía caer en sus brazos.....

Continuara........

El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora