Me sentí muy mal por tener que mentirle a mis padres, pero sonaría descabellado pedirles permiso para ir a tocar a un club con mi maestro de la escuela en la noche. Incluso si yo lo decía de esa manera, sonaba extraño, y si tuviese un hijo probablemente le daría una tajante respuesta negativa. Pero yo no tengo un hijo, y sé que no me pasará nada, iré a un lugar seguro y divertido.
—¿Quieres que te lleve? —preguntó mi padre para mi sorpresa, y negué inmediatamente.
Desde que mejoré mi rendimiento en la escuela ya no me golpeaba, ni tampoco me insultaba o me trataba mal, su comportamiento conmigo había cambiado casi radicalmente. Al fin había un poco de armonía dentro de la casa, y estaba muy contento con eso. Estaba tranquilo.
—No te preocupes papá, sólo iré a quedarme con Stuart. —él asintió, y alzó los hombros sin importancia, marchándose de la sala.
Mi madre en cambio me besó la mejilla sonoramente, y me entregó un par de sándwiches empacados a una bolsita de papel, mencionando que compartiera con mi mejor amigo. Sentí una diminuta punzada de dolor pegarme en el pecho por haberle mentido, pero al menos una pequeña parte de mi relato sí era cierta, y es que Stuart definitivamente estaría conmigo, luego nos iríamos a su hogar cuando terminara el show.
Salí de mi casa con todas mis pertenencias, y tomé el autobús hasta el centro bastante nervioso. Le había dejado mi guitarra a Paul, quien ya se había encargado de equipar todo perfectamente y probar el sonido del lugar, el cual al ser un espacio cerrado contenía de manera magnífica el ruido en su interior. Muchas personas habían comprado boletos para ir a presenciar a mi maestro, y ser parte de su show realmente me tenía un poco inquieto. No quería equivocarme y dar una mala impresión, sería catastrófico y no quería que se enfadara conmigo.
Además, me había dicho que si nos iba bien, me besaría mucho.
Llegué en cosa de minutos hasta dicho lugar, esquivando a las personas siendo completamente respetuoso, no quería causar alborotos innecesarios. Al ver a un montón de gente en la caverna no pude evitar sentirme bastante nervioso, ¿tocaríamos frente a todos ellos? Con timidez avancé hasta el escenario, llevándome un par de miradas en el trayecto, y subí lentamente, topándome con la imagen de un sexy Paul sentado en el suelo afinando su guitarra, vistiendo jeans ajustados y un simple sweater que lucía bastante calentito. Esperaba poder pedírselo prestado alguna vez sólo para sentir su exquisito aroma masculino.
—Hey. —lo llamé suavemente, y volteó en mi dirección, dándome aquella sonrisa que me tenía loco.
—¡Johnny! —exclamó, y sentí el rostro caliente en cuanto se levantó del suelo para darme un abrazo.
Por dios, todas estas personas se darían cuenta de lo mucho que me gustaba.
—Vino mucha gente... —comenté con una risita nerviosa, y Paul presionó mi hombro suavemente.
—No te preocupes, todo saldrá excelente. Debes confiar en tus capacidades, porque yo lo hago. —sonreí como un tonto, y estuve seguro de que mi rostro se puso rojo cuando se acercó cautelosamente hasta mi oído.— Además... sé que lo harás excelente, porque también sé que mueres de ganas por besarme, como yo muero de ganas por besarte a ti.
Contrólate John, contrólate John, ¡contrólate!
Quise responderle con cualquier estupidez que saliera por mi boca, pero un pequeño silbido en el público llamó mi atención. Al buscar al dueño con la mirada, me sentí un poco más tranquilo por la situación al notar que se trataba de mi mejor amigo, que me sonreía en grande y alzaba sus pulgares en mi dirección. Paul también notó su presencia, pero no pareció importarle demasiado; sólo se limitó a saludarlo con su mano, y regresó a lo que estaba haciendo cuando llegué recién.
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practice teacher ; mclennon
FanfictionPaul es el nuevo maestro en práctica, y John no puede dejar de mirarlo.