꧁26꧂ (Kate)

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A mí me subieron a un coche junto con otras cuatro personas.

A pesar de que no los conocía de nada, sus miradas me decían claramente cuales de ellos están acostumbrados a este tipo de misiones y cuáles no.

La verdad es que yo quería disimular que no estaba nerviosa pero, ¿Cómo puedes estar tranquila sabiendo que vas a matar a alguien?

Decidí que quizá la mejor opción es estos casos sería conocer a alguna de las personas que iban conmigo, así tendría un comodín en caso de que necesitara ayuda.

-Hola - dije

La chica pelirroja que había al lado mío clavó su mirada en la mía.

-Hola

-¿Cómo te llamas?

-Bueno, ya sabes que no tenemos permitido decir nuestros nombres pero, mi apodo de la comunidad es Bán. ¿Cuál es el tuyo?

-Bueno mi apodo es... - mi mente intentó pensar cualquier combinación rápidamente pero no se me ocurría nada, al final solo dije - Etak (Kate al revés, que original)

-Mmmm, ¿vienes de qué departamento?

-Pues - primer país que pasó por mi mente - Eslovenia

-Uy, hacía tiempo que no veía a nadie de allí

-Sí, es solo para esta misión - solté para disimular

Llegamos al destino y bajamos del coche, estábamos en una granja. No sabía por qué.

Al final nos llevaron hasta una habitación en la que habían unas cuantas camillas y más puertas a los extremos.

-Bueno querido grupo, vosotros tenéis a la vez la tarea más importante y la más pesada. Por ello os recuerdo que la rapidez, la indiferencia y el disimulo son tres conceptos que tenéis que grabaros a fuego. No quiero novatadas, los que estáis aquí ya estáis entrenados para este tipo de cosas. Cada uno delante de una puerta.

Nos pusimos cada uno en una puerta

-Ya podéis abrir

Dentro de mi puerta había una habitación bastante destrozada, con sangre por todas partes y un aspecto poco cuidado y viejo, con una trampilla en la pared. En el centro había mujer en una camilla con los ojos y la boca vendados.

-Ahí tenéis a vuestra presa. Recordad que son escoria. Proteged lo nuestro. ¿No os da rabia estas personas de sangre morada? Pues entonces haced lo que creáis oportuno. Por la trampilla de la pared tirad lo que quede. Yo me iré a realizar la operación S, no quiero interrupciones.

Abrió un armario que había en la sala central y todo el interior estaba lleno de armas. Madre mía, ¿que está pasando?

Todos cogieron inmediatamente un arma, dejándome a mí con una sierra. Si... UNA FUCKING SIERRA

Ahora estaba sudando.

¿Iba a matar a alguien?

Parece que estaba muy mal porque la chica de antes de me acercó:

-¿Te encuentras bien? Estás pálida

-Es que digamos que no he matado a nadie. No es algo que me agrade

-¿No estás acostumbrada a este tipo de cosas en Eslovenia?

-Que va, a mí me dijeron otra cosa - inventé

-A ver si quieres te puedo ayudar con este marrón

-¿De verdad? Bua me salvas la vida

-¿Y qué era lo exactamente lo que te dijeron?

-Pueess... - me puse nerviosa porque no sabía que decir - me dijeron... Que... Íbamos a ir a a... interrogar personas

-Ah... Pues que bien. No te preocupes esto es fácil. Sujeta el brazo de esta zorra.

Puse una cara de impresión

-Sí, zorra. ¿Te olvidas que son sangre morada? Ah claro no sabías que venías aquí. La sangre morada es la gente que formó parte del gran daño de 1985.

-Ahh claro - fingí

-Bueno sujeta bien - aparté la mirada pero oí como un brazo cayó al suelo. Después miré hacia abajo y vi un chorro de sangre resbalar por mis piernas

Sentía que en cualquier momento iba a vomitar, y eso es muy desagradable. Así estuvo diez minutos hasta que tiró la sierra al suelo.

-Ala ya está, ahora ayúdame a tirar los restos por la ventana - dijo mientras me entregaba un par de guantes.

Me los puse y apartando un poco la mirada cogí lo que parecía su antebrazo, obviamente sin mano. Toda la sangre chorreó violentamente cuando lo toqué. Era como si estuviera exprimiendo la poca sangre que quedaba dentro.

Iba a abrir el compartimento cuando vi que en el antebrazo estaba el "famoso símbolo de siempre". Que curioso, ¿Será una marca de muerte?

A pesar de la gran curiosidad que tenía, me limité a ayudar a quitar los restos y salir de la habitación.

-¿Y bueno con que interrogar? ¿Te habían dicho por qué? - preguntó

-Me dijeron que habían cometido un atentado contra la comunidad pero que me darían los detalles al llegar - mentí descaradamente

-Um, pues o se han equivocado y te tenían que haber llevado a otro lado, o te han mentido

-Seguramente me mintieran - solté

-Pues qué cabrones que son aquí, ¿No?

-La verdad que sí

Salimos de la habitación y vimos que las demás personas o bien habían terminado y estaban fuera esperando o bien estaban terminando.

En eso se acercó un señor con una gabardina negra. Tenía el pelo oscuro y ondulado. No le veíamos la cara, porque llevaba una máscara muy parecida a la que vi en una serie llamada El Juego del Calamar. Solo se le veían sus ojos de color azul.

Aunque la máscara era muy bonita, la expresión vacía de la máscara lo hacía muy inquietante y terrorífico.

Aunque la máscara era muy bonita, la expresión vacía de la máscara lo hacía muy inquietante y terrorífico

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-Hola a todos, ya veo que estáis haciendo grandes progresos en vuestras labores. Ya sabéis que este trabajo es esencial para el correcto funcionamiento del triángulo. Juntos conseguiremos acabar con toda la sangre morada y una vez lo consigamos, nuestra organización por fin podrá lograr lo que siempre se propuso. Pero bueno, ya cada vez nos queda menos, estamos a nada de conseguir al sujeto U y una vez lo tengamos, esto será muy fácil. Por el momento podéis descansar una vez hayáis terminado con vuestra parte de hoy. La furgoneta pasará a las nueve así que, no os retraseis. Y bueno eso es todo de momento, nos vemos mañana.

Todos respondieron un adiós unánime, que casi parecía automático y entonces se fue. Que día más normal acababa de vivir

ClareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora