Commingle despertó en una cama muy suave, pero se sentía un calor sofocante, haciendo un gran esfuerzo se sienta en la cama, se da cuenta que estaba completamente desnuda y se cubre con una sotana que estaba allí, le quedaba muy grande, aun así empezó a caminar muy despacio hacia adelante y en cuanto dio tropezón y casi da un paso hacia atrás, se dio cuenta que una fragmentación se estaba formado atrás de ella, entonces entendió que eran sus pasos hacia atrás los que generaban esos saltos... mas o menos así lo aprendieron todos.
Se sentó en la cama muy despacio mientras se acomodaba esa gigantesca sotana y se dio cuenta que estaba en una tienda de campaña, hecha con lo que parecía telas, o pieles, pero muy gruesas, aun así tenia orificios donde entraban rayos de luz de un sol fulminante.
Commingle se acerco a uno de esos agujeros y vio que estaba en medio de un desierto, el pánico volvió a hacer presa de ella y quiso gritar, pero en ese momento entró el clérigo, sin su sotana, como son ellos realmente... o por lo menos él.
su piel era un tono bastante claro, su cabello rubio - blanco y sus ojos estaban cubiertos con alas de mariposas muy pálidas. alto y esbelto, delgado con la piel llena de escrituras erráticas, las marcas de sus saltos se formaban en palabras inteligibles y el brazo izquierdo ligeramente mas largo que el derecho.
Volteó hacia donde ella estaba, ella no sabia si él la estaba mirando, no se podía ver sus ojos por las alas que los cubrían, y cuando quiso gritar y correr el levanto la mano con un odre de agua que dejo caer al piso. mientras el agua se salía del odre, ella se lanzo al piso a beber, tomaba agua con las manos, ya que no podía levantar el odre, mojaba su cara, su cabello, bebía mas y mas, hasta que se sacio.
El trozo de vestido que tenia envuelto en su mano estaba empapado así que se lo quito y vio la herida que ya estaba seca, formando su cicatriz del primer salto.
Ella levanto su rostro para verlo mientras el seguía inmóvil mirándola, se incorpora para evitar que el agua le siga mojando la gigantesca sotana y el clérigo levanta una mano lentamente señalando unas peras.
- ¿puedo?
Dice ella muy tímidamente.
Él lentamente gira la cabeza hacia el otro lado y luego el cuerpo y sale de la tienda.
Ella corre, toma las peras y empieza a comer.
- ¿Dónde esta mi ropa?
Grita ella desde adentro.
Se saco esa sotana que pesaba demasiado por lo empapada que estaba y desnuda fue tras el clérigo.
- ¿Dónde esta mi ropa?... quiero irme a casa!!
- et reversus est...
Respondió el con una voz rasposa pero sin voltear a mirarla.
- Si doy un paso hacia atrás... ¿volveré a casa?
Ella vio que en la espada de el, entre las múltiples marcas estaba escrito un número.
- Lundain... 1895.
Dijo ella en voz alta y temblorosa, mientras daba un paso hacia atrás.
Al rededor de ella se empezó a fragmentar y se impuso hacia atrás y se fue.
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Kintsukuroi
Science FictionEs la historia de un errático saltador del tiempo-espacio y su intento por escapar de su realidad. Sin memoria, sin respuestas, perdido en un mundo oculto para aquellos que caminan a la simple guía de un reloj. transcurre en el mundo de hoy, de aye...