capitulo 3

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-Erwin, Anastasia, ¿estáis bien? ¿Qué ha pasado? Por cierto, ¿dónde está el Alberto?-preguntaba Hange preocupada haciendo que se me hiele la sangre, acaricie el caballo de Alberto y una vez que se lo llevaron junto con el resto para atarlos y resguardados de la lluvia me gire a verla.

-Erwin está herido, tened cuidado el, necesito que lo revisen ahora mismo-le ordene a los soldados que estaban con nosotros-Hange, ¿Cómo estás tú? ¿Y Mike? ¿Estáis bien?- Erwin no dijo nada y lo guiaron a una de las tiendas de campaña donde lo atenderían.

-Mike está bien, solo tiene que estar en reposo hasta que se le baje la hinchazón del golpe y yo solo tengo un esguince en el brazo y mi costado solo está algo adolorido por la caída, nada grave-me agarro del brazo haciendo que me sobresalte un poco, alce la mirada y estaba mirándome con preocupación-lo que quiero saber es como estas tú, que ha pasado allí después de que nos fuimos, ¿y el capitán?-

-Yo estoy bien Hange, Alberto...-baje la mirada, no quise mirar a nadie, no quise, pero tuve que alzar la mirada para ver le a los ojos de mi compañera y decir las palabras más duras para mí, podre haber visto a gente morir de diferentes maneras, pero hacía años que alguien cercano a mí no moría

-... ¿Anastasia? por favor dime lo ya...él ha...-no la deje terminar.

-Hange...-vi como a lo lejos comandante Shadis salía de una de las carpas y se dirigía hacia donde estábamos Hange y yo, nos pusimos rectas e hice el saludo de la legión mordiendo mi labio a causa del dolor en mi cuerpo.

-Soldado, reporte de la situación-demando con voz firme, enseguida me puse más rígida y alce la mirada hacia sus oscuros ojos que tanto miedo daban en toda la legión menos a mí.

Mis ojos de seguro no tenían vida, estarán rojos y llorosos pero no permitiré que me vean débil delante de nadie, cogí bastante aire en mis pulmones y lo expulse con fuerza por mis labios agrietados y heridos por las mordeduras y por el frió.

-Comandante...-mire hacia mi compañera-Hange...-volví a mirar al comandante y lo solté- el escuadrón y yo estábamos revisando la zona asignada en la formación pero no se registró ningún titán, justo antes de ponernos en marcha un titán de clase excéntrico nos derribó a los cinco atrapando al capitán y otro titán que venía detrás atrapo a Erwin, el soldado Zacharius y la soldado Zoe estaban heridos, el capitán Márquez los estuvo protegiendo, le dije a Zoe que se retirara mientras acabábamos con los titanes, una vez que se fueron y acabamos con todos estuvimos a punto de irnos pero el capitán quiso que nos salvásemos nosotros de un titán que se acercaba a nuestra posición y fue cuando lo atrapo entre sus manos y lo mato...acabe con aquel dejando así la zona libre de enemigos señor... -una vez finalice mi reporte solo podía morder mi labio aguantando las ganas de llorar deseando irme de aquí.

Aun no sé cómo mi cuerpo está todavía en pie, los rayos no dejaban de iluminar el bosque dándole un aspecto aún más terrorífico.

Hange estaba en shock después del reporte, vi como su mirada me escaneaba buscando alguna reacción en mi cuerpo, pero las heridas que ahora mismo tengo abiertas no se pueden curar porque son de las que no se ven, baje la mirada cerrando con fuerzas mis ojos sin querer mirar a nadie más, todo esto no hubiese pasado de haber actuado antes tendría que haber revisado bien la zona.

-Vaya-un suspiro salió de entre sus labios y me miro con pena-es una lástima lo del capitán Márquez, fue muy valiente, siempre defendiendo su escuadrón antes que su propia vida...¿cómo se encuentra usted, soldado? ¿Ha sufrido alguna lesión durante el combate?-lo mire directamente a los ojos una vez alzo su mirada, estaba decepcionado, lo podía ver, ha perdido a uno de sus mejores capitanes y yo no he podido salvar.

-Estoy bien comandante, gracias por preocuparse-hice el saludo de la legión de nuevo intentando que no se note que me duele aun el hombro impidiéndome mover el brazo-si no necesita nada más me gustaría retirarme comandante-

Libertad Y Justicia-Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora