Miedo e Incertidumbre

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Lo mas difícil para una pareja locamente enamorada  es separase de la persona que amas, sientes que el corazón se te desgarra, sientes que poco apoco morirás. Pero cuando no sabes lo que paso con esta persona, por la que eres capaz de dar la vida, te mata la incertidumbre se saber que paso, el dolor de la separación  no es tanto como sentir que la locura se esta apoderando de tu ser, pero cundo no puedes actuar, pues te tienen entre la espada y la pared, es a u mucho peor.

El Bombardeo había pasado, pero la Embajada había dado la orden que se retiraran pronto, pues los ataques bélicos de China serian mas constantes y peligrosos, también dieron la orden de sacar a William Albert Andrew Patriarca del Clan Andrew, como fuera, pero solo a el. 

Albert miraba como un soldado Ingles tomaba con fuerza brutal a Candy, deteniéndola para que no fuera hacia el, otros cuatro hombre lo tenían sujeto con rabia miraba como este soldado de cabello oscuro como la noche y ojos del mismo color, imprimía mas cerca en ese agarre a su amada esposa, de repente ella lo mordió y se logro zafar de su agarre, pero el la tomo, la zarandeo y luego la golpeo con el puño en su rostro, fracturándole la nariz, pero Candy no se daba por vencida, el soldado ya airado y muy enojado tomo el revolver y con el agarre, le golpeo la parte de atrás de la cabeza, tirándola en un charco de sangre... Albert estaba como un anima rabioso, golpeo a los sodados que le habían sujetado y gritaba" DESGRACIADO ESTO ME LAS PAGARAS, QUIERO A MI ESPOSA CON MIGO, DE VUELTA Y CON MI HIJO, TE MATARE CON MIS PROPIAS MANOS, PERO ANTES HARE QUE TE ARREPIENTAS DE LO QUE HAS HECHO.... CANDY, MI VIDA, ABRE TUS BELLOS OJOS, ESMERALDAS PORFAVOR" se logro soltar y corrió a ver el cuerpo de su amada esposa, " NO MI VIDA, NO TE VAYAS, QUEDATE CON MIGO"  gritaba, aprisionando el cuerpo de Candy con el suyo, en un abrazo con el que quería fundirla en su ser, pero Candy no abría los ojos, los soldados aprovecharon eso y le lograron inyectar morfina en su brazo, la suficiente cantidad para que el no se pudiera mover y ellos lograran su cometido.

Lo ultimo que pudo ver los ojos de  Albert fue a su mujer tirada como un perro en la calle y el no podía ni siquiera moverse, luego callo en un pesado y triste sueño-

La escena de la calle era brutal, el ataque de China había llevado con  un sin numero de muertes civiles sin embargo el odio y la destrucción  seguiría por mucho tiempo mas. 

Candy despertaba en medio de un charco de sangre,  atontada y con mucho dolor de cabeza, estaba realmente aturdida y entonces entre lagrimas, recordaba los eventos pasados ese día,  se levanto y comenzó a buscar a su amado, desesperada  gritaba " ALBERT, MI AMOR", una y otra vez, preguntaba a la gente de los alrededores por el, pero nadie lo contestaba, pues todos estaban sumidos en su propia pena. Caminaba por las calles de Irochona llorando, llena de sangre y su kimono dañado y roto. Se abrazaba así mismas mientras sollozaba y gritaba, llamando a su amor perdido, se dejó apresar de  la incertidumbre y la desesperación, pero una anciana que había visto todo lo ocurrido, al verla en esa forma y con su vientre abultado le dijo,- mi niña unos hombres se lo llevaron, estaba medio muerto, unos soldados Ingléses, lo llevaban cargado. Candy corrió con todas sus fuerzas para el tren, pero este ya había partido, un hombre le dijo, -si es Inglesa le diré que más vale que se vaya en cuanto antes, como lo han hecho todos sus compatriotas, los últimos partieron el día de hoy, llevaban a un civil que iba convaleciente y reusaba en subirse, pero ellos igual lo llevaban, lo escuché balbucera un nombre " Candy". escuché que de inmediato tomarían el barco y se irían a sus tierras. Candy cayó de rodillas al suelo y se llevó las manos a los ojos llorando. - No puede ser nos han separado, decía entre sollosos- calmese y váyase a su casa pues pueden atacar en cualquier momento.
Llegó a su casa y miro un sobre con el nombre de su hermano Terry, pero en ese momento, se fue a hacer y ha seguir llorando, por la perdida del ser amado y la incertidumbre de saber si algún día lo volvería a ver, se cambió y callo rendida, en sus sueños aparecio su bella madre. Hija el está bien, ahora otras personas les han enredado el hilo del destino, pero el destino se encargará de desenredarlo y muy pronto estarán juntos de nuevo, cuida de tus hijos, se fuerte y todo saldrá bien, recuerda tu destino será siempre mi amado hijo Albert, ahora levántate, toma las cosas más imu y abre el sobre que te mando Terry, el será tu salvación, Albert no podrá hacer nada en mucho tiempo... Levántate... Levántate... Entonces vio como su madre gritaba asustada y decía LEVANTATE... Candy sudada , se levantó e hizo lo que si madre le había pedido hacer.

Fue y saco todos sus papeles, ropa, algunas joyas que le había dado Albert, el dinero que tenía guardado en la casa, Yendo, libras esterlinas y dólares, se apresuró y tomo el sobre
" Hermana aquí están tus papeles, ve a la embajada de Estados Unidos y sal de Japón, aquí te esperaremos con los brazos abiertos, nuestra madre y yo. Con amor tu hermano Terry Graham Baker" ella siguiendo lo que su madre le había dicho en sueños hiso caso y regreso a Tokio, tomo el tren, pero en el momentos de subir, escucho de nuevo el estruendo de los aviones, pero esta vez no tiraban balas, si no que surcaban los cielos japonéses, bañanadolos de gas, un gas que cuando les caia se consumía la piel y la gente gritaba por el ardor que le provocaba, todo era tan tétrico, Candy se llevaría con sigo para siempre esa triste imagen, de su amado país. Cuando llegó con maletas a la enbajada de Estados Unidos, estos al verla no tuvieron la menor duda en recibirla, pues ahora sería Candice Andrea White Baker, ella debía huir de allí, con su hijo, vio a su amiga, abrazada de su esposo americano y llorando se abrazaron; ella también estaba embarazada y su esposo tenía una herida de cala en la pierna, el sentía que se le iba la vida, cada ves se sentía más cansado, pero debía aguantar, debía sacar a su mujer he hijo no nato de Japón, en eso llegó un guardia y dijo - Es hora de embarcar.
Todos subieron rumbo a Estos Unidos, esperando que todo saldría bien. Candy pensaba, buscaré la forma de volver a ti Mi amado Esposo, se que estás vivo y se que yo te pertenezco, así como tú me pertenses, no me cansaré, algún día estaremos juntos de nuevo.

En otro barco, con otro rumbo, un rubio despertaba con dolor de cabeza, y desesperado corrió a abrir la puerta, pero está estaba cerrada. Pero de qué se trata esto. Pensó, gritaba, golpeaba la puerta, pero nadie lo atendía. Una vez que era la hora de comida se la pasaban por un agujero. Así paso el resto del viaje desesperado, por su esposa, pues tenía la incertidumbre de que estuviera viva, a un que su corazón le pedía que tuviera esperanzas pues ella vivía.

Así dos personas se separaron en cuerpo pero su alma y corazón, estarían juntas por la eternidad, hasta que el hilo rojo del destino, los volviera a unir.

Continuará.......

El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora