Consigna 2 (17/8)

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Consigna: Establecer una relación entre dos pronombres (él y ella, ella y ellos, ellas y nosotros, ustedes y yo; reales o imaginarios) y describir la relación a través de pequeños contrastes.

Escrito:

Él usaba lo primero que encontraba en sus cajones, normalmente remeras con logos y personajes de películas, pantalones sueltos, las mismas zapatillas de siempre. Ella nunca salía con un conjunto que no hubiera preparado con anterioridad, incluso tenía ropa de repuesto en su mochila, que combinaban perfecto con sus zapatos altos. Él pasaba su tiempo libre con videojuegos. Ella con libros y estudios. A pesar de eso, era él quien usaba lentes. Él no dudaba en poner rock a todo volumen. Ella escuchaba música clásica con auriculares. Él dormía con la ventana abierta, con los pies descalzos y las sábanas por el suelo. Ella tapaba toda luz con las cortinas, y no podía pegar un ojo si no estaba envuelta como una mariposa ganando sus alas. Nadie entendía como estaban juntos. Él decía que eran solo amigos. Ella prefería dejarlo a libre interpretación. ¿Qué era lo que tenían en común para soportar tantas diferencias? 

Hacía tan solo unas semanas él salió con su grupo de amigos como todos los viernes, a una fiesta. Ella fue casi arrastrada por su mejor amiga a una de las tantas fiestas que le gustaba organizar cuando tenía la casa sola. Un aburrido juego de girar la botella. Él no entendió la palabra "Monótono". Ella dejó a su amiga traducir sus palabras a un "Verdad o reto es más divertido". Ella giró la botella. Él eligió reto. Ella le sugirió ir hasta el baldío y volver sin una linterna. Él respondió que solo Un bebé tendría miedo de algo así. Ella no se dio cuenta cuando el pensamiento de que "el verdadero bebé era el que hacía tiempo en lugar de cumplir el reto" salió desde sus cuerdas vocales. Él dijo que ella no sería capaz. Ella le sacó la lengua antes de adelantarse a la puerta.

Él intentó ir al frente en el camino al baldío, pero escondía su mano temblorosa en su bolsillo. Ella era algo distraída para notarlo, más cuando su completa atención se centraba en el suelo frente a sus pies, nunca pudo mirar muy arriba sin tropezarse o casi perder el equilibrio. No pasó mucho cuando escucharon el gruñido a sus espaldas. Él se preparó para correr. Ella cerró los ojos y se quedó quieta, esperando que el sonido fuera solo una mala jugada de su mente. El agudo ladrido les llamó la atención, obligándolos a voltear a ver al chiguagua. Él intentó hechar al animal con chistidos. Ella soltó un "aww". Unos ruidos de garritas contra el cemento de la calle opacó sus respuestas sonoras. Más animales, no tan pequeños, hicieron acto de presencia. Por primera vez encontraron su momento en común, y corrieron de regreso a la fiesta hasta que el golpe cuando cerraron la puerta los regresó a la realidad. Él rio. Ella rio. Los demás preguntaron que acababa de pasar, sin recibir respuesta de "los valientes que caminaron por el temido baldío en mitad de la noche, sin luz alguna".

Ella se acercó a hablarle el lunes siguiente. Él empezó a sentarse a su lado en las clases. Ella le propuso acompañarla en los recreos. Él era casi fanático de las cosas saladas. Ella de lo dulce. Él no sabía de que hablar. Ella por suerte tenía muchos temas de conversación, y si no, los inventaba. Él consiguió una nueva amiga. Ella encontró a su mejor amigo. ¿Qué aventuras los encontrarían en el futuro?

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