Parte 2: El anciano

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Mientras su avatar cargaba, Lincoln ya estaba mentalizándose para equipar su básica daga y dirigirse a la cueva principal, donde podría grindear esos puntos que necesitaba para volverse un nivel treinta. Lo avergonzaba un poco que incluso Lily, su hermana más pequeña de siete años, llegara casi al nivel doscientos mientras que él apenas parecía que estaba empezando, pero el peliblanco estaba seguro de que valdría totalmente la pena.

En el mundo de "El Sueño" uno puede escoger la clase en la cual uno puede especializarse. Se podía cambiar al nivel treinta a una de las cinco clases distintas que existían: Humano, Elfo, Enano, Hada o Bestia. Éstas tienen decenas de subcategorías en las cuales uno puede caer, pero esas ya no son opciones del jugador, sino que se desarrollaban naturalmente una vez el jugador obtiene la experiencia suficiente. En realidad no hay tanta diferencia unas de las otras en cuanto a estadísticas se refieren, siendo por lo tanto lo más notorio las características físicas. Los que se quedan como humanos no notan diferencia alguna, pero los Elfos sí que se vuelven ligeramente más delgados, les crecen las orejas, y tienen una mayor afinidad con la naturaleza. A los Enanos les crece más el vello corporal, su estatura disminuye, y su gusto por la herrería y sus similares nacen dentro de ellos. Las Hadas incrementan sus habilidades mágicas, les suelen crecer alas, y sus habilidades regenerativas están por los cielos. Las Bestias son mucho más fuertes que otros individuos, y aunque muchos esperaban ver una mayor variedad de criaturas, en realidad solo les crecen orejas o narices de algún animal, siempre arraigado a la personalidad de quien elige ser una Bestia.

Es en el nivel treinta cuando uno decide en qué quiere convertirse. Las subcategorías son mucho más interesantes y deseadas, pues es ahí cuando se define tu carácter único, y las habilidades especiales personales aparecen para brillar. Había veces en que la subcategoría surgía de inmediato, a veces uno se tardaba años en descubrirlo. Uno de los más famosos jugadores tuvo que esperar a ser un nivel seiscientos sesenta y seis y derrotar a cien brujas oscuras antes de obtener su habilidad única. Había maneras en las cuales uno podía obtener una carrera más orientada o específica bajo los deseos del jugador, como cumplir la misión de algún NPC, cumpliendo una misión oculta, o derrotando a un específico tipo de enemigos, pero al final, aún cuando orientes tus habilidades hacia cierta área, tu propio ser definirá la habilidad especial; los muy famosos "Koras".

Ansioso por encontrar su Kora lo más pronto posible, eso sin contar que estaba cansado de que todos lo vieran como un NOOB, Lincoln se puso su camisa que le otorgaba dos puntos de defensa, su daga normal que le daba ocho puntos más de ataque y se puso en marcha. 

El albino sabía que su inventario era mediocre, pero era lo único que el arrogante vendedor de armas y lo poco que tenía disponible el amable encargado de las armaduras por el momento. El primero apenas y se había dignado venderle algo con las sucias monedas de cobre que Lincoln apenas y había conseguido. 

Lincoln trató de apurarse, pero seguía siendo difícil. Los duendes que lo atacaron hicieron hasta lo imposible para acabar con él, pero Lincoln ya tenía práctica en vencerlos. Nadie lo molestó; después de todo, ya casi nadie tenía un nivel tan bajo para ese punto del desarrollo del juego. No obstante, después de casi seis horas de peleas, en la cual centenares de duendes lo atacaron sin piedad, Lincoln por fin escuchó lo que llevaba esperando desde hacía meses. La artificial voz femenina se hizo presente, y una pantalla transparente de color celeste se apareció en frente de él.

- Lincoln Loud ha alcanzado el nivel treinta -anunció la voz femenina- Disponible el avance de clase. ¿Qué opción desea?

- ¡Por fin! -exclamó Lincoln, feliz por haber alcanzado el nivel deseado él solo. Se preguntó si había alguien más en el mundo que hubiera llegado tan lejos, pero era improbable. Y si existía alguien así, muy probablemente habría sucumbido ante la idea de hacer un grupo eventualmente. 

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