Empezamos a bajar las escaleras con la intención de llegar por si alguien nos veía.
Encender la linterna de nuestros móviles porque ya habían luces en las paredes con las que podíamos ver por donde íbamos
Delante de los tres iba Luke, seguido de mí y detrás de mí estaba Kate.
Con los sentidos al 100% por haber cualquier cosa que pudiera ser rara o inusual, pero era simplemente unas escaleras normales que iban hacia abajo.
Me estaba cansando ya de bajar las escaleras pero en verdad no sabía si era porque se me está haciendo muy aburrido o porque realmente las escaleras eran muy profundas. Sólo sabía que se me está haciendo eterno.
- Oye chicas - nos llamó Luke
-¿Qué pasa, Luke? - pregunté
-¿No os parece que estás escaleras son demasiado profundas?
-Sí - respondió Kate - llevamos más de un cuarto de hora caminando cuesta abajo escaleras sin más, pero esto no llega a ningún lado.
-¿Cómo que un cuarto de hora? - pregunté
-Sí, cuando íbamos a bajar eran las 5:30 y ya son las 5:48
-¿Estáis convencidas de que esto va a llegar a algún lado o deberíamos dar marcha atrás? - preguntó Luke
-Yo creo que deberíamos llegar hasta el final. Si los hombres han entrado, es porque habrá alguna salida - Kate hizo una pausa - yo confío, vamos a seguir bajando.
-Venga como quieras
Seguimos bajando mucho rato y estuvimos otros 10 minutos bajando escaleras, hasta que finalmente llegamos a unas puertas dobles grandes.
Me dolían las piernas de tanto bajar pero hice un esfuerzo y me fijé en las puertas:
Eran blancas y tenían muchos dibujos grabados en ellos. Eran muy bonitas y tenían grandes pomos. Lentamente tiramos de uno de ellos hasta llegar a la próxima sala: era una sala muy amplia y con unas paredes muy altas.
Entendí porque habíamos estado bajando escaleras tanto rato: realmente la habitación era muy alta y tenía una gran lámpara de araña en medio.
En el centro de la sala había una estatua enorme del David de Miguel Ángel, solo que tenía un arco en una de las manos. Alrededor de esta estatua había un dibujo grabado: el famoso símbolo.
Por las paredes habían grandes columnas de estilo dórico que se iban posicionando a la misma distancia a lo largo de la pared. En cada una de las paredes había una puerta, con lo cual eso era una especie de laberinto enorme.
Para no perdernos ni ir cada uno por separado decidimos ir todos juntos.
Entramos a uno de los pasillos. Era muy extenso y tenía muchas puertas de color amarillo.
No había ningún cartel informativo no nada que nos indicara que podían ser esas salas.
Lo raro es que el lugar estaba vacío, demasiado vacío para mi gusto.
El pasillo por el que íbamos era largo pero llegamos al final. Por lo visto era un pasillo sin salida.
No nos atrevimos a entrar a ninguna de las puertas sin estar seguros de lo que podía haber detrás.
Fuimos a otro pasillo, el que estaba justo enfrente de las puertas por las que entramos. Este era más largo que el anterior.
Habían más puertas, pero estas eran de color lila claro. Oímos unos ruidos que provenían de una de las puertas, así que para evitar problemas intentamos llegar al final del pasillo lo antes posible.
Lo raro es que este pasillo no se detenía como el otro, sino que al final de este había otra puerta.
Pusimos la oreja para ver si oíamos algo, al no oír nada entramos muy lentamente. Pasamos al otro lado y la cerramos también de manera muy lenta. No queríamos hacer mucho ruido de imprevisto.
Había otro pasillo, más corto que el que acabamos de hacer. Aún así era totalmente distinto: las puertas ahora eran de color azul claro. El techo tenía unas luces azules que daban un ambiente muy distinto a la estancia.
Además pudimos notar la larga alfombra que había enmedio.
Seguimos avanzando hasta llegar a una puerta muy rara: había sangre en el pomo. Nos acercamos a la puerta y oímos una conversación:
-¿Entonces no tocó nada?
-No, creo que solo usó el ordenador. - Tosió - Además creo que tiró al suelo una de las mezclas.
-¿Cuál?
-La U4
-Resbaladiza
-Ahí lo tienes
-Bueno pues entonces no hay nada más, ¿no?
-Más vale que no porque se supone que esto lo tendríamos que haber hecho hace un par de días. Nos llamarían incompetentes.
-No quiero acabar en la sala 9.
-Nadie quiere acabar allí pero ya sabes cómo son las cosas por aquí.
-Ya, ¿Tú te arrepientes de acabar aquí?
-Pues no la verdad. Será cruel pero al fin y al cabo nos conviene estar de este lado. Tenemos más hilos que mover.-Ya...supongo que tienes razón. Aunque siempre me pregunto cómo hubiera sido tener una vida normal...
-Venga, cambia lo que tengas que cambiar del ordenador y salimos.
Al oír eso salimos pitando de allí y llegamos al final del pasillo. Había otra puerta.
-Joder, ¿Otra puerta? - susurré.
-Espero esta nos lleve a algún lado - me respondió Kate en voz baja.
Pegamos la oreja para comprobar si se oía algo. Se oían unos murmuros pero al poco tiempo desaparecieron. Así que entramos. Eran unas escaleras que bajaban.
-¿Otras escaleras? - replicó Luke.
Bajamos las escaleras y llegamos a otra puerta. La abrimos.
Llegamos como a una sala con tres puertas, sin contar la que acabábamos de abrir:Dos estaban cerradas y la otra abierta. Nos asomamos a la que estaba abierta: era una sala enorme.
Tenía bancos a los lados que se dirigían hasta una especie de altar con un atril.
Habían personas sentadas en los bancos pero nadie en el atril. Decidimos movernos antes de que alguien notara nuestra presencia.
Al final fuimos hasta la tercera. La abrimos delicadamente y encontramos como un túnel o algo parecido. Era un pasillo oscuro con luces para ver por dónde ibas. Al final llegamos a una sala con varias puertas. Pero no pudimos ver ninguna de las habitaciones que escondían, porque teníamos delante a un hombre mirándonos fijamente.
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Clare
Teen FictionBuenas querido lector, esta es una historia que mezcla romance, suspense y acción. En Brechester, hay un grupo de criminales que cometen fechorías graves y llevan mucho tiempo con identidad desconocida, a escondidas. Y que destaca por encima de cua...