3. Primer incendio

2.9K 591 497
                                    



"—¿Alguna vez te has preguntado, qué o quiénes seríamos sí nos hubiéramos conocido de otra forma? ¿Y sí de todas formas nos hubiéramos gustado?

—No.

—Yo sí. Muchas veces.

—Háblame de esas veces"

En
algún lugar
En algún futuro
de esta historia
Tal vez.
O tal vez sólo
me gusta jugar
Y nada es cierto.



Estoy segura de que algo me ha golpeado... o tal vez he sido yo la que se ha estrellado.

Y también estoy segura de que algo más me ha caído encima. Y de que ese algo más es pesado.

Mi cuerpo no me deja sentir mucho gracias a las copas de tinto que me tomé mientras lo único que me preocupaba en el mundo era que no me cacharan... o que al otro día me me fuera a dar una resaca.

Pero aún así me punza un poco la cabeza, como ligeros martillazos que deberían doler más cuando golpean, y doler menos antes de volver a golpear.

A veces al cuerpo humano se le da muy bien eso del humor negro, y se le ocurre que tu dolor tome exactamente el mismo ritmo al que van los latidos de tu corazón.

Si pudiera sentir dolor justo ahora, pienso que ese sería el caso.

Pero como no siento nada, mi mente me opta por jalarme al mundo de las sombras en vez de alentarme a huir por mí vida... y voy y regreso dos veces.

Veo a mamá.

Y a papá.

Y a la abuela en Navidad; horneando su famoso pastel de zanahorias mientras todos los niños corremos alrededor de la mesa que está en medio del salón.

Sí.

Como ya puedes imaginarte, no estoy pensando ni en el señor, ni en la señora Robinson.

Tampoco pienso en Myriam o en Sabina.

Mi lugar feliz está lejos... Muy lejos de ellas.

La tercera vez que recobro un poco la consciencia, me cuesta mucho abrir los ojos, mi cuerpo pesa... Y comenzar a mover la falange de un dedo, me deja exhausta.

A mi alrededor hay un ruido descompuesto; hecho de gritos que te dan ganas de gritar, y de voces por las que me esfuerzo en no encontrar parecido con voces que conozco.

Las pestañas me pesan.

¿Sigo dentro de la casa de los Slater?

Mis ojos comienzan a enfocar con más claridad...

Los cascos de caballos pasan a pocos centímetros de mí.

Y cuando alcanzó a ver el cuerpo de una persona siendo atravesada por una lanza India, es que me doy cuenta de que tengo que salir de aquí.

Pero por sí no me había quedado del todo claro, escucho un grito duro muy cerca, y también escucho como es cortado de tajo.

Perfecta DistopíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora