Capítulo 15

1.3K 61 11
                                    

Harry no había ni hecho el intento de cenar; no tenía apetito en lo absoluto. Le acababa de contar a Ron, Hermione y Ginny lo que había pasado, aunque no era que no lo supieran ya. La noticia había corrido veloz: aparentemente Myrtle la llorona la había contado en todos los baños del castillo.

Las caras que pusieron sus compañeros del equipo de Gryffindor cuando les dijo que no podría jugar con ellos el sábado había sido el peor castigo de todos. Sintió sobre él los ojos de Ginny, pero no tuvo el valor para mirarla directamente; no podría soportar que lo viera con decepción o enojo. Le había dicho que podría jugar como buscadora sólo este sábado, mientras que Dean podría reincorporarse al equipo como Cazador en su lugar. Quizá, si ganaban, Ginny y Dean podrían volver durante la euforia de la fiesta después del partido... El sólo pensamiento atravesaba a Harry como un cuchillo helado.

—Harry — Preguntó Hermione, — ¿Cómo puedes seguir defendiendo a ese libro después que ese hechizo...?

¡Deja de insistir en ese tema del libro! — gritó Harry. —¡El Príncipe sólo lo copió! ¡No quiere decir que él recomendara su uso a nadie! ¡Por lo que sabemos, hizo una nota de algo que había sido usado en su contra!

—No lo creo así, — insistió Hermione — Estás realmente defendiendo...

—¡Déjalo en paz, Hermione! — dijo Ginny, y Harry se sintió tan sorprendido y agradecido, que levantó la vista hacia ella. — Por lo que hemos oído, Malfoy estaba tratando de usar una maldición imperdonable, por lo tanto, ¡deberías estar agradecida de que Harry hubiera tenido algo realmente bueno que lo salvara!

—¡Pues claro que estoy contenta de que Harry no haya sido tocado por la maldición! — replicó Hermione, claramente herida. —¡Pero si eres capaz de llamarle "algo bueno" al hechizo Sectumsempra, Ginny, mira dónde ha colocado a Harry ahora! Y eso sin mencionar lo que esto ha hecho con su oportunidad de ganar el partido...

—Ah, no empieces a fingir que entiendes de Quidditch, — dijo Ginny con crueldad, —solamente quedas en ridículo.

Hermione salió de la sala común molesta, atrás de ella fue Ron, dejando a Harry y Ginny solos.

—Me alegro que te encuentres bien Harry, no te sientas mal, lo hiciste para defenderte.

—Gracias Ginny, me alegro de contar con una sola persona que me entienda.

—Ron y Hermione también lo hacen, a su manera, pero lo hacen...Bueno...Sí necesitas estar solo,mejor me retiró, hasta luego.

—No Ginny. —Habló rápidamente, siéntate conmigo, la verdad que tu compañía es agradable para mí.

Ambos empezaron a conversar. Harry se siente contento de tener a Ginny para él solo, aunque sea un momento.
Ella lo ayuda a olvidar todo sus problemas con su hermosa sonrisa.





—Ah, Potter, —dijo Snape, cuando Harry tocó a su puerta y entró a su desagradablemente conocido despacho, el cual aún no había abandonado, a pesar de que ahora daba clase varios pisos arriba.

—El señor Filch ha estado buscando a alguien que le ayude a limpiar estos viejos archivos, — dijo Snape suavemente. — Son registros de otros antiguos infractores de Hogwarts y sus castigos recibidos. Nos gustaría que copiaras los crímenes y los castigos de aquellos registros donde la tinta se vea ya borrosa, así como los que hayan sido roídos por los ratones. Asegúrate de que queden en orden alfabético, reacomodándolos en las cajas. No puedes usar magia.

—Bien, profesor. — dijo Harry, quien se dio cuenta el énfasis que puso en las últimas cuatro sílabas.

Y mientras copiaba los delitos y castigos, se preguntaba que estaría pasando afuera, donde el partido acababa de empezar... Ginny jugando de buscadora contra Cho...

Harry miraba una y otra vez al gran reloj que estaba en la pared. Parecía que se movía a la mitad de velocidad que un reloj normal; quizá Snape lo había hechizado para que fuera más lento. No era posible que él apenas hubiera estado ahí por media hora... una hora... una hora y media...

Creo que has hecho suficiente. — dijo fríamente. — Haz una marca en el lugar que te has quedado. Continuarás el próximo sábado a las diez en punto.

—Sí, señor.

Harry metió una tarjeta arrugada en una caja al azar y se dio prisa en salir por la puerta antes de que Snape pudiera cambiar de opinión. Corrió escalones arriba, agudizando los oídos para escuchar cualquier sonido proveniente del estadio, pero todo estaba muy callado... había terminado, entonces...

Vaciló un momento fuera del Gran Salón, que estaba lleno de gente en ese momento, pero finalmente decidió correr escaleras arriba; ya que si Gryffindor había ganado o perdido, el equipo usualmente celebraba o se lamentaba en su propia sala común.

—¿Quid agis? — le dijo tentativamente a la Dama Gorda, preguntándose que sería lo que encontraría adentro.

La expresión de ella era indescifrable cuando le contestó:

—Velo tú mismo.

Y se hizo a un lado para permitirle el paso.

Un rugido de celebración brotó por el agujero detrás de ella. Harry se sorprendió cuando las personas adentro empezaron a gritar al verlo a él. Varias manos lo tomaron y lo jalaron al interior de la sala común.

¡Ganamos! — gritó Ron, que se acercó a él dando brincos y le pasó la Copa plateada. —¡Ganamos! ¡Cuatrocientos cincuenta a ciento cuarenta! ¡Ganamos!

Harry miró alrededor; Ginny estaba corriendo hacia él. Tenía un rostro resplandeciente cuando envolvió a Harry con sus brazos. Y sin pensarlo, sin haberlo planeado, sin preocuparse por el hecho que cincuenta personas estuvieran viendo, Harry la besó.

Después de algunos segundos... o bien pudiera haber pasado media hora... o quizá varios días... ellos se separaron. La sala común se había quedado muy silenciosa. Entonces, varios aullaron y otros soltaron risitas nerviosas. Harry miró sobre la cabeza de Ginny para observar a Dean Thomas haciendo añicos el vaso en su mano, y a Romilda Vane mirando como si quisiera arrojarle algo. Hermione sonreía radiante, pero lo que en verdad buscaban los ojos de Harry era a Ron. Por fin lo encontró, todavía sosteniendo la Copa y con una expresión adecuada de quien ha recibido un porrazo en la cabeza. Por una fracción de segundo se miraron el uno al otro, entonces Ron dio una pequeña sacudida de cabeza que Harry entendió que quería decir: Bueno... si tú debes.

Harry sintió que su pecho rugía de triunfo, sonrió a Ginny y sin palabras la llevó fuera del agujero del portarretrato.




********
Esta escena es INCREIBLE, el primer beso de Harry y Ginny, no se ustedes pero yo grite de la emoción cuando se besaron 🤣🤣 Son tan bellos, me encantan, y su beso es perfecto y único.
Gracias por leer y por sus votos, cuídense.

Detrás del SentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora