capitulo 5

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-Daisuke, tienes que vigilar más tus puntos débiles-le dije a mi subordinado mientras con mi pierna lo barría haciendo que cayera al suelo de culo soltando así por los aires el bastón.

-Ahg...eso no lo vi venir capitana, lo siento mucho-se levantó riendo levemente y se sacudió el polvo de su ropa para volver a agarrar el bastón de madera y así seguir entrenando los dos.

Con los bastones de madera lo que hacía era que sus sentidos se activaran más para que puedan esquivar el mayor numero de golpes posible, nunca se sabe cuándo un titán te puede tirar o atrapar en cualquier momento por la falta de reflejos y si puedo evitar eso, mejor.

-Volvamos a intentarlo y los demás, atentos a cada movimiento que hagamos, quiero que observéis bien los fallos y los puntos donde más hay que activar nuestros reflejos para así practicarlos- mire al resto mientras volvía a sujetar con fuerza el bastón.

-Si mi capitana- dijeron todos a la vez atentos a mis movimientos.

Justo por el rabillo del ojo puede ver como Daisuke intentaba de nuevo acercarse a mí con el bastón para intentar golpear mi espalda pero justo cuando lo me iba a dar me agache quedando en el suelo con mis piernas en paralelo, atrape el bastón de Daisuke con mis manos con fuerza y a causa del agarre toda la fuerza que ejerció en intentar darme hizo que se le fuera el cuerpo hacia al lado cayendo de boca al suelo, el resto de mi escuadrón nos miraron con asombro ante mi flexibilidad y cuando vieron a su compañero en el suelo no pudieron evitar reírse por su fatídico intento de pillarme desprevenida.

-Nunca ataquéis por la espalda a nadie cuando alguien esté hablando, nunca sabréis si realmente esta distraído o estará esperando a que ataquéis primero para así aprovechar de vuestra fuerza para utilizarla en vuestra contra- rodé mis ojos y me puse de pie sin problemas sacándome un poco el polvo de mí uniforme.

-Nunca más volveré a subestimarla de esa manera mi capitana, usted realmente es muy fuerte- me sonrió Daisuke haciendo que negara algo divertida por su acción, le di la mano para ayudarlo a levantarse.

Necesitaba desahogarme con urgencia, entrenar todo lo máximo posible y así dar todo de mí para estar lo más alerta posible y la verdad que con ellos lo estaba logrando.

Habían pasado ya dos semanas desde que recibí aquella carta, no se lo he podido contar a nadie, no quiero involucrar a mis compañeros en una guerra en la que no tienen nada que ver, no puedo dormir, apenas como y sé que eso lo han estado notando estos días ya que no me quitan el ojo de encima.

He mirado por todo el cuartel, a todos los soldados, a todo el mundo y no hay nada relacionado con esos desgraciados de la familia real, tal como vino desapareció.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos ya que Daisuke estuvo a punto de darme un golpe al estómago el cual logre esquivar por muy poco y lo volví a tumbar con una llave poniendo su brazo izquierdo en su espalda, su pecho contra el suelo y mis piernas sobre las suyas impidiéndole moverse.

-Está bien por hoy chicos, podéis tomaros el resto de la tarde libre, pero recordad que en un mes tendremos la próxima expedición extramuros y os quiero ver dando lo mejor de vosotros allí fuera, ¿entendido?-les ordene con mi voz seria y alta para que me tomaran enserio a lo que los cuatro se pusieron firmes e hicieron el saludo de la legión.

-¡A la orden capitana!-gritaron los cuatro a la vez, les di un asentimiento de cabeza y me gire para entrar al interior del cuartel.

Cuando ya estaba cerca de mi oficina, vi que los cuatro me estaban siguiendo por todo el camino.

-Tsk, ¿qué cojones se supone que estáis haciendo los cuatro siguiéndome si se puede saber?-los mire molesta.

Se les veis bastante nerviosos a los 4, los mire cruzándome de brazos y apoyándome en la pared estudiando sus gestos atentamente.

Libertad Y Justicia-Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora