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Como todo un tonto enamorado observé a Paul explicando un par de cosas en el club de música, pero mejorando mi expresión en cuanto Stuart golpeó mi cabeza, y es que al ser tan sólo cuatro chicos el maestro podría notar con mayor facilidad mi cara de idiota por su presencia.

Un nuevo chico se había unido al club, un muchacho de cabello largo y rizado llamado Brian, el mejor amigo de Roger, y además habían mencionado que otro tipo de su clase se uniría al club, un tal Michael Jagger que cantaba, pero llegaría en la siguiente clase porque ahora estaba enfermo. Eran detalles que no me importaban en lo absoluto porque ese muchacho rizado era odioso, pero fingí interés para lucir simpático con el maestro.

—Hablé con el director y me concedió el permiso de tener una presentación en unas semanas durante el receso más largo del día, ¿no es eso fabuloso, muchachos?

Con disimulo volteé en dirección a los menores del club, viéndolos hiper emocionados. Quise bromear al respecto con Stuart, pero él estaba mucho más eufórico que esos dos, sacándome una pequeña risita.

—Yo me encargo de los solos y eso, maestro. Soy bastante bueno. —comentó el rizado que había llegado para robarme el protagonismo con la guitarra.

No quería admitirlo, pero ese chico toca increíble, incluso mejor que yo. Maldito puberto.

Sin embargo, sabía que no había logrado cautivar al maestro McCartney como yo lo había hecho, porque Paul simplemente lo felicitó por tocar tan bien, pero ambos no flotaban juntos como lo hacíamos él y yo, no tenían nuestra química musical. Ellos no tocaban juntos en un estudio, ellos no calzaban como nosotros.

—Bien, eso suena cool. —le siguió.— John será el guitarrista principal, yo lo secundaré. Brian los solos y-

Mi corazón latió con alegría otra vez, y dejé de oír sus palabras para enfocarme en su bonito rostro.

—John, por favor disimula, todos podrán notarte si continúas mirándolo así... —susurró en mi oído.

Mis ojos se cerraron lentitud, y asentí. Stuart sólo buscaba protegerme de un futuro corazón roto o alguna suspensión por acosar al maestro en práctica.

—Tienes razón, lo lamento...

La verdad es que no lo lamentaba del todo.

—John, ¿me copias? —interrumpió Paul entre nosotros, tronando sus dedos con gracia y una pequeña sonrisita. Mi mejor amigo sonrió con falsedad, alejándose de mi lado en búsqueda de su bajo, dejándonos solos.— ¿Él se molestó?

Aguanté una risa por la reacción de mi mejor amigo, y por la pregunta del maestro.

—Oh, no se preocupe. Stu es un poco irritable algunas veces. —sonreí al verlo botar el aire contenido en sus pulmones, aliviado.

—Bien, porque no me gustaría que se marchara del club por alguna tontería que dije o hice. Es un gran bajista. —en un gran acto de valentía e intento de calmarlo, golpeé suavemente su hombro con mi puño, pareciendo más un bobo roce.

—Él no se irá, ama la música. —Paul sonrió, y batió mi cabello como si fuese un niñito.

Dios, no me lavaría la cabeza nunca jamás.

—Oh, bien, eso es bonito... —sonrió.— ¿Me ayudas con la lista de canciones? Serás como mi súper asistente.

Asentí sin dudarlo.

—Por supuesto que lo ayudo, entre melómanos nos entendemos. —y le guiñé un ojo, haciéndolo reír. Puntos para mí.

Me llaman John, el conquistador.

practice teacher ; mclennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora