13. Aristócratas y Reyes

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"Se me corta la respiración cuando por un momento muy chiquito, logro ver lo más parecido a una sonrisa que he visto alguna vez en esa cara, pero... no creas que el gesto dura mucho.

Dura tanto que te hace preguntarte si de verdad estuvo ahí, o si la sección de la imaginación dentro de tu cabeza, decidió que hoy era un buen día para averiarse.

No sería la primera vez que me pasa de todas formas.

Vuelvo a repasar su caea.

El no me ha visto todavía, porque el pedazo de cuero de búfalo que me obligaron q curtir, es como... mil veces mi tamaño.

Su cabello negro azabache moviéndose con el viento, su cuerpo lleno de cicatrices y tatuajes que también son cicatrices... su andar tan astuto y cruel.

Pensándolo bien, esa cara de ninguna forma debe saber cómo se hace una sonrisa.

Y seguramente el día que lo intente le quedará adolorida toda la cara, porque los músculos de ahí ya deben de estar oxidados por desuso.

Puede que hasta haya nacido sin ellos.

Cosa que habría creído imposible... hasta que conocí a este individuo.

Suelta un silbido demasiado musical, por la esquina de su boca, y luego corre y se encuentra con aquella feroz cruza de lobo a la que suele llamar: Saari.

Bueno, es que es más fácil decir que se encuentran, pero si nos ponemos descriptivas... lo que en realidad pasa es que el Saari, sale de la nada y le salta encima con las fauces abiertas y esas garras enormes (que parecen un set de navajas Victorinox) de fuera.

Una vez, hace muuuucho tiempo, vi en una publicación de facebook como quedó una persona luego de que el gorilla mascota de su amiga, lo agarrara a zarpazos y mordidas.

Obviamente me traumé.

Traumada nivel: le soltaba manotazos a los niños que iban al zoológico a querer darles platanitos a los monos.

Pero Kai y el lobo deben estar actuando obviamente...

Sí.

Es obvio.

Porque nadie con un poco de sentido común va a despertarse un día y a decir: creo que hoy es un buen día para ponerme a pelear con un lobo gigante.

¿Eso es más que obvio, cierto?

¡Oh por todos los Dioses, y los hijos de los Dioses, y los nietos de los Dioses!

Kai se gira casi a la misma velocidad con que se mueve el lobo y lo esquiva... apenas.

APENAS.

—Chsssst... muy lento Saari. Sigue así y tu destino va a ser perder la cabeza de un escopetazo. Después la clavarán en un palo.

El animal se le lanza de nuevo.

Pero él lo esquiva otra vez de un giro de caderas.

Perfecta DistopíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora